Lo que viene: ¿Internet de las Cosas o Industria 4.0?

(*) Javier Piedrahita – Ya se sabe, esto es España la "always different" (¿para qué ser "aburridamente normal", si para ello ya están otros…?), el país que ante la falta de argumentos e ir con los tiempos, prefiere prohibir. En una sola semana prohíben el servicio de transporte compartido Uber y logran con un Gobierno sin visión clara y una asociación de editores "antidigital" que Google cierre su servicio Google News, que tantos buenos lectores nos traía a todos los que allí posicionamos nuestras noticias gratuitas para ustedes. ¡Qué bien lo haces, España! ¡Qué visionaria y futurística digital te veo en este final del 2014!

Al igual que Escandinavia, de la que volvía y contaba aquí mismo la semana pasada. Al igual que mi otro país de procedencia, junto a España, "good old Germany", que como pronostica estos días su ministra de economía, Ilse Aigner, crecerá en 700.000 millones de euros en los próximos 10 años, un 2% de crecimiento por año, gracias precisamente a la digitalización. Para que esto se cumpla, Alemania apuesta por el proyecto "Industria 4.0" (Aquí, como nos gusta ser "muy normales" como los del centro y norte de Europa, como EEUU y Asia, preferimos "apostar por los proyectos separacionista, podemista y corrupcionista"…).

El concepto "Industria 4.0" representa la cuarta revolución industrial tras la mecanización en el siglo XIX, la invención de las cadenas de montaje y la producción masiva a comienzos del siglo XX, así como la introducción de la microelectrónica y la automatización desde 1970. De la cuarta revolución se espera ahora la digitalización de la economía. Para ello, escucha bien Gobierno y país de lo rácano y del apenas gastar ni invertir (eso sí, en tonterías y lo superfluo, que no falte el gasto en España…), se espera que las empresas alemanas invertirán 40.000 millones de euros anuales en el proyecto. También para defender su ventaja como moderna economía frente a norteamericanos, británicos y chinos. Y seguir siendo el "proveedor y fabricante global de las máquinas (y que ahora sean además inteligentes)".

La idea central es un consumidor que con un smartphone en sus manos pide productos y servicios que recibe de inmediato. Para ello no solo hay que digitalizar los productos, sino también los procesos de producción. Porque los tiempos de espera ya no se aceptan en la economía en tiempo real (Al igual que nuestros lectores ya no aceptan que no publiquemos las noticias o resúmenes más importantes al momento de haberse producido en el sector o en el evento X que cubrimos en vivo = periodismo online en real time = que en español y en este sector solo produce así, hoy por hoy, MarketingDirecto.com).

Aunque son los alemanes los que han inventado esto de "Industria 4.0", también en EEUU, Gran Bretaña, y sobre todo en China avanzan a marchas forzadas en la digitalización de sus industrias. ¿España? Ya lo decía algo más arriba, España está en otras cosas, y en bloquear en lo posible el "peligroso futuro digital"… Y eso que la competencia para "Industria 4.0" está aún abierta para todos, pues las normas industriales surgen de proyectos de implantación real, más que de lo que se defina en reuniones de trabajo en los diferentes gremios. Si un país pone en práctica, antes que otros, proyectos industriales digitales que marcan el camino, también será el primero en definir las normas.

Mientras que los norteamericanos proclaman su "Internet de las Cosas" (que en España enseguida consigue sus adeptos, como con todo lo norteamericano 😉 a solo dos horas de avión de aquí, mucho más cerca pues, en Alemania, nace el concepto "Industria 4.0" que frente al de EEUU se preocupa más de los contenidos de la comunicación entre personas y máquinas o entre las propias máquinas. Lo que a nivel conceptual supone una ventaja frente al modelo norteamericano. Pero claro, Alemania es Europa. Ya sabemos: donde todo se debate y mucho, se discute, se evalúa, se critica. Sin embargo, los rápidos norteamericanos y chinos, con su pragmatismo habitual, no pierden ese valioso tiempo y pueden adelantarse en esa gran digitalización económica, tan necesaria para nuestras economías modernas.

En el camino hacia "Industria 4.0" queda mucha evangelización por hacer. Sobre todo en las Pymes. Una vez que los primeros utilicen estas tecnologías, la competencia entre las empresas hará que el concepto se propague rápidamente. Especialmente en los sectores servicios, comercio y transportes, un 73% espera que la digitalización traiga efectos importantes o incluso disruptivos para su sector. La mayoría de las empresas ha implementado algún proyecto digital, pero no una estrategia completa. Y un 14% parece no enterarse, sin hacer aún nada.

Los cambios que la tecnología trae se notarán especialmente en el mercado laboral. Robots inteligentes sustituirán muchas de las actividades que hoy realizan las personas. En los próximos 20 años los robots pondrán en peligro hasta un 47% de todos los empleos en EEUU. Aunque, eso sí, hoy en día el robot necesita al ser humano. Aún. Estamos en la era cooperación entre persona y máquina. La era que ya ha finalizado es la del robot programado, que solo efectuaba acciones automatizadas. La transformación digital traerá grandes cambios en el campo industrial. Una hora de robot cuesta unos 6 euros. La hora humana en el mercado global entre 10 y 15 euros. En Alemania ya son 40 euros. Queramos o no en el "país del paro", la presión económica, la de sustituir el trabajo por las máquinas, irá en aumento con el desarrollo tecnológico.

Otro problema que ven expertos germanos: sin una potente red de banda ancha, no seremos competitivos a nivel internacional. Sobre todo se precisan tiempos de reacción muy cortos, critican. Qué sentido, dicen, tiene que una alarma de una colisión de dos coches junto a una orden de apagado en la fábrica no lleguen a tiempo porque nuestras operadoras optimizan cada vez más las redes para la buena recepción de vídeos de entretenimiento norteamericano, en alta calidad?

Está claro que más y más debemos enfocarnos hacia estos temas que afectan mucho al fabricante, a la marca, pero también al consumidor y al sector de los servicios de marketing y publicidad. Aquí en MarketingDirecto.com vamos a seguir con ello. Con todas nuestras fuentes locales, norteamericanas y alemanas, los viajes a los grandes eventos y mercados del mundo, etc., para informarles antes y mejor que nadie de lo que se "nos viene encima". En esta era de la fascinante transición a lo digital. A pesar de las piedras que nos tiren en ese camino nuestros políticos, jueces o medios del despiste. Síganos a diario en www.marketingdirecto.com, ahora también en www.TuNewsFeed.com y una vez por semana en este espacio mío.

¡Nos vemos!

(*) Fundador – Director

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