Puerto Cabello se convirtió durante la colonización en un punto importante para el comercio, ya que era considerado como uno de los mejores puertos del nuevo mundo: desde aquí salía el cacao, el café, el algodón y el índigo a las islas holandesas.
Las calles de la zona colonial conservan la belleza arquitectónica de la época, con sus hermosas casas y sus calles empedradas, las cuales hacen evocar un pasado histórico notable.
En el Malecón, se puede observar el mar, además del imponente Fortín de San Felipe, también conocido como el Castillo del Libertador, el cual sirvió como refugio de la ciudad en el período colonial, ya que los piratas la acechaban constantemente.
En la entrada de la ciudad, está ubicado el Fortín Solano, edificación construida por en 1732 por la Compañía Guipuzcoana. Desde aquí se divisa toda la ciudad y en especial su puerto.
Alrededor de la plaza Bolívar están ubicados el Concejo Municipal y la Hermosa Iglesia Catedral de San José, construida con piedra coralífera.
Borburata
Borburata es el primer poblado fundado en el centro del país, luego del descubrimiento del Lago de Valencia por Juan de Villegas en 1547. La Borburata original fue Puerto, pero luego fue mudada más adentro, al sitio que ocupa en la actualidad.
Frente a las costas de Borburata ocurrió una batalla naval, entre una flotilla patriota con instrucciones del General Páez el 1° de Mayo de 1823. Para 1836, el Congreso rehabilita el Puerto de Borburata, por estar Puerto Cabello ocupado por la revolución de las Reformas.
En cuanto a su folklore, las fiestas de «San Juan Bautista» son cálidas en Borburata, allí existen los llamados «Sanjuaneros» que están reunidos en la sociedad civil «Culto al San Juan Bautista». Todos los años tienen su programación que comienza el 23 de junio en la mañana, ese día el Cura entrega la imagen del Santo, la bendice y la deja en manos de los bailadores y allí se inicia la parranda. El 29 de junio repican las campanas y suenan los tambores, pues la fiesta de San Pedro se une a la de San Juan.
Calle Los Lanceros
Hermosa calle típica y angosta, que ha llegado a caracterizar a la ciudad de Puerto Cabello. Se encuentra en la zona colonial, posee aproximadamente 300 mts. de largo por cuatro mts. de ancho. Originalmente era llamada calle «Morian o Ño Morian», nombre que le fue cambiada por «Calle Lanceros» en honor al General José Antonio Páez.
A lo largo de la calle nos encontramos con casas de construcción colonial, destacando sus ventanas de tipo andaluz, sus balcones, principalmente el del Museo de Historia.
Este museo fue rescatado por un grupo de artistas populares, encabezado por Javier La Rosa, y actualmente está abierto al público mostrando lo mejor de las diferentes manifestaciones artísticas: Artesanía popular, arte ingenuo, tallas en madera y piedra, pintura, etc. En esta calle también se podrá encontrar una posada llamada Santa Margarita, con habitaciones de ambiente colonial y servicio de restaurante.
Camino los Españoles
En los primeros tiempos de la Colonia en el siglo XVI, la comunicación terrestre entre la Nueva Valencia del Rey y la costa marítima donde se levantaba el puerto de la Concepción de Borburata, se realizaba a través de trochas abiertas por los aborígenes. Víveres y frutos se intercambiaron sobre las espaldas de los nativos, y más tarde comenzaron a ser utilizados por los Conquistadores Españoles, las bestias traídas y aclimatadas en tierra de América.
En el año de 1664, el Alcalde Ordinario de la Nueva Valencia del Rey, el Maestro de Campo Don Domingo Vásquez de Rojas, de común acuerdo con los demás integrantes del Cabildo Valenciano resolvió la construcción de un camino entre la Nueva Valencia y el Puerto de la Borburata, que reemplazara al utilizado hasta esa fecha, que salía a la costa por Patanemo, porque por dicha vía se tardaba hasta dos días, mientras que el camino que se pretendía abrir al Valle de Borburata era de medio día de jornada, muy a propósito para dar los socorros a tiempo en caso de ataque de enemigos procedentes del exterior.
Este camino de Carabobo, donde se levanta el majestuoso puente ojival de Paso Hondo se encuentra a poca distancia de la confluencia de los ríos San Esteban y El Guayabo. Este puede fue construido entre los años 1807 a 1888, según referencias del historiador porteño Asdrúbal González.
Catedral San José
En sus inicios la Catedral de San José sirvió para congregar el culto de todas las Iglesias cercanas incluyendo aquel del Antiguo Templo de San José que se conoce en la actualidad como la Iglesia del Rosario. El otrora llamado Templo Nuevo comenzó a impactar la ciudad por su estructura desde el año 1852.cuando se inició su construcción sobre unos terrenos que fueron donados por Decreto del Congreso Nacional un año antes cuando el Ingeniero de origen Polaco Alberto Lutowsky y una junta de personalidades de la ciudad tuvieron a su cargo la planificación de la obra.
La Catedral de San José ha visto su destino cambiar varias veces desde entonces, incluso se dice que llegó a albergar a los reclusos de la guerra libertadora. En la actualidad, aun cuando ha vuelto a ser remodelada no ha podido rescatar su esplendor de antaño. Una acción rápida de convocatoria a la ciudadanía y a los visitantes debe reactivar la actividad que puede promover el fervor del porteño de cara al siglo XXI.
Fortín Solano
El Mirador de Solano fue ejecutado sobre la base de planos elaborados por el Brigadier Agustín Crame, el más importante ingeniero militar que España enviara a esos territorios, los cuales se firman y se fechan en Caracas el 15 de mayo de 1778, la obra actual presenta la misma estructura triangular que ideara su autor, La estructura hexagonal existente desde 1765, fue proyectada y construida por Don José Solano y el Conde Don Miguel de Roncallyh. La solidez de su construcción radica en que está hecho de piedras de canteras explotadas en el mismo lugar y las cuales impidieron, no sólo el deterioro ocurrido por el paso del tiempo, sino los efectos de las guerras por no existir en el ejército de la república ni compañías de zapadores ni de mineros ni instrumentos adecuados, y ante el asombro de su estructura se salvó en mayo de 1823 de ser volado por las fuerzas patriotas que se retiraban luego de sitiar la ciudad.
El capitán de la Armada Española, Don José Solano y Bote, Marqués del Socorro nació en Cáceres, España. Carlos III lo encarga el 23 de mayo de 1763 de gobernar la Provincia de Venezuela. Don José Solano en su afán científico hizo elaborar un mapa con especial señalamiento de los recursos de cada región para así desarrollar la agricultura y la ganadería.
Don José Solano dejó su nombre sembrado en Puerto Cabello convertido en piedra de Fortín. Carlos III premia su valor y lealtad con su ascenso a Teniente Coronel y la concesión del Marquesado del Socorro, más tarde recibe el encargo de derrotar de nuevo a los ingleses esta vez como Comandante de las Fuerzas Navales de la Corona.
Al morir, el viejo capitán de la mar tenía en su haber 64 años de servicios continuos a España y a su Rey.
Fuente: www.mipuertocabello.net