Atender a las personas mayores: Tarea ardua llena de gran aprendizaje

Al no pensar en la vejez como algo a lo que todos llegaremos, muchas veces no somos lo atentos y cordiales que debemos con las personas mayores, sin tener en cuenta que mañana seremos nosotros los que viviremos la realidad en la que hoy ellos se encuentran. Envejecer es un proceso natural de la condición humana, por lo que todo aquello que hagamos hoy por nuestros ancianos se traducirá en bien para nosotros mismos.

De acuerdo a la Guía Práctica “Cómo Atender a Nuestros Mayores”, un boletín web de CONSUMER.es EROSKI, es importante tener en cuenta el grado de dependencia de una persona mayor, es decir, las limitaciones que presenta para realizar sin ayuda una o más tareas básicas de la vida cotidiana.

“Aunque la vinculación general entre enfermedad e incapacidad es innegable, su desarrollo depende también de distintos factores que se deben controlar y analizar de manera individual. Algunas personas mayores que padecen el mismo mal que otras se desenvuelven mucho mejor en su vida diaria. En otras ocasiones, personas sin una enfermedad que se pueda considerar generadora de inca-pacidad presentan una gran dependencia de los demás”, cita la guía.

La Guía “Cómo Atender a Nuestros Mayores” establece principalmente que en los primeros momentos de su vida como cuidadores, pocas personas están realmente preparadas para afrontar las responsabilidades y dificultades asociadas a la situación de cuidar a una persona mayor dependiente.

“Por ello es siempre recomendable que, si las circunstancias lo permiten, las personas que van a cuidar a un familiar mayor elaboren un plan de acción que les ayuden a tener claras las metas del cuidado y la forma en que van a llegar hasta ellas. Hay muchos aspectos que los cuidadores deberían tener en cuenta en la planificación del cuidado con vistas a evitar posibles consecuencias negativas (conflictos o situaciones difíciles) en el futuro próximo”.

La investigación citada refiere lo que muchos ya conocen por propia experiencia, que el cuidado de una persona mayor implica múltiples y variadas tareas y responsabilidades, así como grandes dosis de tiempo y esfuerzo, características que hacen imposible que dicha situación pueda ser asumida sin problemas por una sola persona.

“En las ocasiones en que todas las responsabilidades del cuidado recaen sobre la misma persona es muy frecuente encontrar múltiples consecuencias negativas en la vida de la persona que cuida debido a la sobrecarga que supone para ella hacer frente sola tanto a las demandas del cuidado de la persona mayor como a las asociadas a su propia vida familiar”.

“Para evitar estas situaciones, es recomendable que, desde un principio, se clarifique quién va a participar en el cuidado de la persona mayor y cómo se van a distribuir las funciones y responsabilidades del cuidado. Una fórmula ideal para conseguir una adecuada clarificación de estos aspectos y llegar a una acuerdo sobre cómo distribuir la responsabilidad de cuidar al familiar de la mejor forma posible, es la organización de reuniones familiares”.

Al preguntarnos como debemos hacer para cuidar de una persona mayor, básicamente debemos tener en cuenta algunos aspectos relevantes como la adecuada alimentación, la higiene, la importancia de la correcta movilización y el sueño, factores que al ser manejados de forma correcta nos garantizarán el satisfactorio desarrollo de la labor que como cuidadores estamos desarrollando.

Fuente:
Guía Práctica “Cómo Atender a Nuestros Mayores”
web de CONSUMER.es EROSKI