¿Cómo compran dólares los venezolanos a través de bitcoins?; por Víctor Salmerón

Por Víctor Salmerón | 23 de enero, 2017

Durante catorce años el Gobierno ha intentado decidir a qué precio y cuántos dólares puede comprar cada quien en Venezuela, pero el mercado paralelo donde las empresas y los particulares buscan adquirir los billetes verdes que no les vende el Banco Central de Venezuela, ha demostrado una gran terquedad y no ha dejado de existir. El nuevo vehículo para eludir el control de cambio, en momentos en que la inflación pulveriza el valor del bolívar, es el bitcoin.

A través de páginas web como Localbitcoin o Surbitcoin es posible comprar bitcoins con bolívares y luego revenderlos en el exterior a través de un portal como Coinbase o Poloniex, para obtener dólares a un precio que al cierre de la semana pasada se ubicaba 10% por debajo de la tasa que divulga Dólar Today, una página que se ha convertido en un influyente marcador en el mercado paralelo difundiendo una cotización que en teoría corresponde a “operaciones privadas en la ciudad de Caracas” y otra relacionada con la compra de pesos colombianos en la frontera.

Tras registrarse en alguna de las páginas web que sirven de intermediarias, para lo cual solo necesita una cuenta de email y proveer información básica, ya es posible comprar bitcoins con bolívares eligiendo la oferta que más le convenga y el método de pago que considere más adecuado; por ejemplo, puede que algún vendedor solo acepte trasferencias provenientes de determinados bancos.

Al cierre del viernes 20 de enero el bitcoin se cotizaba en torno a 3 millones 150 mil bolívares y en el exterior tenía un precio de 894,27 dólares. Pero una de las características que hacen atractiva esta moneda es que es posible comprar medio bitcoin, un cuarto o lo que desee. Cada vendedor fija el mínimo que está dispuesto a ofertar y el máximo.

Una vez los bitcoins están disponibles en el “monedero” del comprador, es posible revenderlos en otros países como Estados Unidos a través de un portal y los dólares son transferidos a una cuenta bancaria o de sistemas como PayPal.

El mercado ha ganado liquidez. De acuerdo con datos del portal Coindance, que recopila información de distintos países, los datos aportados por Localbitcoins señalan que en la primera semana de este año el volumen de operaciones sumó 8,3 millones de bolívares, cifra récord que marca un fuerte ascenso respecto a los 84 mil bolívares reportados en la primera semana de 2016.

Operadores explican que los bitcoins se pueden vender por bolívares “de inmediato y si se coloca un precio alto pero razonable, en un día o dos. En el exterior la operación es de inmediato”.

La empresa Coingroup cobra una comisión por efectuarles a sus clientes las transacciones que deseen hacer a través de bitcoins desde Venezuela.

El abogado Fernando Fernández explica que actualmente no existe en el país normativa que regule las operaciones con bitcoins y las transacciones son perfectamente válidas. No obstante, indica que “todo dependerá de la seriedad entre las partes y el tipo de contrato que se realiza, así como del cumplimiento. Existe el riesgo de estafas o de que se utilicen estas transacciones para el lavado de dinero. La sugerencia es que se evalúe muy bien cada operación hasta tanto surjan regulaciones o sentencias que fijen el alcance y límites frente a eventuales fraudes o lavado de activos, como toca a cualquier tipo de negocios”.

 ¿Qué es bitcoin?

A diferencia del dólar o el bolívar, que se imprimen en billetes y monedas, el bitcoin es completamente digital y no está controlado por algún banco central. Nació en 2009 concebido por quien se dio a conocer a través del seudónimo Satoshi Nakamoto y, posteriormente, el australiano Craig Steven Wright afirmó ser el padre del sistema.

De acuerdo con las reglas la masa monetaria —es decir, la cantidad de bitcoins en circulación— nunca podrá exceder los 21 millones y el sistema ofrece mayor confidencialidad que un banco ya que las transacciones no contienen datos personales y privados.

El bitcoin tiene un precio que expresa su valor con base a la oferta y la demanda exactamente como ocurre con otras divisas, y ha demostrado ser bastante volátil. En 2016 el valor de un bitcoin se disparó desde los 429,9 dólares hasta 968,6 impulsado por la fuga de capitales que experimenta China e inversionistas en busca de refugio en medio de sacudidas como el brexit y la incertidumbre generada por la elección de Donald Trump.

En la primera semana de este año continuó acaparando la atención al escalar hasta un precio de 1.135 dólares el 4 de enero, su valor más alto desde el máximo histórico marcado en diciembre de 2013, pero entonces vino el declive. Bastó que el banco central de China anunciase una investigación sobre las transacciones con bitcoins a fin de determinar si ha habido casos de manipulación de mercado, financiación ilícita o blanqueo de dinero, para que descendiese hasta 779 dólares el 11 de enero.

La moneda virtual es el principal vehículo que utilizan los chinos para protegerse del descenso del yuan respecto al dólar y un entorno económico turbulento. El Banco Popular de China dijo el sábado que las reservas del gigante asiático se situaron en el nivel más bajo desde marzo de 2011. Analistas explican que esto refleja la intención de las autoridades de utilizar las reservas para comprar yuanes e impulsar la apreciación de la moneda que en 2016 se desinfló 7%.

Los analistas de Saxo Bank incluyen al bitcoins en su lista de posibles “cisnes negros” que podrían impactar a los mercados este año. La firma explica que “los cisnes negros no deben considerarse como las perspectivas oficiales de Saxo Bank, sino eventos y movimientos atípicos que, de producirse, tendrían un enorme potencial para alterar las opiniones de consenso”.

La gran sorpresa, señala Saxo Bank, podría suceder si la administración de Donald Trump eleva el déficit presupuestario de Estados Unidos de forma exagerada e impulsa la inflación obligando a la Reserva Federal a ajustar las tasas de interés y fortalecer al dólar. Esto crearía un efecto dominó en los mercados emergentes y especialmente en China, que iniciaría la búsqueda de alternativas al sistema monetario coronado por el dólar. En este escenario, crecería la popularidad de monedas alternativas y se triplicaría el valor del bitcoin.

Aceptación

La moneda virtual gana espacio en Europa, Estados Unidos y en la arquitectura financiera global. Microsoft decidió aceptar bitcoin como moneda de pago en diciembre del 2014 para cargar la cuenta que permite hacer compras en las tiendas virtuales de Windows y Xbox. Además, recientemente anunció que la incluirá en el Excel 2016.

También en 2014 Dell, el tercer fabricante de equipos informáticos en el mundo, se sumó a la lista de compañías que la aceptan como medio de pago que, entre otras, incluye a servicios de Internet como Namecheap, WordPress, Reddit y Flattr, aparte de restaurantes y profesionales, sobre todo, los relacionados con el mundo informático.

En enero de 2015 BBVA Ventures, el brazo de la entidad financiera española que invierte en empresas emergentes, fijó su mirada en la plataforma de bitcoin Coinbase, que ofrece a consumidores y compañías la posibilidad de comprar, vender y realizar transacciones con la moneda virtual. BBVA inyectó 75 millones de dólares al proyecto.

Ya existen cajeros automáticos bitcoin donde el usuario retira dinero de su monedero virtual y lo recibe en billetes locales como dólares, euros o pesos. También es posible realizar lo contrario, es decir, depositar monedas tradicionales para convertirlas en bitcoins que nutren el monedero virtual.

El portal Bitcoin ATM Radar cuenta la cantidad de cajeros automáticos que procesan bitcoins en el mundo y señala que al cierre del 19 de enero de este año existen 949 en 53 países. 73% de los cajeros está ubicado en Estados Unidos, 20,4% en Europa, 4,1% en Asia, 1,7% en Oceanía, 0,3% en Suramérica en países como Brasil, Argentina y México y 0,1% en África.

Los cajeros se reproducen a un ritmo acelerado, Bitcoin ATM Radar afirma que la red se expande a un ritmo de 1,4 cajeros automáticos por día. Las máquinas son producidas por 19 empresas, pero pocas compañías controlan la mayor parte del mercado. GenesisCoin posee 42% del negocio de fabricación de cajeros, seguida por Lamassu que posee 20%.

La minería

En el mundo físico la falsificación de los billetes requiere de papel moneda, tinta y máquinas para hacer un duplicado convincente. En el reino digital es posible copiar sin mayor costo los archivos que dan cuenta del dinero y por tanto se requiere de un efectivo sistema de seguridad.

Para superar este inconveniente, los inventores de bitcoin diseñaron un modelo que comprueba cada transferencia en un libro de contabilidad público llamado cadena de bloques.

La verificación de las operaciones la realizan los “mineros” y no se trata de un sistema centralizado sino que cualquier persona en cualquier país puede ser parte del protocolo de verificación. Como pago, recibe bitcoins.

En Venezuela se cuenta con la ventaja de que el costo de la electricidad es bastante bajo, algo que ayuda a compensar con relativa rapidez la inversión en las máquinas de minado. La más popular en este momento (Bitmain Antminer S9) tiene un precio que oscila entre 2.500 y 3.000 dólares en Estados Unidos. En China puede adquirirse por 1.800 dólares.

Alejandro Dumont, socio de Coingroup y quien ha incursionado en la minería, explica que “cada máquina puede dar una ganancia que ronda los 160 dólares mensuales”, pero advierte de que la rentabilidad también depende del nivel de dificultad, “que es una medida que estandariza el tiempo de minado, es decir, lo que se tardan las máquinas en procesar cada bloque”.

“Es como cuando las escuderías de Fórmula Uno comienzan a tener mejor tecnología y materiales al punto de que sus autos corren más rápido que el resto. Entonces, la FIA coloca regulaciones para que todas las escuderías se estandaricen. Así ocurre con las minadoras y el nivel de dificultad”, dice Dumont.

Esto obliga a que si la tecnología evoluciona es necesario realizar nuevas inversiones, aparte de que es necesario considerar que en Venezuela las fallas de electricidad son frecuentes, las máquinas hacen ruido y si se intenta contar con una granja, es decir, alrededor de 20 máquinas el consumo se dispara y comienzan las visitas de técnicos de Corpoelec.

Todo indica que en un entorno donde nada hace pensar que la administración de Nicolás Maduro contempla eliminar el control de cambio, para permitir que las empresas y los ciudadanos compren dólares libremente, es previsible que las transacciones con bitcoin continúen en aumento y la moneda virtual se convierta en un refugio frente a la caída del bolívar como moneda reserva de valor.