Allá arriba de la loma, sale un espanto

La decisión de la mayoría del CNE el pasado miércoles 21-09 se ha convertido en una provocación a todo un país, que añora una salida constitucional a la tragedia diaria de no poder cubrir sus elementales necesidades de subsistencia, de alimentación, de derecho a la vida ante la inseguridad campante, vivienda, seguridad social, empleo, salarios dignos, de acceso a los productos de la dieta diaria.

Ver morir de mengua a familiares es el drama que estremece a los diferentes sectores sociales, como si estuviéramos en una guerra civil, los partes informativos horrorizan no solo a nivel nacional, sino a la comunidad internacional, quienes ven a una otrora nación próspera cayéndose a pedazos, por el capricho de una minoría de mantener el poder a toda costa y con la ayuda específica del TSJ y el poder electoral.

Las rectoras del CNE han transmutado en fedayines, dispuestas a inmolarse por un régimen odiado a nivel de dictadura por la mayoría de la población, curiosa manera de culminar una carrera profesional que debió servir para facilitar la democracia como reza la CRBV, han devenido en  vulgares guardaespaldas de un gobierno que se está cayendo, rechazado hasta por sus propios partidarios.

Pues bien estos gendarmes del régimen deben recordar de nuestra historia, donde no le ha ido muy bien a los gobernantes que han bloqueado salidas democráticas y manipulado las instituciones electorales,  para ahogar el aprendizaje democrático del pueblo venezolano. Retardar las elecciones universales para elegir presidentes y diputados fue entre otras la causa del fin de los restos del estado gomecista en 1945.

Luego en noviembre de 1952 se realizan las elecciones para escoger los diputados de la Asamblea Nacional Constituyente convocadas por la Junta de Gobierno que derrocó al Presidente Rómulo Gallegos, participaron tres partidos: El oficialista Frente Electoral Independiente (FEI), COPEI y Unión Republicana Democrática, URD, ya que Acción Democrática y el Partido Comunista se encontraban en ese momento ilegalizados. La victoria contundente de URD, desconocida por el régimen perejimenista significó la ruptura definitiva de la población con la dictadura.

Embriagada de poder la dictadura se atrevió la prominente aventura, utilizando al otrora Consejo Supremo Electoral (CSE), la del plebiscito en noviembre de 1957 para extender 5 años mas su mandato, falseó números de participación a su favor, provocando aun más la ira de la población y de algunos sectores del ejército, como detonantes de los acontecimientos que precipitaron su caída 7 semanas más tarde el 23 de enero de 1958.

Como vemos el régimen madurista está menospreciando la decisión mayoritaria de millones de venezolanos, expresada con las parlamentarias del 6-D, reafirmada con la marcha multitudinaria del 01/S pasado, desafiando a que en cualquier esquina de Venezuela, como pasó en Villa Rosa, le salga un espanto con una macabra sonrisa. A sabiendas que su renuncia le ahorraría el tiempo perdido a la oprimida nación.

Froilan Barrios Nieves                                                               Movimiento Laborista