¿Datos, información o conocimiento?

“El conocimiento es información
que se ha puesto a producir”
S. Davis

En esta tercera ola: la del “conocimiento”, cuya base central ha sido la revolución de la informática, la cual ha traído grades cambios, no solamente en el mundo tecnológico, sino que también ésta ha influido contundentemente en todos los escenarios sociales y -por supuesto- en los organizacionales, por cuanto las nuevas tecnologías de la información y comunicación han servido para generar más conocimientos y por ende más violentamente. Los estilos actitudinales han tenido un cambio drástico, debido a la gran influencia de esta transformación informática. Sin embargo, en el actual mundo globalizado y de alta competitividad, existe una gran confusión respecto al significante de los siguientes términos: datos, información, inteligencia y conocimiento, elementos éstos que inciden directamente en la estructuración y sistematización de la gran herramienta de sobrevivencia competitiva como lo es: el Capital Intelectual. Entendiéndose como tal, de acuerdo con los autores W. de Gregorio y E. Volpado, como:”Evaluación de la empleabilidad y la competitividad según el nivel de la capacitación de un individuo o de un equipo empresarial. Es un concepto gonádico que hay que pasar a triádico, a las tres inteligencias, a los tres cerebros y su forma integrada en el Ciclo Cibernético de Transformación (CCT)”,

Los autores mencionados anteriormente definen el Ciclo Cibernético de Transformación (CCT) como: “la suma articulada de las operaciones de los tres cerebros (neocortical, límbico y reptil), como proceso de investigación, estrategia y direccionamiento de la sobrevivencia individual o societaria”. La justificación de la significación de “ciclo” es porque gira y se desenvuelve sin cesar, repetitivamente. “Cibernético” (de “kuber”; timón; y “cinétics”: movimiento) porque es información que revela articulaciones, causalidad y comprensión del movimiento o cambio. La información como tal no existe si no es medida como la posibilidad de generar más y mejor conocimiento, en el menor tiempo posible; y, retroalimentación “feedback”, por cuanto sirve para el autocontrol, para darle rumbo o direccionamiento y la autorregulación del sistema.

De acuerdo a las ideas expresadas en los párrafos anteriores, se hace necesario insistir en concretar el significante de los siguientes términos: a) datos: son estrictamente un conjunto de números o cifras, elementos simples que no poseen significados, son los bloques básicos que sustentan una sociedad basada en la información y el conocimiento. Los datos normalmente se presentan en cuatro formas básicas: números, palabras, sonidos e imágenes; y, su uso incluye las operaciones de creación, administración, manipulación, procesamiento, movimiento y/o almacenamiento. Sin embargo, es bueno aclarar que -de acuerdo a los últimos adelantos tecnológicos y con la realidad virtual-, se ha venido desarrollando la posibilidad de utilizar los olores y el tacto como nuevas fuentes de obtención de datos; b) información: es cuando se produce un ordenamiento lógico y secuencial de los datos que dan -en conjunto- origen a un significado; es decir es la resultante del arreglo codificado de los datos, en patrones que tienen un significante. La información es el nivel inmediato superior al de los datos. La información es pasiva y estática (no es buena ni mala), está estructurada de alguna manera y sólo se le da sentido por medio de la inteligencia de las personas; desde esta perspectiva, es un gran error afirmar que estamos en la era de la información, por cuanto su pasividad la hace obsoleta rápidamente; c) inteligencia: es el uso racional de los procesos intelectuales para poder interpretar la información y convertirla en conocimiento; y d) conocimiento: es un acervo de información dinámica, se encuentra en el cerebro de la gente y se puede expresar, como información, a través de los diferentes canales de comunicación existentes. En otras palabras: “el conocimiento es la aplicación y el uso productivo de la información”. Si al conjunto de conocimiento, se le adiciona la capacidad de decisión y el juicio, entonces se obtiene como resultado el potencial intelectual de cada persona en los diferentes escenarios en donde deba actuar. El conocimiento –a diferencia de la información– es activo y dinámico. Le agrega valor a la información, cuando ésta es modificada por medio de la inteligencia y el conocimiento de la gente. Utilizando conceptos tradicionales de contabilidad, el conocimiento es un pasivo para la empresa. Lo tienen los empleados en su cabeza y se lo prestan a la empresa durante el tiempo que dura la relación laboral; no obstante, esta perspectiva ha cambiado radicalmente y el capital intelectual –de acuerdo a las nuevas normas contables internacionales– es un activo intangible y tiene que ser representado en los informes contables empresariales.

El ciclo de la información y la relación “información-conocimiento” para el desarrollo del capital intelectual es muy importante y necesaria recurrencia. La información es fácil de encontrar; entre las fuentes de acopio se pueden mencionar; entre otras, las siguientes: libros, computadoras, fuentes especiales, como Internet y, ésta -a su vez- se convierte en un insumo para que la mente humana, mediante su inteligencia, la procese y la transforme en nuevos y valiosos conocimientos. Éstos, cuando están documentados o expresados de alguna forma o en algún medio de información, se convierten en materia prima –para que otra persona– conciba un nuevo conocimiento.

De acuerdo con los resultados de las investigaciones realizadas por tratadistas en la materia, entre los que se puede mencionar, figura L. Valdes, quien a este proceso lo denomina: “El Ciclo Virtuoso de la Generación de Valor Agregado por Conocimiento” y lo esquematiza de la siguiente manera: 1) los datos llegan a la sociedad en cualquiera de sus formas básicas: números, palabras, olores, sonidos e imágenes; 2) una persona recibe como insumo los datos y, aplicando su inteligencia y sus conocimientos, los ordena, les agrega valor y los convierte en información expresada y estructurada de alguna manera, en información con valor agregado; y 3) otra persona usa como insumo esta información y, utilizando su inteligencia y sus conocimientos, le agrega más valor y los convierte en información con mayor valor, y así sucesivamente

Éste es el proceso que incrementa substancialmente el capital humano de una nación; sin lugar a dudas, es el proceso evolutivo más importante para cualquier país en los actuales momentos.