Carlos León Alvarado, Presidente de la Cámara de Comercio de Valencia: “Nuestra posición ha sido el respeto y la defensa del comercio formal”

“La posición de la Cámara de Comercio de Valencia ha sido el respeto y la defensa del comercio formal aquí en Venezuela y por supuesto en nuestro municipio y nuestro estado”, expresa el presidente de esta asociación, Carlos León Alvarado, con relación a la problemática que genera el ejercicio de la economía informal en las calles de la ciudad de Valencia, y al hecho de que esta actividad le está restando ganancias a los dueños de los comercios formales, las cuales han disminuido “alrededor del 35% o 40%”.

León explica que esta situación se debe a que las personas que trabajan la economía informal “obstruyen los espacios por los cuales deben caminar los peatones y el espacio vehicular, las vidrieras y las entradas a nuestros comercios”, lo que ocasiona el que, algunos compradores, “ante el caos existentes”, prefieran adquirir sus productos en los lugares libres de buhoneros.

En este sentido, León expresa que se están incumpliendo ordenanzas municipales que regulan “tanto lo que es el ejercicio del comercio informal, así como también el uso de los espacios públicos” lo que, según el presidente de la Cámara de comerciantes, afecta negativamente a los propietarios de las tiendas que pagan impuestos, al personal que trabaja en ellas y a la ciudadanía en general, la cual encuentra puestos de ventas, en distintas calles de la ciudad, que obstruyen el paso peatonal y vehicular.

No obstante, León manifiesta que “esto no es nuevo, viene desde hace un par de años aquí en Valencia”. Agrega que la Cámara de Comercio sostuvo una reunión, en el año 2005, con el Gobierno Municipal y el Estadal. “Éste se comprometió a buscar una solución, como fue la construcción de unos mercados populares acá en la ciudad…”, dice León, quien señala que después de un año de haberse planteado la edificación de esta obra ésta no se ha ejecutado.

Asimismo considera que la situación se ha agravado ante el decreto No 807, promulgado por el Gobernador del estado Carabobo, Luís Felipe Acosta Carlez, “que ahora autoriza y ampara el que cualquier persona que quiera trabajar en el comercio informal como buhonero pueda ocupar cualquier espacio público, delimitado en unas zonas y calles del centro de Valencia en las cuales les da protección policial”, dice al tiempo que considera que este documento legal, “en vez de resolver, lo que hace es complicar la situación de anarquía que hay en el Centro de Valencia”.

Por esta razón, León manifiesta que la Cámara de Comercio de Valencia ha solicitado el apoyo del Consejo Legislativo del estado Carabobo y del Poder Legislativo de la Cámara de Valencia. Agrega que la Alcandía de Valencia, en el mes de octubre, a través del ingeniero Gustavo Urriola, propuso la reubicación temporal de los buhoneros en algunos lugares donde no afectaran el comercio formal ni el libre tránsito de los ciudadanos.

“Lamentablemente nos encontramos con la negativa por parte del Secretario de Gobierno de Carabobo, Juan Hernández, quien nos manifestó que el ciudadano Gobernador no iba a dar marcha atrás al decreto. Y nosotros entendimos que era un punto de honor ya que no quiso aceptar esta opción o alternativa que llevaba la Alcaldía de Valencia”, organismo al que, según manifiesta León, le corresponde solventar los problemas generados por los trabajadores de la economía informal y no lo ha hecho alegando que “se han visto usurpadas sus funciones y su responsabilidad por parte del Ejecutivo Regional”.

Por otra parte, León expresa que la institución que represente no ha dejado de solicitar al Gobierno Municipal que “haga valer su autoridad y busque salidas y soluciones” inmediatas para reubicar a los buhoneros y despejar el Centro de Valencia. De igual forma considera que el Seniat debe intervenir para evaluar de donde provienen las mercancías que ofrecen los comerciantes informales y determinar si se están evadiendo impuestos, mientras que el Ministerio de Salud ha de controlar el expendio de comidas que en ocasiones “no tiene ningún tipo de control sanitario”.

Finalmente, León manifiesta que para solventar las condiciones indignas en las que trabajan los buhoneros, los perjuicios que estos generan en las vías públicas de la ciudad y en las ventas de los comercios, se debe “formalizar al comerciante informal (…) ofrecerle ayuda del gobierno y la construcción de centros comerciales populares”.

“Por otro lado creemos que es imperioso educar a esas personas”, agrega León. Por ello asegura que la Cámara de Comercio le ha solicitado a un instituto de educación superior la preparación de un programa de capacitación para que los comerciantes informales reciban nociones básicas de economía y administración y así “puedan ser comerciantes exitosos y generar riquezas que es lo que necesitamos…”.