Construyendo interrelaciones positivas

Vea a cada persona como un ser único.
Si nos tomamos el tiempo y la energía necesaria para conocer a una persona realmente, descubriremos que es diferente al resto.
Todos tenemos diferentes historias y visiones especiales del mundo.

Dale Carnegie

Debemos saber aprovechar nuestras oportunidades, por ejemplo, el permanecer todavía en esta dimensión y saber sacarle provecho a nuestras interrelaciones en donde expresamos día a día nuestras emociones, sentimientos que nos indican de acuerdo a los resultados, que tanto sabemos gerenciarlos, optimizar nuestras interrelaciones que no permitan crecer como persona.

Lo importante, es sorprenderse en nuestras acciones, en la forma cómo nos interrelacionamos, cómo nos comunicamos, cómo manejamos nuestra energía de tal manera que nuestras interrelaciones nos favorezcan.

Al respecto, Diana González nos indica, que se pueden alcanzar buenas relaciones si consideramos los siguientes aspectos:

Ayudar a que los demás entiendan su genuino interés por ellos
Por ejemplo, tener reuniones periódicas con los colaboradores en las que se hagan preguntas y se compartan los problemas

Ayudar a que los demás entiendan los valores positivos de los conflictos interpersonales
Los conflictos no son necesariamente malos, dado que producen el desequilibrio necesario para que nuevas ideas sean así generadas.

Ayudar a los demás a desarrollar un estilo de liderazgo propio
La tarea del líder no es solamente liderar, sino ayudar a que otros desarrollen su propio estilo de liderazgo. Éste se aprende por imitación. Si se trabaja en equipo con los subordinados, estos lo harán con aquellos a quienes ellos supervisan.

Dominar las dinámicas propias del liderazgo de equipo
Un líder debe saber cómo involucrar a otros en el proceso de adopción de decisiones, entender las características de los grupos en general, (y particularmente del grupo con el cual trabaja), tener una buena idea del proceso de comunicación, y demostrar sensibilidad hacia los sentimientos y valores de otros.

Aprender a escuchar a los subordinados
Las relaciones humanas dependen, en gran parte, de nuestra habilidad para escuchar. He aquí algunas pautas: retroalimentación, (repetir lo escuchado para ver si se ha interpretado bien); prestar atención al otro; admitir ideas preconcebidas, (dar a conocer a los demás el trasfondo del cual se proviene, para que ellos puedan comprender mejor los mecanismos que guían la toma de decisiones); autodisciplina, especialmente, disciplina de las emociones, (evitar mostrar enojo, hostilidad o resentimiento en la conversación con un colaborador), y no interrumpir, (no terminar las frases de los demás, sino esperar a que ellos lo hagan).

Por su parte, Adele Britton, en su reciente Audiolibro From Pain to Passion, ofrece una hoja de ruta para la creación de una vida más alegre, mediante interacciones más positivas con amistades y seres queridos.

Britton, sugiere pasos muy fáciles para la creación de herramientas necesarias, y asì crear buenas relaciones en una forma sorprendentemente sincera, matizando su narrativa con historias y ejemplos seleccionados entre sus más de dos décadas de experiencia como psicoterapeuta, personalidad de la radio y columnista de asesoría online en el sitio www.AskAdele.com. Estas son sólo algunas de sus recomendaciones:

• Trate de identificar las cosas que le hacen sentir vivo y creativo. Ponerse en contacto con sus emociones, le dará fuerza y le ayudará a comunicarse mejor.

• Priorice la salud y felicidad de su relación sentimental. Es importante hablar de los valores e ideas que ambos consideran importantes, incluyendo la disponibilidad emocional de los dos componentes de la pareja.

• Asegúrese de que su comunicación es efectiva y beneficiosa para todos. Si se siente agotado, a la defensiva o incomprendido, está luchando con los demás, no relacionándose. Hablar con respeto a los demás es, el primer paso para resolver los conflictos con efectividad.

• Deje de defender sus puntos de vista a capa y espada. Tenga su mente abierta y sea generoso. Las relaciones pueden dañarse, cuando una de las dos personas insiste en tener la razón.

• No trate de echarle la culpa a nadie. El dedo acusador nada resuelve, y sólo conduce a la irritación, la culpabilidad y el descenso de la autoestima.

• Conozca la diferencia entre la ira productiva y la cólera. La cólera que se expresa con desatino, o no se canaliza, puede transformarse en ira destructiva. La comprensión y el control positivo de la cólera, son vitales para una relación saludable.

• No sea posesivo con sus seres queridos. La creencia de que su cónyuge “le pertenece” invita a hablar, pensar y controlar la vida del otro inadecuadamente.

• No use el pasado como elemento de acusación. Las familias saludables aprenden de sus errores y adoptan formas nuevas y maneras constructivas, para disfrutar en común de una vida transformada hacia lo mejor

• No piense como lo hicieron sus padres. Para lograr relaciones adultas y funcionales, hay que dejar a un lado las creencias y valores de la niñez. Ponga en práctica su propio sentido común e intuición, creando y siguiendo sus propios objetivos.

• Haga de la alegría, el amor y la pasión el centro de sus relaciones interpersonales. Acepte los conflictos como una oportunidad de enfrentar y resolver los problemas juntos.

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