¿Docencia una profesión respetada?.

En el marco de la celebración del Día del Profesor Universitario es propicia la ocasión para reflexionar sobre su situación actual y comunicar a la comunidad nacional la importancia de su rol como responsable del desarrollo continuo de la educación universitaria.

En la actualidad, el sistema nacional de universidades vive una situación grave y muy delicada para el futuro del sector y el país. Las condiciones económicas, sociales,culturales y morales en que se encuentra uno de los principales protagonistas del sistema; el profesorado universitario, en el que destaca el progresivo deterioro del poder adquisitivo, por el estancamiento de las compensaciones económicas y sociales, el rezago de la política de ajuste salarial, el pago incompleto y a destiempo de sus beneficios contractuales, minando su poder de compra y la limitación y eliminación unilateral de los programas de reconocimiento académico, como el premio de desempeño docente (CONABA) y el programa de promoción al investigador (PPI).

Esto sin duda configura una situación en donde la política predominante por parte del ejecutivo nacional es la de ignorar las necesidades sector, porque se viola de manera sistemática los derechos laborales y constitucionales del docente universitario y de los demás miembros de la comunidad como los empleados y obreros, lo cual genera una conflictividad permanente y un ambiente poco adecuado para el desarrollo de las actividades académicas en las universidades.

Al mismo tiempo, el ejecutivo nacional sigue asignando recursos financieros insuficientes a las universidades, sometiendo a estas a un proceso sostenido de precarización de la gestión académica, administrativa y social de las diferentes instituciones.

Ahora como incorporar nuevos docentes con solvencia científico- técnica, con espíritu de investigador, emprendedor e innovador, con los bajos salarios y sin políticas equitativas de compensaciones y reconocimientos, que hagan atractivo el ejercicio de la docencia universitaria, realmente es muy difícil y sumamente grave, porque no se podría garantizar una generación de relevo de calidad y competencia para asumir el reto del desarrollo sostenible de la institución universitaria.

Por eso se puede afirmar, que es necesario transformar la docencia universitaria en una profesión respetada por los gobernantes y la sociedad, que reconozcan el desafío del profesor universitario con el futuro del país, que se sintetiza en el cumplimiento de su rol como; formador de talento humano especializado, generador de progreso técnico, promotor de la comprensión y utilización de las nuevas tecnologías sea cual sea su origen y como transformador de competencias tecnológicas en innovaciones y ventajas competitivas para la nación.

Un principio fundamental de la gerencia del siglo XXI es la tratar bien a la gente, es decir, entender que el capital humano, más que cualquier otro activo, es la mayor fuente de ventaja competitiva sustentable de una organización.

Y si la universidad venezolana desea atraer, retener y motivar al tipo de personas que necesita para mantener esa ventaja, tiene que desarrollar un sistema de retribución que reconozca el valor que ellas tienen y las premie por desarrollar su conocimiento y competencias.

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