Deplorable situación laboral y social

En un artículo de junio 2008, publicado en esta revista, Entorno Empresarial, daba conocimiento de que el Gobierno, en una estrategia contra la empresa privada, tendía a eliminar en las empresas del estado la tercerización, al tenerla lista, procederá a atacar a las privadas, que tiene como natural, la contratación de este sistema para sus unidades de producción.

Para mala suerte del Gobierno, comienzan a presentar problemas, por que son muchos, no hay capacidad de darle oficio a cada uno, pese a que el ministro del Trabajo aseguraba que se “podrán” ubicar en puestos, pero no usó la palabra “deberán”, lo cual entraba en una obligación. Por lo que inferimos, muchos quedarán en la calle.

Para empeorar la situación, los trabajadores de los contratos de Sidor, amenazan con la hora “0”, lo que significa que dentro de poco, se presentará en Guayana otro paro significativo y retrasos en la producción del acero.

La situación laboral está bastante complicada, la mayoría de las empresas estatizadas, nacionalizadas, no arrancan, no están en plena capacidad de producción. Invepal, (Venepal), aquella la cual La Fosforito y Acosta Carlés, prometían que produciría el mejor papel del mundo, no produce ni una hoja de papel.

La Electricidad, la CANTV, Sidor con cantidad de problemas laborales, apagones, mala comunicación, producción baja y, para colmo, los trabajadores de las contratistas sospechan que no serán absorbidos, un plan de inducción socialista los desplazará. Cursos en el Fuerte Tiuna, en Pdvsa y otras empresas del Estado, en pleno desarrollo.

Invetex, los antiguos Telares Tinaquillo nacionalizada, no arranca su producción, los trabajadores no hacen nada, pero cobran su salario cada semana. La Constructora Nacional de Válvulas, otra empresa llevada por el Gobierno al sistema de cogestión, sus niveles de producción son bajos y no tiene rentabilidad. RUALCA, empresa fabricante de rines, cerrada. Polar se le mantiene un cerco infame de inspecciones y visitas periódicas, amenazas de cierres y multas extraordinarias. Existe un plan del Gobierno de ponerles las manos a las empresas de alimentos.

Sumen las cementeras, cabillas y del agro alimentario y otras, para saber que el panorama con las empresas socialista es pura habladora de paja.

La General Motors Venezolana tiene casi dos meses de paro ilegal. 70 trabajadores del sindicato Vencedores Socialistas, se mantienen en los portones de la ensambladora, no permiten la entrada a más de 3000 trabajadores que quieren prestar servicios. El ministro del Trabajo, pide a los huelguistas deponer su actitud rebelde. No le hacen caso, no ha tenido la firmeza de imponer su autoridad al sindicato paralelo. Continúa su acción intransigente e ilegal.

Una juez acaba de sentenciar que la huelga es ilegal y los huelguistas deben permitir que el resto de los trabajadores presten servicios; pero aun así el paro persiste, y los rebeldes, que no representan sino 0,20% de las fuerza laboral, mantiene en jaque a la transnacional y al propio Estado.

Lo de GMV es lo de más baja ralea. He negociado y aprobado más de 30 Contratos Colectivos, con diferentes sindicatos de distintas tendencias políticas: AD, Copei, MAS, MEP, simpatizantes del Gobierno por decirle, y nunca me han presentado una petición tan fuera de lugar -al extremo-, tan exagerada, crematísticamente hablando. Las solicitudes modestas, por supuesto, alcanzaban para cumplir compromiso legales, ayudas y de asesoría. El Sindicato de Vencedores, en minoría, pero apoyado por una actitud indolente del Gobierno, se aferra en su posición que si la empresa no cede en sus peticiones, pide 150 camiones para el sindicato administrarlos, y otros beneficios. No permitirán el acceso del personal, pese a la sentencia de los tribunales, por lo que esta gente se pone al margen de la ley y, por lo tanto, sufrir las consecuencias: el despido justificado.

Con la presencia de altas autoridades del Trabajo, llegan a un acuerdo, muy oneroso y poco feliz para la empresa: pago de salarios caídos, pese a ser un paro ilegal, pérdida de dos meses sin producción y no poder tomar decisiones sobre despidos justificados, de los facinerosos y altivos seudos dirigentes sindicales. Aun faltan 20 cláusulas por discutir y un limite de 4 días para llegar a un acuerdo. No creemos que la solución definitiva sea una realidad pronto.

Pero no solo la empresa fabril está en la mira del socialismo, igual están amenazados las entidades bancarias, con el anuncio de la adquisición por parte del estado del Banco de Venezuela. Otros pusieron las barbas en remojo, pues con la amenaza del socialismo del siglo XXI, nadie está a salvo.

Para que sigan el camino del Banco Industrial de Venezuela, el cual ha perdido su capital tres veces. La bancarrota la ha sufrido la República quien ha tenido que reponer los fondos, propiedad de los ahorristas y depositarios. Del Banco de La Mujer, no se tienen buenas noticias ni del Banco del Tesoro, y ahora compra nada menos que el Banco de Venezuela, una poderosa red bancaria, que seguramente será administrada por los mismos ineptos que han llevado a la quiebra al BIV.

PDVSA se ha convertido, por orden del Presidente en una especie de panacea alquimista para curar todos los males. Ayuda a los entrenadores cubanos para el deporte, esto incluye los del G2, atender denuncias y necesidades de los fracasados deportistas olímpico. Encargada de reparar calles y avenidas de muchos municipios. Plan Milagros para los países del Alba. Plan de Saneamiento del rio Guaire. Vende pollo, leche, azúcar y verduras. Sustituye algunas labores del BCV. Efectúa una gran cantidad de funciones de otros ministerios. Maletines llenos de dólares para los Presidentes de países “amigos”. Pero su principal gestión, la de producir y vender petróleo, en su más bajo nivel.

Más de 71.000 trabajadores es la nómina de PDVSA, quienes no pueden producir los 5 millones de barriles diarios, cuota asignada por la OPEP. Anteriormente esta cantidad las colocaba en el mercado 41.000 laborantes de la cuarta República.

En referencia a las elecciones del próximo mes, sólo nos queda decir: ”que estamos listos para votar este 23 de noviembre. Es un hecho que nos reclama la democracia y el deseo de que podamos cambiar la ignominiosa dirección del barco, que por lo que hemos escrito, vemos, oímos, palpamos, va directo al abismo, donde no hay retorno.

No sea indiferente lector, no queremos que nos lleven al mar de la felicidad cubana. 50 años de dictadura sostenida por el más perverso de los perversos dictadores del siglo XX. Donde el pueblo sufre de pobreza, miseria, presos políticos, no hay libertad de expresión, de viajar, no existe la propiedad privada y a eso es que nos quiere llevar el hijo de Putin y del déspota cubano.

Si usted ama a la patria, a la familia, a la propiedad privada, a la libertad… debe presentarse a primera hora de la mañana, en su sitio de votación, no deje pasar la oportunidad, hacer caso omiso a esta llamada, lo hará arrepentirse por el resto que le queda de vida.

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