2021: LA OBSESION PLANETARIA POR LA VACUNA ANTI COVID 19

Más allá de los eventos que ocurran a inicios del nuevo año en la crónica nacional de los 194 países soberanos reconocidos por la ONU y la comunidad internacional de naciones, la historia universal estará marcada en 2021 por la tardanza en recuperarse de los brutales efectos de la pandemia que impactan a la humanidad, ocasionando en algunas regiones del mundo en 2020 la caída de gobernantes y en general la precarización de las condiciones de vida de miles de millones de habitantes del planeta Tierra. 

Sociedades y Gobiernos que logren levantarse más rápido de la lona podrán actuar con ventajas en la recuperación de sus economías, y en restablecer la salud de los pobladores de sus países, que de lograrse convertiría a este año como la transición o regreso a los indicadores que registraban crecimientos positivos para la mayoría de las economías del orbe a inicios de 2020, salvo América Latina a la que adjudicaban resultados sombríos, nada optimistas de 1% y ahora de decrecimiento de -9%. 

Este escenario apocalíptico coloca a los gobiernos del mundo en alerta general, ya que la solución a toda costa está en la obtención de la vacuna en el lapso más corto posible, de una múltiple oferta plena de riesgos y dudas sobre la calidad de los fármacos presentados al mercado global. 

La diversidad de las vacunas producidas por las potencias del planeta a saber: La Sinopharm de China, Sputnik V de Rusia, Moderna de EEUU, AstraZeneca de la Universidad de Oxford Inglaterra, Pfizer de Alemania-EEUU se baten por conquistar un mercado de billones de dólares, debiendo ser la preocupación central si dotarán de cura e inmunidad al género humano, que ya visualiza a 2 millones de fallecidos y más de 80 millones de contagiados. 

Facultades que ya comienzan a cuestionarse, como es el caso de Inglaterra que según los indicadores tiene una efectividad solo del 60%, la rusa que el presidente Putin no aceptó inocularse al no ser efectiva para mayores de 65 años, que es la población más vulnerable al virus a nivel global, y la china sin resultados conocidos, ni creíbles, entre tanto la alemana y la norteamericana con porcentajes de 95% ya tienen su producción comprometida y distribuida hasta verano de 2021. 

No obstante, la fantasía de las dictaduras tropicales como la cubana y la venezolana ha difundido que han producido sus propias vacunas, versiones desechadas por la OMS en cuanto a su efectividad, ya que los sistemas sanitarios de estos países permanecen en la ruina. 

En el caso venezolano es alarmante e irresponsable que se haya decidido convertir a la población en conejillo de indias del gobierno ruso, adquiriendo 10 millones de vacunas a ser inoculadas sin conocer todavía qué efectos tendrá en la salud de la población, al no verificarse los porcentajes de eficiencia, actuando como si fuese un pueblo esclavo de los designios del tirano. 

Circunstancias que demuestran el interés de manipular la pandemia con fines ideológicos por parte del régimen madurista, y por el lado ruso generar más presencia política en nuestro continente, sin importarle los verdaderos efectos nocivos que tendrá la Sputnik V en una población diezmada por la pobreza, deficientes instalaciones sanitarias, personal de salud desmoralizado por los bajos salarios y falta de implementos médicos y deficiente alimentación.  

Finalmente, el 2021 es igualmente un año de retos para la humanidad que pondrá a prueba a los gobiernos democráticos del mundo, quienes deberán continuar con firmeza ante el repunte del virus, privilegiando la salud de sus pobladores antes que la conquista de nuevos mercados, ética de la que adolece el gigante chino que pretende aprovechar las circunstancias para erigirse en la mayor economía del planeta y propagar su modelo político autoritario a nivel global, lo que marcaría un retroceso civilizatorio para la humanidad.

Froilán Barrios Nieves           Movimiento Laborista    

    Imagen de Alexandra_Koch en Pixabay