Cuatro Palabras Mágicas

Horacio Alfonso – Hace un tiempo me encontraba tomando un curso en el que tuve que hacer una ejercicio que quiero compartir contigo.

Me pidieron que tomara una hoja y comenzara a anotar 50 cosas que me gustaban de mí.

Cuando el instructor dijo que tendríamos que escribir 50, creo que a todos nos pareció bastante exagerado. En mi caso, me recordé que como soy argentino y tenemos la fama de ‘creídos, fanfarrones y orgullosos’ no me sería muy difícil cumplir mi tarea. Bueno, en realidad, te confieso que me costó llegar a 20, y cuando creía que ya las tenia, hacia un recuento y todavía estaba lejos. Cuando finalmente me encontré cerca, el maestro nos dijo que íbamos a tener que escribir también lo que no nos gustaba de nuestra persona, y creo que ya te imaginarás lo que sucedió.

Fue mucho más fácil escribir las cosas negativas. Esas fluían mejor, claro que en mi caso me di cuenta de que tanto lo bueno como lo malo, eran parte de una misma cosa. Si por un lado me gustaba mi apariencia física, también habían cosas que no me gustaban, Si por otro lado me gustaba algún buen habito como el ser organizado y limpio, tampoco me gustaba que a veces me faltaba orden y limpieza. Era como que todo era parte de una misma cosa, como si fueran dos caras de una misma moneda.

Bueno, para hacerte la historia más corta, tuvimos la tarea de escribir 200 cosas que nos gustaban de nosotros. Te cuento que yo no la termine el ejercicio, pero aprendí muchísimo de este ejemplo, comparto la siguiente:

Cada vez que buscaba decir algo positivo de mi persona, mis pensamientos se me alborotaban y viajaban como a mil por hora o más bien por segundo. Tenía una mezcla de sentimientos y mis emociones se agitaban. Me di cuenta cuan poco me felicito o cuan pocas veces me doy palmaditas a mí mismo.

Note que he sido condicionados más para vivir con culpa que para vivir inocente. Imagínate cuantas programaciones y creencias debo haber ingresado en mi cerebro desde muy temprana edad. Recibí del medio ambiente (padres, amigos, escuela, maestros, adultos, etc.) influencias de las que no soy consciente. Hoy no sólo es cierto que yo tengo creencias limitantes, sino que es también cierto que estas creencias me tienen a mí.

Creo que continuamente busco aprender más de cómo ayudar a alguien a superarse por una razón muy simple. Cuando ayudo a alguna persona, me ayudo a mí mismo. Siento que cada vez que ayudo a sanar, en realidad me estoy sanando a mí mismo.

Escuche que los mayas tenían un saludo en el que decían: “Tu eres yo, Yo soy tu”, me hizo pensar en la sabiduría que hay en esto. Yo me reflejo en Ti, y Tu en MI.

¿No te ha sucedido que a veces lo que te molesta de algo o de alguien es justamente lo que en el fondo te molesta de ti?

¿Cómo hacer para desprogramar todo esto? ¿Cómo disolver esas creencias?
¿Cómo eliminar estas limitaciones?

Permíteme compartir una forma, que según mi experiencia es poderosísima porque tiene que ver con hacernos cargo del único que en realidad podemos hacernos cargo. Cuando lo escuche por primera vez, me cambio la vida y no ha sido la misma desde entonces.

Yo soy responsable 100 % de todo lo que sucede. Esta es una de las enseñanzas de Hooponopono, una antigua filosofía Hawaiana que fue practicado por el Dr. Ihalekala Hew Len en un hospital y hecho popular por Joe Vitale (uno de los invitados a participar en la película “el Secreto”). No te estoy proponiendo una religión o que creas en una cura sobrenatural, pero te cuento que con esta técnica de sanación Hawaiana de aceptación y perdón, con solo cuatro palabras se pueden disolver montanas de problemas y auto-limitaciones. Solo debes repetir ( y no es necesario en voz alta) : Lo siento, Te amo, Perdóname, Gracias. Te aclaro que no son mágicas como lo dice el titulo o quizás si lo sean, no puedo asegurarlo.

Sin tener que hacer explicaciones profundas. Solo te pido que repitas mentalmente estas palabras como un ‘mantra’ y sientas el cambio de tus emociones y pensamientos. Yo pienso que estas son declaraciones básicas para nuestro bienestar y no necesariamente tienen que ver con algo metafísico. En realidad no lo se, solo puedo decirte que lo he usado por algunos años y todo mi mundo se continua transformando, vivo con paz, tranquilo y la gente que esta a mi lado también. Algunas veces pareciera que las cosas no están saliendo bien, y entonces recuerdo que debe haber algo que tengo que limpiar en mi percepción, porque me doy cuenta que ese mundo que me está afectando lo estoy percibiendo yo, como mis sentidos.

Hoy se conoce que nuestro cerebro recibe alrededor de 12 millones de BIT por segundo, pero nuestra consciencia solo puede manejar 70 BIT por segundo. (*)

Sistema sensorial Ancho de banda Ancho de banda Consciente
(BIT/Seg) (BIT/Seg)

Ojos 10.000.000 40
Oídos 100.000 30
Piel 1.000.000 5
Gusto 1.000 1
Olfato 100.000 1

Tenemos miles de millones de células nerviosas y cada una equipada con un promedio de diez mil conexiones con otras células y así pueden manejar mas de un BIT por segundo. Es decir que la cantidad de conexiones en nosotros son astronómicas. Tenemos, quizá 100.000 millones de estrellas en nuestra Vía Láctea y por cada una de ellas tenemos una célula nerviosa en nuestra cabeza. Así el número de conexiones entre ellas es mas allá de nuestra comprensión.

O sea que de alguna forma todo ese universo de información que nos llega al cerebro, tu cerebro y mi cerebro lo resume o lo sintetiza en lo que yo percibo conscientemente.

O sea que yo no sé mucho de lo que en realidad está sucediendo allá afuera. Pero si lo que me está llegando me está, poniendo triste y acarreando sufrimiento, entonces necesito limpiarme, limpiar mi mente, mi memoria me percepción, mi universo que soy yo.

Sé que puede parecer muy simple y extraño, pero de acuerdo a muchas investigaciones de los últimos años en el campo de la física quántica y la neurociencia, sabemos que a nivel quántico lo que está allá fuera es afectado por el observador, o sea que el observar no es inocente, sino que no solo hay conexión con lo observado sino que influye lo observado y que es dudoso el poder hablar de mirada ‘objetiva’.

Hace un tiempo, traduje una canción al español y me imagino que si deseas poner en práctica algo de los leído querrás escucharla. Yo no soy cantante profesional, pero me siento muy privilegiado poder compartirla contigo y el mundo.

Espero que puedas experimentar Hooponopono, esto no es para hacer ‘filosofía’ sólo es para trabajar en ti, que al fin es también trabajar en mi, que soy el responsable de que me estés leyendo porque de alguna forma nuestra vibraciones están en sincronía.

(*): The User Illusion by Tor Nerretranders – Pág. 143

Ver video:
http://www.youtube.com/watch?v=nJyv0dHNcjY

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