Cuatro principios empresariales (I)

En discusiones con socios y estudiantes surgió el tema sobre la existencia de algunos principios, que como valores o guías de acción deben contar las empresas. Independientemente que sea privada, pública, social o comunitaria; posea fines de lucro o no la posea. Recuerdo en particular mis conversaciones con Manuel Fontenla, uno de los máximos exponentes de la revolución ética empresarial en Carabobo. De estas discusiones partió la idea de desarrollar algunos de estos principios. En lugar de una larga retahíla de atributos, asumimos pocos principios. La razón es que mientras menos sean, mas sólidos serán y se convertirán en verdaderos guías de la acción empresarial. Si son muchos, entrarían en conflicto y en lugar de ayudar, se convertirían en fuente de confusión y conveniencia ética, donde habría un principio de acuerdo a la conveniencia del momento.
Así que sólo detallaré cuatro principios o pautas:

La necesaria rentabilidad de la empresa, la competitividad, la consideración de la dignidad de los seres humanos como centro de su acción y el buen ciudadano empresarial.

La primera parece ser obvia, toda empresa tiene que ser rentable; sin embargo, al ver los ejemplos vemos que muchas veces este factor se obvia. La rentabilidad no necesariamente tiene que ser económica, ya que también puede ser social. Aquí se considera la labor del sector público y de las organizaciones sin fines de lucro, pero que necesariamente los beneficios que generan deben ser superiores socialmente, que los costos de su patrocinio. La utilización de precios hedónicos puede ayudar en las consideraciones de costo-beneficio de este tipo de empresas.

Hay que considerar igualmente, el cociente riesgo empresarial/tasa de retorno. A medida que aumenta el riesgo de fracaso de la actividad y el entorno, debe exigirse un mayor nivel de renta, así que actividades con precio volátiles y con entornos poco predecibles, deben tener un mayor retorno, mientras que aquellas actividades, con niveles estables de precios en ambientes estables, puede exigir una menor tasa de retorno.

Seguiremos con el tema, en próximas ediciones.
 
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