Diez fracasos tecnológicos de los últimos 20 años

Lisandro Pardo – Aunque los medios especializados no tienen mayores problemas al demostrar que la tecnología avanza, sería algo absurdo ocultar el hecho de que semejante avance tuvo como consecuencia algunos productos que rápidamente fueron olvidados, o que lograron causar un gran dolor en los corazones de los usuarios por muchos años. Las razones del fracaso de estos ejemplares han sido múltiples, y se han convertido en una amarga lección para sus creadores, que en ciertos casos no han aprendido del todo aún. En esta ocasión, presentamos una humilde lista cronológica con algunos perturbadores ejemplos.

• Siendo honestos, hoy lo tenemos bastante fácil: La información disponible es mucho más amplia, los fabricantes son indagados más de cerca, las demandas del usuario son más precisas y complejas. ¿Quieres comprar un móvil? Lo único que tienes que hacer es buscar el modelo en la Web para formar una primera impresión sobre el producto, con opiniones que provienen directamente de los usuarios, evadiendo los clásicos canales promocionales. En la década de los ‘90, e incluso en los primeros años del siglo XXI, cuando algo apestaba, uno no lo sabía hasta que hubiera pasado cierto tiempo desde su lanzamiento. Un fracaso podía necesitar varios años para gestarse. Ahora, es una cuestión de días.
Limitaciones técnicas, fallos de software, sobreprecios, incompatibilidades… todo queda expuesto. Cuando surge un éxito, lo hace de forma rotunda, e inevitablemente define los parámetros de aquello que el usuario busca. Con esas condiciones, buscar un producto ganador es algo brutal. De cada diez productos que se lanzan, fracasan nueve y medio.

Pero al haber más fracasos que éxitos, el potencial de aprendizaje por parte de fabricantes y desarrolladores es mucho más grande. Claro que, escogí la palabra “potencial” a propósito. Ante la posibilidad de un fiasco, las empresas suelen recurrir a la negación y la indiferencia. ¿Por qué? Porque es más fácil y más barato. Nadie se resigna de inmediato a tener una mancha en su expediente… y ha habido muchas de esas en los últimos veinte años, con una densidad particular sobre el inicio del siglo XXI. Después de todo, era el fin del mundo, ¿verdad? Los aviones caerían, los relojes funcionarían hacia atrás y las cuentas bancarias acumularían un siglo exacto de intereses. Aunque el fin del mundo no llegó, es como si algunas empresas lo hubieran buscado a través de ciertos productos. El artículo de hoy invoca a diez ejemplos, comenzando a mediados de los ‘90, hasta llegar a productos recientes y frescos en nuestras cabezas. Para muchos, será un curso de dolor. Seamos fuertes.

Iomega Zip Drive (1994): Los discos flexibles eran cada vez más incómodos de usar por sus limitaciones de espacio. Las unidades ópticas aún eran costosas, y el Iomega Zip Drive se había presentado como la “gran alternativa” en discos magnéticos con una mayor capacidad de almacenamiento. Al principio, las ventas fueron sólidas, pero cierto término conocido como “clic de la muerte” comenzó a ganar presencia a finales de 1998. Cabezales desalineados, discos que sufrían desgaste, pobre control de calidad y reducciones en el costo de fabricación dieron paso a miles de reclamos por parte de los usuarios. La furia llegó con la respuesta ofiical de Iomega: El clic de la muerte era “culpa de los usuarios” al usar discos que no eran hechos por Iomega. La demanda llegó a su fin en 2001, pero el destino de los discos Zip estaba sellado. Como una de las tantas víctimas del clic de la muerte, no lo extraño en absoluto.

Nintendo Virtual Boy (1995): La llamada “quinta generación” de consolas fue el punto de partida para unidades de gran éxito como la primera PlayStation o el Gameboy Color. Pero incluso antes de que apareciera el Nintendo 64, el gigante nipón tuvo esta extraña idea que, a decir verdad, todavía estamos tratando de descifrar. El Virtual Boy era como un Gameboy que se utilizaba sobre la mesa, lo que le impedía ser portátil y le daba cierta similitud con el Famicom, pero a la vez tenía gráficos en 3D sobre una pantalla monocromática integrada, regresando en parte al perfil del Gameboy… o sea, un caos. La impresionante campaña de publicidad no logró hacer nada por la pobre consola. Terribles gráficos, solamente 22 juegos, y acusaciones directas contra Gunpei Yokoi (creador del Gameboy y responsable de esta consola) hicieron que el Virtual Boy se esfumara del mercado japonés en tan solo cinco meses, siete en el estadounidense.

Memoria RDRAM (1999): Aunque el desarrollo de esta memoria había comenzado un tiempo antes, las primeras placas base compatibles aparecieron en 1999. La Direct Rambus DRAM (DRDRAM o RDRAM en la jerga) iba a ser supuestamente una clase de “estándar del futuro” después de que Intel decidiera alinearse detrás de esta tecnología. Dicho de otra forma, Intel gastó una fortuna, incluyendo subsidios específicos, y hasta se dio el lujo de tener un bug en uno de sus chipsets. Obtener la licencia RDRAM era una pesadilla para los fabricantes, la demanda era mucha, los módulos pocos, y al final, las memorias DDR resultaron más rápidas, económicas y eficientes. La RDRAM encontró su camino hacia el mundo de las consolas, pero la gente de Rambus aún reclama en estos días que el fracaso de su memoria se debió al acuerdo de precios ilegal entre los fabricantes de memorias DDR. Aunque Rambus tenga razón al final, es un poco demasiado tarde.

Windows ME (2000): Vamos, vamos, no me abandonen aquí. Ya lo sé, es el peor sistema operativo de la historia, pero debemos mencionarlo, o toda la lista no tendría sentido, ¿verdad? La gente estaba muy cómoda con Windows 98, especialmente con su segunda edición, pero ya saben cómo es esto. Microsoft tenía ciertas ideas, quería unificar a su plataforma NT con la serie 9x, se hicieron algunos cambios, se eliminó el acceso en tiempo real a DOS, se implementó la función Restaurar Sistema… y sí, falló todo lo demás. Inestabilidad, incompatibilidad tanto de software como de hardware (los componentes dejaban de funcionar por arte de magia tras instalar ME), y mayores requerimientos hicieron de Windows ME un pequeño apocalipsis digital en nuestros ordenadores. Por suerte, Windows XP corrigió el rumbo, aunque se necesitó un año entero para llegar a ese punto.

Power Mac G4 Cube (2000-2001): Con el regreso de Steve Jobs en 1997 como CEO, Apple comenzó a buscar la forma de salir del “pseudo-oscurantismo” en el que había caído durante la década de los ‘90, y uno de los iconos de dicha búsqueda fue el G4 Cube. ¿Cuál fue el inconveniente? Es sencillo: Una pintura no puede ser un ordenador. Una partitura tampoco puede ser un ordenador. Y cuando se busca que un ordenador sea más una obra de arte que un ordenador, entonces tenemos un problema. Un terrible precio inicial, la ausencia de un monitor en el paquete, y las micro-fisuras que aparecían en la carcasa de acrílico fueron todo lo que el Cube necesitó para fracasar. Apple retiró al modelo un año después, en julio de 2001, y los usuarios debieron esperar casi cuatro años hasta que un reemplazo como la Mac Mini tomara su lugar.

IBM Deskstar 75GXP (2000-2003): La serie original de los IBM Deskstar se remonta hasta 1994, pero fue en el año 2000 cuando la desesperación tomó por asalto a estos discos duros. El modelo 75GXP demostró esta nefasta costumbre de deshacerse en las manos de sus dueños. Algunas de las fallas técnicas detectadas en estos discos fueron terribles (polvo en el interior de los discos y desgaste de los cabezales, entre otros), y los reportes superaron el 50 por ciento de las unidades durante el primer año de operación. La demanda formal llegó en 2001, pero el conflicto se dilató por nada menos que cuatro años. IBM nunca asumió la responsabilidad total por el catastrófico fallo de sus discos, y la compensación final a los usuarios llegó en el año 2005: Aquellos afectados recibieron un cheque de cien dólares. Como IBM había vendido su división de discos duros a Hitachi en 2003, no estamos del todo seguros que los usuarios hayan ganado esta…

Windows Vista (2007): Cinco años en desarrollo. “Más atractivo”, “más estable”, “más seguro”, “más productivo”, y la lista siguió. Con media década en el mercado, las primeras señales de que Windows XP necesitaba un heredero habían comenzado a hacer acto de presencia, aunque en general, el entusiasmo por parte de los usuarios a la hora de cambiar de sistema operativo era bastante bajo. Microsoft decidió implementar muchos conceptos nuevos con Windows Vista. Y tal vez hayan sido demasiados, como quien muerde más de lo que puede masticar. Abandonar el esquema de controladores de XP fue un error terrible, y con ello quebró la estructura de compatibilidad de hardware casi por completo. Términos oscuros como “Vista Capable” y “Vista Ready” no ayudaron a esconder el hecho de que ocho de cada diez ordeanadores no podían recibir a Vista. El Control de Cuentas de Usuario se convritió en uno de los peores componentes de software de la historia. Su rendimiento era muy pobre, y para rematar la situación, sus licencias eran caras. Dos Service Packs y poco más de dos años después, Vista alcanzó el nivel de desarrollo que debería haber tenido en un principio. No fue peor que Windows ME, pero ciertamente le golpeó la puerta de la casa.

Google Wave (2009): La prensa lo cubrió con bombos y platillos. La gente hacía lo imposible para obtener acceso. Se llegaron a rematar invitaciones a través de eBay a precios absurdos. Expertos del medio informático le dedicaron libros enteros. Todos nos vimos parcialmente atrapados por la magia inicial que había generado Google Wave, una plataforma que buscaba expandir a los métodos conocidos de comunicación a través de la Web. El furor inicial pasó, finalmente recibi la invitación, la utilicé, exploré el servicio, y a los cinco minutos había salido. La falta de identidad que mostraba Google Wave era intolerable. Casi todo en Wave era “potencial”, “estimado” y “a futuro”, pero cuando va a los hechos, al usuario le interesa el presente, y lo cierto es que no había un uso viable para Google Wave. La falta de interés se hizo completa, y en agosto pasado Google decidió, acertadamente, bajarle el pulgar. Casi me olvido de mencionarlo en la lista. Eso lo explica todo.

Microsoft Kin (2010): Ouch. Muchos estrategas han hablado en el pasado sobre los riesgos de un ataque frontal, y probablemente no haya nada mejor para representarlos a nivel comercial que el Microsoft Kin. Los dos modelos disponibles serían “dinámicos”, “diferentes”, apuntando a un público joven y conectado, que comparte información casi de inmediato con sus contactos y amigos. El Kin tendría lo suficiente para entrar en el juego, romper sus reglas y escribir otras nuevas… pero lo cierto es, que si quieres romper las reglas y salirte con la tuya, debes ser muy bueno. Apple lo fue al presentar un móvil sin teclas. Microsoft, no. Cuando todo el mundo esperaba un smartphone, Microsoft presentó dos teléfonos que ni siquiera podían cargar aplicaciones o exportar la lista de contactos. No había Flash, ni mensajería, ni ranuras de expansión para agregar más memoria. A pesar de su hardware (hay un Tegra allí), las dos variantes del Microsoft Kin quedaron contenidas por una palabra en común: Tragedia. Se dice que en 48 días se vendieron algo así como ocho mil móviles. Y hoy, el Kin One se vende a unos veinte dólares. ¿Debo agregar más? Creo que no.

America Online (más de una década de dolor): Decidí dejar a America Online para lo último por razones dentro de todo obvias: Sin mayores vueltas, es lo peor que le ha pasado a la informática en los últimos veinte años. Las horas gratis y los discos en los buzones de correo aparecieron por primera vez en 1993, pero fueron unos trece años entre discos, CD’s, dialers, más CD’s, más horas gratis, más CD’s, anuncios, regalos, y muchos, pero muchos más CD’s. Estamos hablando de la mitad de la producción mundial de CD’s. De un software inservible que era una pesadilla para quitar del ordenador, de usuarios indignados, y de cicatrices que provocan malestar con sólo mirarlas. En la actualidad, America Online es muy diferente, aunque su gusto por comprar sitios de alto perfil (The Huffington Post, Engadget, TechCrunch), no se ha visto alterado. Parece imposible que alguna empresa llegue a reproducir lo que hizo America Online, aunque tampoco es muy necesario que digamos: El spam mundial lo está haciendo bastante bien.

Y aquí estamos. De alguna forma hemos sobrevivido. El viaje no ha sido del todo agradable, pero así es como la memoria se vuelve un poco más ágil. ¿Menciones especiales? Sí, podemos hacer algunas, por ejemplo el nefasto Windows Plus que convertía a Windows 95 en un carnaval de iconos animados. En cuanto a juegos, Daikatana es lo primero que me viene a la mente. Office 2007 ha estado en el lado malo de mucha gente con su cambio de interfaz, y regresando al hardware, se podría hablar de cosas como la Voodoo3. La lista es más larga, y se volverá aún más larga en los próximos años. Cualquier gigante puede tropezar, de eso no quedan dudas. Como siempre, los comentarios están abiertos. Pero tengan cuidado con los nombres que invocan. Los malos recuerdos están a la vuelta de la esquina.
¡Buena suerte!

Fuente: http://www.neoteo.com/diez-fracasos-tecnologicos-de-los-ultimos-20-anos