Deserción estudiantil oscila entre 30% y 40% en las universidades

Algunas casas de estudios señalan que se han marchado la mitad de sus profesores. La asfixia presupuestaria es inducida por el Estado.

La comunidad universitaria venezolana se encuentra en la peor crisis de su historia, marcada principalmente por la asfixia presupuestaria del Estado, la violación de los derechos laborales y la falta de atención a sus estudiantes.

El informe Universitario en el marco de la emergencia humanitaria compleja venezolana, elaborado por la ONG Aula Abierta, junto a la Comisión de Derechos Humanos de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad del Zulia, el Observatorio de Derechos Humanos de la Universidad de los Andes y el Centro para la Paz y los Derechos Humanos Padre Luis María Olaso, detalló que la violación de los derechos humanos se ha convertido en una constante.

Recalcó que la situación del país es una combinación de inestabilidad política, conflictividad, desigualdades sociales y la pobreza: «Esta situación ha permeado en la comunidad universitaria venezolana, afectando su desempeño».

La deserción estudiantil, según el informe, se ubica entre 30% y 40% en las principales universidades del país. «Las principales causas se relacionan con la crisis de los servicios estudiantiles de transporte y comedor, los inexistentes montos para becas estudiantiles y la grave crisis económica que aqueja Venezuela» especificó.

Para el año 2018 algunas universidades calculan hasta 50% la fuga de talentos profesoral, «llegando a evidenciarse en oportunidades que los profesores de mayor trayectoria y experiencia son quienes mayormente abandonan las universidades».

Uno de los principales aspectos de la crisis tiene que ver con la asfixia presupuestaria inducida por el Estado.

«Al menos desde el año 2010 se ha registrado una política dirigida a generar una insuficiencia presupuestaria en las universidades públicas de la nación», detalló el informe.

Señalo que se han aprobado partidas presupuestarias con déficits que van entre 50% 70% en relación con los requerimientos reales de las universidades: «Lo anterior se traduce en la negación del derecho de la universidades de poder presentar y tener una experiencia real de recibir un presupuesto adecuado a sus necesidades de infraestructura, docencia, investigación y extensión».

El segundo aspecto que se resaltó en el documento tiene que ver con la violación de los derechos laborales de los profesores, empleados y obreros de las casas de educación superior. «Una de las principales violaciones radica en la disminución de la base para el cálculo del escalfón profesoral universitario de 4,75 salarios mínimos, consagrados en la convención colectiva vigente, a 1,33 salarios mínimos».

Aula Abierta recalcó que la violación a los derechos laborales de los universitarios es una situación que el Estado venezolano ha realizado continuamente durante los últimos años.

«La presidente de la Federación de Asociaciones de Profesores Universitarios de Venezuela, Lourdes Ramírez de Viloria, denunció que el Estado venezolano, a través del Ministerios para la Educación Superior, la Ciencia y Tecnología, ha procurado la exclusión de la Fapuv en los espacios de reivindicación y exigencias de los derechos de los profesores universitarios», aseveró.

El tercer elemento que destacó Aula Abierta es la crisis e el sector estudiantil universitario. Indicó las deplorables condiciones de los servicios de transporte estudiantil, el comedor y la entrega de becas a los universitarios.

«Las situaciones descritas han causado un daño estructural en la educación superior venezolana, pues las principales casas de estudios del país han arrojado cifras de deserción estudiantil alarmantes», reveló.

Agrego que las cifras expuestas reflejan que la universidad se encuentra inmersa en el espiral de la emergencia humanitaria compleja que afecta a Venezuela: «De persistir las políticas de Estado dirigidas a acabar con la universidad el porcentaje de deserción estudiantil y profesoral podría empeorar drásticamente para 2019, siendo un grave peligro para el futuro de una nación que contaría con profesionales suficientes formados ni por formar».

Escrito por: José Gregorio Meza [email protected]

Información tomada: www.el-nacional.com