Diálogo y Reality Show

Si el encuentro entre Gobierno Nacional y la MUD es percibido sólo como un desahogo ante la incertidumbre que paraliza al país, será una oportunidad perdida, con la notoria particularidad que podría profundizar el barranco que obnubila soluciones y retarda desenlaces, ante la terrible crisis que padecemos estructuralmente como nación.

Es evidente que el debate del jueves pasado, dio a conocer al país a una oposición con su libreto bien repartido y a un oficialismo tan primario y obcecado en sus argumentos, que más bien le hubiera valido cantar la Internacional, el Bella Ciao o Carabina 30-30, en defensa de la gestión de Maduro y así intentar justificar la cruenta represión de dos meses de protestas estudiantiles y populares. Siendo irónico que, al ritmo de los cantos de Alí Primera, los colectivos asesinen y desnuden a los jóvenes rebeldes, por cierto, práctica ejecutada por la Gestapo al ritmo de la cabalgata de las Walkirias de Wagner. 

La fragilidad gubernamental ante las lapidarias cifras económicas y sociales presentadas por la MUD, tiene como respuesta su política de Estado de ganar tiempo a toda costa, bien sea extendiendo los carnavales, estirando la Semana Santa o, si pudiera, pedirle a Lula o a Dilma que “adelante el Mundial de Futbol”, a ver si capea el temporal de rebeliones que azota a Venezuela.

Y es que el cataclismo económico en pleno desarrollo, tiende a agravarse para 2014 con una inflación superior al 56,3% del 2013, con índices de desabastecimiento y escasez devastadores, con pérdida de cientos de miles de empleos, el cierre adicional de millares de empresas productivas, la quiebra y corrupción de las empresas públicas, el alejamiento de la inversión transnacional y la consecuente destrucción de puestos de trabajo. En fin: La degradación de nuestra condición humana agravada con la inseguridad personal manifestada en los partes de guerra semanales.

Este cuadro dramático no se resuelve en un debate semanal televisado. Amerita de una dirección plural donde estén presentes todos los sectores, los que fueron al debate a Miraflores la noche del jueves pasado, los que están en la calle construyendo barricadas en la protesta popular-estudiantil, los empresarios que exigen divisas para funcionar y los trabajadores dispersos en miles de conflictos laborales en toda la geografía nacional.

En definitiva: Todos son necesarios ya que ningún sector por sí solo o por muy valiente que se califique, puede triunfar ante un Estado de clara vocación totalitaria, cuyos voceros no menoscabaron esfuerzo alguno en manifestar sus posturas antidemocráticas al día siguiente del debate, negando toda posibilidad de ceder el poder, incluso si es por la vía de los votos, como  consagra la alternabilidad en la vigente CRBV.

En tal sentido en los sectores sindicales y gremiales del país hemos demostrado signos  de madurez, hemos resuelto entre nosotros suspender hostilidades que nos han dividido por años,  en pro de reconquistar la libertad sindical perdida, el derecho a un trabajo digno, a un poder adquisitivo suficiente para una vida decente. Estos objetivos no se conquistan aisladamente, necesitamos urgentemente vivir en democracia para lograrlos.

(*) Movimiento Laborista 

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