Breves comentarios sobre cuatro (4) mitos de las enfermedades ocupacionales

Para la recientemente promulgada Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo (LOPCyMAT, Julio 2005), en su artículo 70, las Enfermedades Ocupacionales son: “… los estados patológicos contraídos o agravados con ocasión del trabajo o exposición al medio en el que el trabajador o la trabajadora se encuentra obligado a trabajar, tales como los imputables a la acción de agentes físicos y mecánicos, condiciones disergonómicas, meteorológicas, agentes químicos, biológicos, factores psicosociales y emocionales, que se manifiesten por una lesión orgánica, trastornos enzimáticos o bioquímicos, trastornos funcionales o desequilibrio mental, temporales o permanentes…”
Ante este amplio concepto, se han generado una serie de mitos, que ahora nos ocuparemos de comentar brevemente, sólo cuatro de ellos:
1. Las Enfermedades Ocupacionales las sufren una minoría de trabajadores, sobre todo aquellos que trabajan en las industrias. La tendencia general es, que las enfermedades ocupacionales son raras en la población trabajadora y que además estas enfermedades aparecen predominantemente en los trabajadores que laboran en las fábricas de nuestro extenso parque industrial. De esta manera, estamos dejando por fuera muchas patologías que ocurren en los trabajadores que laboran en oficinas y aquellos trabajadores que hacen tareas de mantenimiento general (limpieza), que son víctimas de enfermedades tales como el Síndrome del Túnel Carpiano, y muchas otras del sistema músculo-esquelético.
2. La sintomatología de las Enfermedades Ocupacionales es diferente a las enfermedades no ocupacionales. Es otro mito pensar que las Enfermedades Ocupacionales tienen una sintomatología particular, cuando en realidad prácticamente lo único que diferencia a una enfermedad ocupacional de otra que no lo es, es precisamente que aquella aparece en una persona que está realizando una actividad o tarea que puede desencadenarla, pero la sintomatología es exactamente la misma,
3. Es innecesaria la realización de Exámenes Médicos Periódicos durante el desempeño de los trabajadores. Este es otro mito relacionado con las Enfermedades Ocupacionales, y paradójicamente, los Exámenes Médicos Periódicos son una herramienta primordial para poder detectar a tiempo, es decir, en sus etapas incipientes una patología ocupacional. La frecuencia de estos Exámenes Médicos Periódicos va a depender de la intensidad del riesgo al cual esté sometido el trabajador y lo potencialmente lesivo que resulte tal riesgo.
4. Las enfermedades ocupacionales son un infortunio. Para la Ley Orgánica del Trabajo (LOT, Junio 1997) en su Título VIII, considera que las Enfermedades Ocupacionales son un infortunio. Esta situación contradice la necesaria prevención que se debe realizar para evitarlas. ¿Cómo podemos prevenir algo que consideramos producto del azar? ¿Cómo podemos prevenir algo que lo consideramos producido por la carencia de buena suerte? Debemos enfocarnos en que todas las Enfermedades Ocupacionales son totalmente prevenibles, si anteponemos, reconocemos, evaluamos y controlamos los Riesgos Ocupacionales.