Acianela Montes de Oca: «Necesitamos más creatividad para comunicar la ciencia»

Sin comunicadores de la ciencia, integrarnos a la sociedad del conocimiento es menos posible, asegura Acianela Montes de Oca, investigadora de la Ucab

Montes de Oca dice que los lectores necesitan, no solo recibir información, sino mejor formación

Roberto Torres Luzardo – 24-01-2014 a las 08:46:30 – Pese al vertiginoso avance de la ciencia mundial en los últimos 10 años, las páginas de los diarios venezolanos dedican cada vez menos espacio a la difusión y divulgación de avances científicos. Los espacios para mostrarle a la sociedad lo que los científicos hacen tras las puertas de sus laboratorios son limitados en los medios de comunicación.

Para la profesora Acianela Montes de Oca –profesora de la Universidad Católica Andres Bello y especialista en periodismo científico– detrás de esta premisa se esconde la oportunidad perdida de integrar al país con la sociedad de la información y de propiciar un repunte en nuestros índices de desarrollo   humano. Con base en su experiencia como docente e investigadora, Montes de Oca ofrece su diagnóstico sobre el estado de la comunicación de la ciencia en el país.

¿Qué condiciones enfrenta el periodismo científico que se hace en Venezuela actualmente?

 —En líneas generales vemos un periodismo científico ajustado a los cánones. El problema es que hay tan pocos espacios de desarrollo que es difícil poder visualizarlo a plenitud. Está, además, muy homogeneizado con la difusión de la salud –que en muchos casos está orientada hacia temas de salud pública y la conflictividad– y hay muy poco periodismo sobre las otras áreas del conocimiento.

Hay una deuda importante con la divulgación de las ciencias sociales, y una severa deficiencia en la movilización de conocimientos desde las universidades hacia la sociedad a través de los medios de comunicación.

Se suele poner en un mismo plano las funciones de difusión y divulgación de ciencia. ¿Dónde trazamos la frontera entre una tarea y otra?

 —Entiendo por “difusión” aquella que se hace para las grandes mayorías y por “divulgación” un trabajo de transcodificación y resignificación en el que logramos que, más allá de una simple traducción de ideas, se trate de poner en contexto la importancia y utilidad del conocimiento científico. Esto puede ser generalmente para toda clase de público, pero ese público necesita de una mínima alfabetización.

¿Están cumpliendo las universidades del país con su rol en esta materia?

 —Las universidades necesitan estar cada vez más claras en su compromiso con la gente, con los sectores que necesitan no solo recibir formación sino mejor formación. Eso es un compromiso enorme de las universidades venezolanas sobre todo, depauperadas como están en cuanto a recursos financieros y humanos. Creo que ahí es donde justamente hace falta la inteligencia y capacidades de la universidad venezolana: para encontrar soluciones a problemas inéditos que se nos presentan. Necesitamos mejor recurso humano y más creatividad para la comunicación de la ciencia. En otros países esa posibilidad forma parte de los pensa de las escuelas de Periodismo, Ciencias Sociales e incluso de Ciencias Básicas. En Venezuela es tan grave que apenas se ofrecen electivas en algunas escuelas de comunicación. Necesitamos poner sobre el tapete la necesidad urgente de no perder por completo el tren de la sociedad del conocimiento puesto que, sin comunicadores de la ciencia, la opción de integrarnos a la sociedad del conocimiento se vuelve menos posible para grandes mayorías.

Para ver nuestra realidad en contexto, ¿cómo se encuentra Latinoamérica en cuanto a la comunicación de la ciencia?

 —La situación es heterogénea. Hay casos como el de Brasil, donde hay espacios permanentes en las grandes cadenas televisivas, periódicos, revistas. Hay además la posibilidad de formarse en pregrado, posgrado y doctorado en Comunicación de la Ciencia. Los casos de México, Argentina y Chile tienen también un poderoso desarrollo. En menor grado, Colombia y Centroamérica. Lo sorprendente es que Venezuela, donde no nos va tan mal en desarrollo de la ciencia, tenga cada vez menos medios regulares para su difusión.

Investigadores han encontrado vínculos entre la cantidad de conocimientos disponible y los indicadores de desarrollo. ¿Cómo se explica esa relación?

—Existe una relación directa en la medida en que si hay más conocimiento circulante hay más posibilidades de desarrollo humano. Si se moviliza suficiente conocimiento para que las mayorías entiendan hasta dónde pueden ampliar sus potencialidades, habrá un desarrollo más integral, orientado a la posibilidad de generar alternativas de desarrollo porque la gente sabe que puede mejorar.

¿Qué le depara a la comunicación de la ciencia en Venezuela en los próximos 10 años?

 —Es muy difícil hacer proyecciones, sin embargo, podemos decir que hay más usuarios de ciencia y tecnología –lo queramos o no– y eso necesariamente debería redundar en la apertura de espacios.

Hay por otra parte un fenómeno atractivo: cada vez más los investigadores y científicos se aproximan a las tecnologías de la información y la comunicación y generan contenidos, cosa que podría generar cambios dentro de este ecosistema de comunicación para que crezca y mejore. Esa es mi apuesta. Cada vez más tenemos mejores profesionales de la comunicación, gracias a la posibilidad de que tengan contacto con otras realidades a través de la tecnología. Y ellos abrirán los caminos.

Fuente: http://www.agenciadenoticias.luz.edu.ve/index.php?option=com_content&task=view&id=4935&Itemid=152