…A lo mejor si, a lo mejor no, quien sabe

El escenario deportivo por el que atraviesa el fútbol de nuestro país en la actualidad, gracias a la Vinotinto, nos hace pensar en la pertinencia que tiene la expresión que titula este artículo, ya que para todas las personas que hemos seguido desde hace muchos años las actuaciones de la selección de fútbol de mayores en eliminatorias mundialistas, se nos hace increíble pensar, que estemos a tan sólo 180 minutos de poner un pie en Sudáfrica 2010.

Por supuesto, 180 minutos de juego que vienen acompañados de un sinnúmero de obstáculos y consideraciones, que a todas luces, no serán fáciles de salvar. Sin embargo, el deporte siempre nos han enseñado, y sobre todo el fútbol, que hasta la probabilidad más adversa o absurda puede ocurrir.

Desde mi punto vista, la Vinotinto se encuentra en una situación compleja, pues enfrentar en las últimas fechas a las dos selecciones que ocupan el primero y el segundo lugar de la clasificación CONMEBOL para el mundial del 2010, Brasil y Paraguay, nos hace reflexionar en lo importante que era obtener algunos triunfos necesarios en la primera ronda, como por ejemplo, ante Chile.

Aunque los dos partidos tengan el mismo dramatismo de película, el guión es totalmente diferente para cada uno. El encuentro ante la selección de Paraguay, además de realizarse en nuestro patio, también nos puede presentar a un equipo guaraní más relajado al saberse clasificado, a lo mejor con cambios en su alineación titular; en fin, sea cual sea la puesta en escena, son factores que los de Farias deben tomar en cuenta, para apuntar toda su artillería y obtener los tres puntos necesarios para sumar 24.

Por otro lado, se presenta el encuentro ante la selección de Brasil, un partido en el cual no hay mucho que analizar, ya que la canariña es una de las selecciones más poderosas del mundo. Viene de coronarse campeón del torneo Confederaciones, va de primero en el grupo de clasificación para Sudáfrica 2010, está ubicada como la mejor selección FIFA, destronando a España, juega en su casa ante nuestra selección, y a lo mejor, quiere el desquite del partido amistoso realizado en suelo estadounidense, en el cual perdió 2 goles a cero frente a Venezuela. Si bien, todos estos ingredientes hacen pensar que ese pan ya se coció, no debemos olvidar que, en ocasiones, el pan puede quemarse en la puerta del horno. Claro que esto es una probabilidad muy remota, pero puede suceder; así que pensar que la Vinotinto obtenga un empate o gane en Brasil, no es descabellado. Muchos pensarán que es imposible, pero el fútbol nacional ha estado en franco desarrollo y evolución, lo que permite hacer reflexiones de este tipo. Como ejercicio, si recordamos un poco el trabajo de otros equipos del continente en eliminatorias anteriores, podemos encontrar un denominador común y es que, todos los seleccionados nacionales que han logrado ir a un mundial, sea en el partido de ida o de vuelta, le han empatado o ganado a Brasil.

Si estos dos encuentros se revisten de suma importancia, incertidumbre, ansiedad y emoción de manera directa para nuestra selección, no podemos olvidar el drama paralelo, pues hay que tener presente que otras selecciones como Uruguay, Colombia y Ecuador, están luchando por su pase al mundial, realidad que nos puede afectar de manera sustancial si no se dan algunos resultados. Todo esto aderezado además, por la terrible situación que está atravesando la selección de Argentina, ya que sus pésimas actuaciones de las últimas fechas ha dejado a los de Maradona, con tan sólo 22 puntos en la tabla clasificatoria, uno por encima de la Vinotinto. Tan malo es el panorama para Argentina, que está encabezando el más reciente análisis que realizó la FIFA, en el cual menciona cinco selecciones importantes cuya participación a la cita mundial del año próximo, está en duda. Quien lo pensaría, que uno de los equipos, con la mejor plantilla del mundo, tanto en titulares como en la banca, se encuentre como decimos coloquialmente “en pico e’ zamuro”.

Con todo este panorama tan abstracto en el que se encuentra inmersa la selección de Venezuela, sólo hay que concluir una sola realidad: si la Vinotinto quiere hacerse con un cupo para Sudáfrica 2010 y, por vez primera ir a un mundial FIFA, debe colocarse la camiseta de protagonista y hacer que todo se incline a su favor, pues a fin de cuentas llegó la hora donde las estrategias, las instrucciones del técnico y el apoyo de los fanáticos, no son suficientes para lograr tal fin; es decir, que cada uno de los jugadores, debe tomar el control y el destino de la selección, para llenarse de gloria deportiva, porque al final del día, las hazañas heroicas que se realicen para pasar las dificultades que impone la historia, son las que necesita un equipo, sea grande o pequeño, para participar en un mundial.

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