Comunas y esclavismo

Durante la edad media, los señores feudales, amos del poder político y de la tierra, tenían asegurados a sus siervos; ya que en ausencia del dinero el intercambio económico era el trueque y tenían que pagar la renta de la tierra con trabajo. Los esclavos se veían impedidos a moverse de un lugar a otro, al no poseer una forma de intercambio económico de fácil transportación.

Cuando aparece el dinero de jure, que era aceptado en cualquier lugar, los siervos pudieron pagar la renta de la tierra, vender sus productos, moverse más libremente de un lugar a otro y trabajar donde le ofrecieran la tierra en mejores condiciones. Empujando aun más, el paso del feudalismo al capitalismo.

En la Iberoamérica semi feudal, de hasta mediados del siglo pasado, muchos de los amos del poder político, y de la tierra, mantenían a sus campesinos esclavizados en sus haciendas, pagándoles con fichas, que sólo tenía valides en los negocios de su propiedad.

El dinero aumenta la libertad de elegir del ser humano, puede disponer mejor de su vida, como y donde mejor desee. –moverse con dinero es más fácil, que hacerlo con un racimo de plátano– lo que ha preocupado y preocupa a los déspotas, corruptos y dictadores, que pretende controlar la vida y bienes de las personas, reduciéndolos a simples esclavos-.

En los regímenes socialistas del mundo –donde los medios de producción están en manos del Estado—se procura que las personas no puedan moverse, de donde están siendo controlados por la elite política. No sólo se les prohíbe salir del país, sino también, de la ciudad y barrio donde viven; lo que logran con las tarjetas de racionamiento y con el control de todos los empleos, por parte del gobierno.

Con la genial idea de los revolucionarios de Venezuela, nadie podrá moverse muy lejos de su comuna, ya que, el dinero que se manejara en cada comuna será diferente. Los negocios de propiedad social, del ejecutivo nacional, no podrá recibir fichas de una comuna diferente. Con lo que se imposibilitara a los esclavos del régimen, ir de una ciudad a otra, sin la autorización de los amos del PSUV, o tendrán que viajar con un saco de maíz al hombro, para el trueque. El ahorro desaparecerá, garantizando la pobreza del esclavo. Una medicina o una lata de pintura para la casa, tendrá que tramitarse con el jefe de la comuna, que te conoce y controla, y que es escogido bajo la supervisión del ejecutivo nacional, por intermedio del Ministerio del Poder Popular: para darle todo el poder al Presidente de la República y del partido. Amo y señor de vidas y bienes.

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