Algunas reflexiones sobre la Gestión de Calidad

Habíamos dejado más o menos establecido en el artículo previo que, para que una organización empresarial o de cualquier tipo tenga éxito, debe conseguir el supremo objetivo de “alinear a su personal”. Pero, ¿Cómo conseguir esta saludable, enriquecedora y fructífera alineación con una meta común? Seguramente la primera respuesta, que se aproxima en forma tangencial es que ello se conseguirá en función de las características culturales propias de cada empresa. Esa es una respuesta, que satisface en una primera aproximación al tema, sin embargo propongamos un esquema que podría funcionar adecuadamente en cualquier tipo de organización, un método que posibilitaría acceder en forma idónea al escenario buscado. Un enfoque, que ejecutado produzca una alineación de ese conjunto de seres humanos, que conforman a la empresa. Precisamente, por tratarse de seres humanos, responden a la pirámide de Maslow (teoría que lleva entre nosotros más de 60 años) y a las necesidades básicas, seguridad, afiliación, reconocimiento y autorrealización, en ese orden y con esa orientación.

Estos son elementos que, la gerencia transformadora debe sopesar con verdadero detenimiento, y sumarle otros, a saber: (1) verdadero y comprobable proceso para INVOLUCRARSE, por parte de la ALTA DIRECCIÓN, este elemento es básico y promoverá esa identificación paulatina del personal, con los objetivos institucionales que se persigan, (este elemento, supone cualidades y competencias especificas en el personal de alta gerencia, que necesariamente sean cónsonas con este esquema de motivación, si se escogen dirigentes idóneos el plan total arrancaría con buen pie), (2) como es lógico, hay que agregar la total difusión de las normas y la elaboración de procedimientos, en sintonía con lo que orienta la norma internacional ISO 9001:2000, (procurando contar con la participación de los trabajadores en la elaboración de estos documentos internos). Otro elemento (3), es el de la realización de concursos (especie de torneos) constantes y bien planificados entre grupos de trabajo, con metas mínimas específicas y premiaciones donde se reconozca el esfuerzo realizado (apuntalando el mecanismo de autorrealización). A esta plataforma debe incluírsele, (4) un estímulo económico y un fondo de emergencia para los trabajadores, si se alcanzan un conjunto de indicadores mínimos anuales (generales y de cada unidad en específico), que defina la organización en conjunto con sus trabajadores, en este particular además, del estímulo económico en si mismo, se estará incorporando al personal como socio “circunstancial” del negocio, y con ello plasmando una relación de mayor identificación entre la excelencia en la realización de las tareas y sus efectos para la organización.

Para que todo este conjunto de elementos funcione armoniosamente, deben diseñarse canales dinámicos de comunicación entre la ALTA DIRECCIÓN y EL PERSONAL, de forma de mantener el grado de motivación despertado. Este proceso, período a período se debe revisar, de manera de insertarlo dentro de una verdadera filosofía de mejoramiento continuo, con lo que las metas especificas tenderán a ser más exigentes en el tiempo, siendo también necesario que, la Organización replantee sus estímulos sociales al personal, (Becas para los hijos que presenten el mejor potencial, planes de viviendas, planes de vehículos, planes de mejoramiento académico etc.). Estas motivaciones económicas entrañan un cambio en el paradigma capitalista clásico, se trata de dar un cariz renovado a la relación ganancia corporativa y estímulo al logro laboral, un cambio que en forma generosa retribuya la consecución de las metas trazadas anualmente por la organización. Se trataría de dar un rostro mucho más humano a la relación empresa-trabajador.

Un sistema de gestión planteado y perfeccionado en estos términos, debe brindar a la empresa una rotación mínima de personal, así como unos valores de productividad y rentabilidad inigualables, preparándola para competir en mercados más exigentes y complejos, proporcionando a la Organización crecimiento sano y estable, posibilidades de expansión al haber desarrollado adecuadamente el proceso de alineación de su plantel de trabajadores, proceso que debe comenzar obviamente con la alineación del conjunto de personas que conforman la alta dirección, con estos objetivos a desarrollar paulatinamente.

Las empresas de elevado éxito a nivel mundial, han transitado caminos similares, sin duda se afincaron en elementos de este tenor para desarrollar la empatía industrial necesaria, esta suerte de alienación saludable y fructífera para todos y cada uno de los integrantes de la empresa.

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