Anécdotas de la vida del estadista norteamericano Abraham Lincoln

Lincoln abogado
En sus tiempos de abogado, Abraham Lincoln tuvo dos pleitos el mismo día y en el mismo juzgado. Y eran además, por asuntos jurídicamente, parecidos entre sí. Pero, el que había de llegar a ser presidente de los Estados Unidos defendía en el primer pleito al demandante y en el segundo al demandado.

Con el discurso de la mañana el tribunal le dio la razón. Cuando, en la vista de la tarde, Lincoln empezó su discurso sosteniendo el criterio contrario al anterior, el juez le preguntó sonriendo cuál era la causa de su cambio de actitud.

-Disculpe, señoría -replicó Lincoln-. Esta mañana he podido sufrir algún error pero esta tarde sé que tengo razón.

Un sello de correos
En los días de la guerra civil entre el Norte y el Sur, Abraham Lincoln fue detenido por un centinela a causa de que no sabía el santo y seña que había que dar para entrar por la puerta.

« ¿No sabe quién soy yo?», preguntó Lincoln y añadió: «Soy el presidente de los Estados Unidos. »

Y el soldado replicó:
-Pase usted, pero la verdad es que parece un sello de correos usado.

Whisky para todos
Ulises Grant era el mejor general que tenían los federales en la guerra de Secesión americana. Mientras él ganaba todas las batallas, los demás las perdían. Esto despertó las envidias de sus conmilitones, que empezaron a acusarle de ser un bebedor y hasta un borracho. Uno de ellos fue a ver a Lincoln para contárselo. El presidente se mostró interesado por la información. Preguntó al acusador con qué licor se emborrachaba Grant.

-Con whisky -dijo el envidioso.

Lincoln le pidió que dijera la marca de whisky que bebía el general y cuando lo supo dijo:

-Pues, que envíen una caja de ese whisky a todos los generales, a ver si ganan batallas como el general Grant.

El indulto de Lincoln
En la guerra de Secesión americana se dictaba pena de muerte para los desertores del ejército. El presidente Abraham Lincoln se resistía a firmar las sentencias que imponían los generales. Llegó a indultar a ochocientos desertores. Uno de ellos era un muchacho que había sido sentenciado por haber huido del campo de batalla y haber escapado a su pueblo para casarse con su novia. Lincoln, al conocer esta historia, firmó inmediatamente el indulto.

Y dijo con sentido del humor:

-Ojala que este pobre chico, con el tiempo, no tenga motivos para lamentar que yo le haya indultado.

Los límites del engaño
Abraham Lincoln definió en certera frase los límites del engaño, lo mismo en la vida corriente que en la política:

-You can fool some time all the people; you can fool some people all the time. But you cannot fool all the time all the people. (Puedes engañar por algún tiempo a todo el mundo; puedes engañar durante todo el tiempo a algunas personas. Pero no puedes engañar a todo el mundo durante todo el tiempo.)

La fealdad de Lincoln
En un debate parlamentario, el senador Stephen Douglas calificó a su adversario, el presidente Abraham Lincoln, de «tener dos caras». Aludía a la hipocresía pero Lincoln respondió, reconociendo su ya proverbial fealdad:

-Pero, ¿cree usted, señoría, que si tuviese dos caras traería ésta?

Fuente: http://notiencuentro.blogspot.com/2009/07/de-la-vida-de-abraham-lincoln-anecdotas.html