Detección precoz cada vez más cerca de ‘visualizar’ el Alzheimer

América Valenzuela (elmundo.es) – Una forma habitual de visualizar el interior de nuestro organismo en medicina se basa en la unión de la molécula que se quiere localizar con otra que sea visible mediante alguna técnica de imagen. Un equipo de científicos del Hospital General
de Massachussets ha comprobado por primera vez en un humano la eficacia de un compuesto, el PiB, para detectar las placas beta amiloide propias del mal de Alzheimer, algo crucial para ayudar en el diagnóstico y observar la acción de los fármacos sin dañar al paciente.

Hasta ahora, el método de análisis más fiable para conocer con seguridad si una persona padece mal de Alzheimer es el análisis en el laboratorio de una muestra del cerebro. Es un método tan invasivo que hasta que se realiza la autopsia no es posible dar un diagnóstico concluyente.

En los últimos años, se han obtenido prometedores resultados con técnicas de imagen para observar el interior del cerebro de personas con Alzheimer. Para conocer la cantidad de una molécula dañina típica de esta patología neurodegenerativa (la proteína beta amiloide), los investigadores han utilizado un compuesto químico, el Pittsburgh B (PiB) -inventado por investigadores del Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh- y como técnica de imagen, la tomografía por emisión de positrones (PET).

Trabajos previos de este mismo equipo investigador han concluido, que el PiB que es un buen señalizador de las placas amiloides en tejido humano en el laboratorio y en ratones transgénicos vivos.

También habían realizado la prueba de imagen a pacientes con Alzheimer «probable», según los criterios del ‘Consortium to Establish a Registry for Alzheimer’s Disease’. Con el actual trabajo, han constatado que el PiB es un buen marcador en pacientes humanos al comparar los resultados con PET y PiB con
los del estudio del cerebro una vez fallecido el paciente.

La comparación se ha realizado con un sólo paciente, de 76 años. Durante tres años se le habían realizado múltiples pruebas diagnósticas que concluyeron en demencia de los cuerpos de Lewy, que aparece en casos avanzados de mal de Alzheimer y Parkinson. Se enroló en el ensayo con PET y PiB y falleció tres meses
después de practicarle el escáner como consecuencia de un golpe en la cabeza.

Así, se convirtió en el paciente ideal para comprobar la eficacia de esta técnica de visualización. Realizaron la autopsia para contrastar los resultados con los obtenidos con el PET y el PiB. Observaron que se correlacionaba satisfactoriamente los resultados de la técnica de imagen y las medidas bioquímicas realizadas al cerebro ‘postmortem’ para determinar la cantidad de placas beta amiloides.

La autopsia confirmó lo observado con el PET. Asimismo, la autopsia confirmó el diagnóstico de demencia de cuerpos de Lewy y reveló que, al igual que sucedía en ratones y mostraba el PET, la mayoría de las placas se acumulaban en las paredes de los vasos sanguíneos.

Se sabe que las placas comienzan a depositarse en el cerebro entre 10 y 20 años de que empiecen los síntomas evidentes de mal de Alzheimer. Detectarlas antes de llegar a esa fase de la enfermedad, puede ayudar a frenar su curso y además, desde el punto de vista de la investigación, sería posible observar el grado de eficacia de las actuales terapias.

Sin embargo, los investigadores reconocen que, a tenor de los resultados, es posible asegurar que el PiB indica, sin duda, la presencia de beta amiloide en el cerebro, pero un PET con PiB positivo no puede equipararse a un diagnóstico definitivo de mal de Alzheimer.

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