Economía Deportiva

Después de haber transcurridos muchos años de la ultima depresión económica, por allá a principios del siglo pasado, nuevamente se avizora un futuro económico y financiero nada alentador para muchos países y sobre todo para los más pobres.

Siendo esta una situación tan compleja que afecta en gran medida a los sectores productivos y al bolsillo de la gente común y corriente, es impensable no mencionar el impacto que esta recesión económica pueda tener en el mundo deportivo; aunque en la actualidad, el tema central para los analistas, es buscar soluciones a corto plazo, que eviten que la crisis no afecte, o por lo menos no incida tan fuertemente, en las necesidades básicas de la sociedad como la alimentación, empleo, vivienda, salarios, entre otros.

Claro esta que el deporte profesional tiene sus lapsos en materia económica; es decir, algunas de las transacciones monetarias que involucra a jugadores, entrenadores, entre otros, ya se han realizado sin ninguna novedad. Si embargo, es bueno recordar que todavía faltan los mercados de invierno en el fútbol europeo y de otros continentes, que pudieran verse afectados en cierta forma por la crisis. Países como Italia, Alemania y España que ostentan las mejores ligas de fútbol, baloncesto, etc, ya se han declarado en emergencia económica; lo que indudablemente afectará el bolsillo de los fanáticos, que a fín de cuentas, son los que compran los boletos; y por otro lado a los ‘sponsors’ o patrocinantes que, por lo general, son empresas privadas, financian a dos y tres equipos al mismo tiempo. En cuanto a disciplinas como el béisbol de grandes ligas, el cual ya está culminado su temporada, hasta ahora, no ha reflejado ninguna anomalía; pero cuidado, porque Estados Unidos tiene dos grandes factores que pueden influenciar la economía del deporte profesional de ese país: la primera, que es el país epicentro de la recesión financiera mundial y la segunda, las venideras elecciones presidenciales. …“bueno, quien sabe cuál de las dos es peor”.

Este año, la inversión en algunos deportes profesionales ha sido considerable; por ejemplo, el dinero invertido en fichajes en la liga española en la presente temporada, batió su viejo récord del año 2000, con un monto aproximado de 361,2 millones de euros; esta cifra tiene como protagonistas principales, a los clubes Atlético Madrid y el FC Barcelona, con 84 millones de euros los madrileños y 71, 5 millones los catalanes.

Por su parte, si volteamos la mirada a Norte América, en el béisbol de las grandes ligas, el tema económico tiene muy inquietos a los directivos de los 30 clubes de los dos circuitos. Según declaraciones de algunos directivos de la ‘Major League Baseball’, en las Grandes Ligas no contemplan despidos, como ya hizo la NBA; sin embargo, sostuvieron que en las mayores quieren gastar con más prudencia. Este año en las Grandes Ligas estiman, que los ingresos alcanzaron una cifra récord de 6.500 millones dólares, un alza con respecto a los 6.075 millones obtenido en el 2007.

Sin tener que ser un experto en economía, y no pretendo serlo, es más que evidente que las empresas patrocinantes en periodo de recesión, hacen sus respectivos ajustes financieros que van desde sincerar sus nóminas, hasta recortar las ayudas sociales y patrocinios culturales o deportivos; en fin, todo lo que represente en gasto extra. En cambio, no pasa igual con el fanático, porque aunque suene paradójico, en tiempos de crisis el ser humano se refugia en sus distracciones cotidianas como es el deporte. Es verdad que habrá más asientos vacíos en los estadios, pero en países donde se vive el fútbol, el béisbol o el baloncesto, no como un pasatiempo, si no como parte de su identidad, es difícil pensar que el deporte no tenga un salvavidas que lo ayude a flotar sobre esta crisis que nos azota a todos.

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