Docente universitario: Un nuevo líder

Maruja Molina Díaz. Cuando hablamos de líderes y de liderazgo, en una reunión o cuando dentro de una organización se nos propone recibir un curso sobre liderazgo, es común escuchar, que para que, recibir este tipo de información, si eso es algo fastidioso que vimos cuando estudiaba el pregrado!. Sin embargo, ahora que los estudios de posgrado exigen más profundidad en cada tema, en la última reunión con compañeros de estudio hice la siguiente pregunta: y para ti, que es liderazgo? , algunos dieron respuestas bastante común, es el que sobresale, el que dirige, el que lleva el ritmo, sin embargo de todos los conceptos que escuche aquella vez, me quedo con el de una tímida compañera, que expresamente dijo: bueno, para mí el liderazgo es una influencia, que hace que otros cambien sus preferencias, sus actividades y sus creencias en función de una meta, el que ejerce el liderazgo es capaz de convencerme y sobre todo es capaz de hacerme creer en esa meta.

El liderazgo es una inspiración, no es solamente un término utilizado en la gestión empresarial. Las actividades del líder pueden ser llevado a diferentes facetas: culturales, morales y educativos. Cuando un docente decide manejar el aprendizaje como un compromiso mutuo, compartir el aprendizaje se traduce en una retroalimentación dirigida a metas comunes y compartidas, lo que da impulso a la búsqueda continua de nuevas maneras de llevar a cumplimiento de los objetivos.

Es necesario admitir, que aquel viejo enfoque donde un docente da su clase y nada más, no da resultados en la actualidad, las universidades han cambiado, los alumnos han cambiado, el mundo ha cambiado!, se hace necesario hacer nuevas propuestas para que el aprendizaje, sea realmente revelador, es necesario proponer nuevas acciones, realizar nuevos proyectos, es inevitable articular nuevos vínculos de comunicación, nuevos compromisos, es imperioso esforzarse en reconocer las capacidades, aptitudes y potenciar a los miembros que intervienen en la docencia, para que genere un verdadero cambio en las potencialidades de las personas que reciben lo que se enseña, es necesario orientarse más hacia las personas, conformar nuevas estrategias, es el docente esa nueva voz, esa influencia capaz de hacer que el aprendizaje que llevemos a las aulas de clases sean verdaderamente un cambio, debemos dar respuestas continuamente a cada cambio, avance, proceso; sea cultural, social, económico, tecnológico, comunicacional… somos los nuevos transformadores somos sin querer, los encargados del cambio, somos los nuevos líderes. 

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