Claves para las relaciones interpersonales

El sabio habla de ideas,
el inteligente de hechos,
el vulgar de lo que come
.
Proverbio

A fin de garantizar resultados positivos en las interrelaciones personales, que día a día practicamos en nuestro entorno, de acuerdo al rol que desempeñamos, es necesario estar atentos de cómo actuamos, qué tanto sabemos manejar nuestras emociones, cómo garantizamos que nuestras relaciones nos proporcionen esos resultados que tanto esperamos alcanzar.

Para ello, se pueden tomar en cuenta algunas claves que pueden ayudarnos a que nuestras interrelaciones sean positivas en cultivar buenas interrelaciones.

Es importante sorprendernos de la manera còmo nos comunicamos, còmo exponemos nuestras ideas, còmo motivamos a las personas, còmo influenciamos en ellas, de tal manera, que nos presten esa atención que tanto demandamos, que estén interesadas en lo que queremos alcanzar, participar.

Se ha dicho, que la comunicación interpersonal, cuando falla, nos hace pasar bastante malestar. Y uno de los factores importantes en tales fallas es nuestra imaginación acerca de lo que los otros quieren, sienten y piensan.

Para evitar esto, existen dos sencillísimas claves fundamentales, pero muy poco aplicadas:

Decir cortésmente al otro, lo que pensamos, sentimos y queremos y
Preguntar cortésmente al otro, lo que piensa, siente y quiere.

En la medida en que sepamos utilizar estas claves, también mejoran nuestras relaciones interpersonales y nuestra autoestima.

Debemos tener en cuenta a las dos ideas contradictorias que se relacionan con esto:

• Uno quiere que los demás sepan lo que pensamos, sentimos y queremos, pero, al mismo tiempo,
• Uno cree que es una debilidad mostrarse transparente.

Una forma de salir de la paradoja, es tomar conciencia de que la realidad muestra claramente que la gente no lee la mente o, en todo caso, la lee bastante mal; si así no fuera no existirían estafas, infidelidades, y todo lo derivado de no saber bien lo que piensa, siente y quiere el otro.
Esperamos demasiado de la comunicación del otro y nos quedamos cortos con nuestra propia comunicación. Podemos decir, y podemos preguntar. Y es la médula de la cuestión.

Otro punto importante consiste en saber administrar estas dos claves:

• No se trata de expresar continuamente lo que pensamos, sentimos y queremos sobre cada cosa, por insignificante que fuera. El sentido común es una buena guía.

Trata de aplicar estas recomendaciones durante unas semanas, (se te harán milagrosas), y observa qué sucede cuando las personas las ignoran.

Diana González nos proporciona los obstáculos más frecuentes para tener relaciones positivas:

Las palabras utilizadas

Muchas veces se habla demasiado rápido o en forma antipática; se juzgan los motivos de la persona y se responde de la manera en que se cree que debería ser tratada en ese momento; se abusa de términos emotivos como ‘lealtad’, ‘compromiso’ o ‘fidelidad’. El libro de Proverbios contiene muchas advertencias contra el uso poco sabio de la lengua, y la mayoría de ellas se refieren a hablar menos y pensar más.

Comunicación no-verbal ineficiente

Por ejemplo, el líder mira repetidamente el reloj, fija la vista en el vacío y mueve la cabeza en forma amenazante. Sin necesidad de hablar ha comunicado lo siguiente: «No me molestes con esto, no estoy interesado y, más aún, tus ideas son siempre inservibles.»

Mecanismos de escape

Siempre a la defensiva, el líder dice las cosas en abierta hostilidad. Consistentemente, proyecta la imagen que piensa aumentará su estatus, evitando la transparencia y la vulnerabilidad en su rol. Lo que parece un mecanismo de escape normal, puede convertirse pronto en una neurosis, a medida que su personalidad cambia y se enfoca más y más en sí mismo y menos en los demás.

Motivación impropia

Los conflictos siempre estarán presentes en toda relación, pero se tornan especialmente desagradables cuando la gente se siente manipulada más que motivada por sus líderes. La motivación viene cuando las personas creen que sus líderes se preocupan por ellas, y no solamente por lo que hacen.

Visión diferente del liderazgo

Por ejemplo, la autocracia puede producir resentimiento y generar conflictos constantes. Otra circunstancia puede ser la de tener siempre razón. Si alguien tiene razón todo el tiempo, intimida a la gente e impide que ésta se acerque a él, le comente sus problemas y, finalmente, termina aislado.

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