Curazao

Una isla, colonia de Holanda, llena de encanto, de colores y formas; de espacios y de una magia que te envuelve y encanta. Es un lugar simple, con belleza natural, por sobre cualquier otro aspecto; allá todo es de verdad, la arena blanca y delgada, el mar casi esmeralda; tibio y con un suave oleaje que invita a la aventura, al placer y el entretenimiento.

El abanico cultural y étnico de Curazao es impresionante. En este pequeño pedazo de tierra, ubicado justo arriba de Venezuela, cohabitan tres idiomas oficiales: español, inglés y holandés, aunque la forma más tradicional de comunicación entre los isleños es el papiamento, dialecto muy similar al “portuñol” y que encuentra sus raíces en el español y el holandés.

Esta isla, cuya capital Willemstad es reconocida por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad y es el hogar de 160 mil residentes, quienes provienen de 55 culturas diferentes que comparten una armonía religiosa y étnica. El catolicismo congrega al 80 % de la población; pero también es posible encontrar judíos, musulmanes, bautistas, adventistas, testigos de Jehová y metodistas; todos con un lugar de oración. Es así como destaca la Sinagoga, templo cuya principal singularidad es, su excéntrico piso de arena que asemeja la vida en el desierto, ubicada en el centro de la ciudad y que, además, exhibe un museo que recuerda la tradición de este pueblo, sus costumbres e historia.

En las calles de Willemstad no es raro encontrar una imagen de la Virgen de Guadalupe con colores vivos y fuertes, que hacen recordar la fe y la creencia de los pueblos. Esta imagen llama a reflexionar y a entender a sus habitantes, quienes se reconocen amantes de su tierra y ven al mundo como un lugar para conocer, pero no para vivir, ya que su isla es su vida, su sangre y su alma. Nada es más verdadero que su historia, sus raíces africanas y su herencia europea.

Curazao ofrece lo que cualquier paraíso debiera tener: libertad, espacio y colores. Es una verdadera paleta de pintura, donde el anaranjado se mezcla con el café de la tierra, con el azul del cielo y el negro de la noche. Donde el amarillo resalta en las casas de techos marrones y los mercados, que son flotantes como la imaginación de un niño. La comida se marca por los sabores de las Indias, la calidad de sus carnes o la sofisticación de la Iguana como plato de fondo y afrodisíaco.

Este pequeño lugar de calles estrechas, recibe gustoso a quien lo visita, se presenta limpio y perfumado. Se deja recorrer y enamorar. Se dan licencias como contar con un santuario de tortugas o un acuario, donde el visitante puede reconocer a cientos de criaturas del mar, como lo son: tiburones limón, de acantilado, peces ángel, tarpones y más.

Para quienes no dejan de practicar el golf, ‘Blue Bay & Beach Resort’ es lo indicado, con un campo de 18 hoyos, 6.155 metros de equipamiento, donde puedes disfrutar de tu juego y de una vista privilegiada de la bahía.

Existe una variada gama de restaurantes donde destacan ‘Fort Nassau’, ‘Japiur-Indian’, restaurant perteneciente al hotel ‘Kura Huloanda’ o ‘Angelica’s Kitchen Goup’, donde la principal novedad es que el visitante aprende a cocinar las delicias de la isla y disfrutar de un relax, una experiencia única.
No hay hotel o lugar que no cuente con un moderno casino. Con salas de traga monedas y juegos de azar que permiten acercarte a un derroche de adrenalina, de ambiciones y dinero.

Para las mujeres, todo es perfecto. Podemos contar con guarderías asociadas a los hoteles, atendidas por educadoras de párvulos y con isleñas que hacen que tus hijos aprendan la importancia de la naturaleza y vean el mar como un manto azul lleno de sorpresas y al cual se debe respetar y amar. Para esto, el recién remodelado hotel ‘Hilton’ ofrece áreas especiales para nuestros niños, con juegos adecuados a las distintas edades y habitaciones familiares seguras y reforzadas en sus balcones. Con amplio ‘spa’ a nivel internacional, donde el gimnasio y la sala de relax no te dejarán escapar. Un masaje relajante o la eliminación total de un stress fulminante, estarán siempre acompañados por un delicioso té de manzanilla e hierbas de la zona.

Todo es para ellos y para nosotros. Los adultos descansan y los niños aprenden. Todo el personal domina tres idiomas; por tanto sentirás en casa. Aunque ésta será de cristal, con piso de arena y techo de estrellas.

Qué llevar: Shorts, bermudas, minifaldas, camisetas, tops, trajes de baño, sandalias, zapatos deportivos, gorras, sombreros, protector solar y muchos deseos de divertirse y pasarlo de lo mejor.

Cómo llegar: Aeropuerto Internacional Hato. Vuelos diarios desde Miami, Caracas, algunas ciudades en Colombia y varios vuelos internos desde otros destinos del Caribe.

Ubicación: Curazao se encuentra al suroeste del Caribe, entre Aruba y Bonaire, apenas a 35 millas al norte de Venezuela.

Tamaño: Es la mayor de las Antillas Holandesas, tiene 38 millas de largo y de 2. a 7.5 millas de ancho.

Clima: Localizada fuera del cinturón de huracanes, Curazao tiene un clima cálido y soleado durante todo el año. La temperatura promedio es de 28° C (82° F) y constantemente soplan vientos refrescantes.

Moneda: La moneda nacional es el Guilder Antillano de los países bajos, llamado también Florín. Su abreviatura es AFI ANG, Los precios se cotizan en moneda nacional, aunque el dólar estadounidense es aceptado en todas partes. (Es importante no manejar billetes superiores a los 20 dólares, ya que se vuelve complicado encontrar cambio).

Aerolíneas: American Airlines, KLM, Antillean Airlines, (desde Miami), Delta, Jamaica Air y American Egale, vía San Juan, entre otras.

Dirección-E: [email protected]