EE UU detecta 900.000 tubos de dentífrico contaminado de origen chino

JAVIER DEL PINO – Washington La trama de la pasta de dientes contaminada con un ingrediente tóxico es más extensa de lo que pensaban las autoridades sanitarias de EE UU. El dentífrico hecho en China que contiene dietilenglicol, una sustancia tóxica que se emplea en líquidos anticongelantes, ha sido localizado en 900.000 envases, muchos distribuidos a hospitales, prisiones y centros de menores. La policía ha encontrado también productos de contrabando etiquetados con la marca Colgate vendidos en mercadillos y tiendas de artículos baratos. Las autoridades han confirmado que contienen también la sustancia

La autoridad encargada de la regulación de alimentos y medicamentos en Estados Unidos, la Food and Drug Administration (FDA), ha asegurado que las pruebas médicas demuestran que el límite permisible de dietilenglicol en un producto para uso humano no debe superar en ningún caso el 0,1%. Los tubos de pasta de dientes fabricados en China contienen hasta un 5% de esa sustancia contaminante.

El dietilenglicol es una sustancia empleada en la fabricación de anticongelantes y disolventes, pero también puede actuar como sustituto barato de la glicerina, empleado como espesante en tubos de dentífrico. La FDA no detectó la presencia de ese componente hasta que otros países alertaron sobre el peligro de que estuviera en productos fabricados en China. Los tubos de pasta de dientes retirados del mercado no incluyen en la etiqueta el contenido de dietilenglicol.

Aunque la FDA pensó inicialmente que la distribución de ese producto en Estados Unidos era muy limitada, una investigación de The New York Times ha desvelado que el número de tubos contaminados procedentes de China y adquiridos a través de distribuidores legales puede superar el millón de unidades. El escándalo se ha ampliado con el descubrimiento de tubos contaminados vendidos bajo la falsa apariencia de la marca Colgate, la principal del sector.

La policía ha encontrado cajas falsificadas en cuatro estados (Nueva York, Nueva Jersey, Pensilvania y Maryland), generalmente en tiendas de artículos baratos; también se han encontrado tubos falsificados en tiendas de Canadá. La falsificación es relativamente sofisticada, aunque contiene faltas de ortografía y se identifica fácilmente porque puede leerse «Made in South Africa» (hecho en Sudáfrica) en la etiqueta. La FDA ha confirmado que los tubos contienen la sustancia contaminante, dietilenglicol, aunque en una proporción más baja. Al menos dos personas en Nueva York han sido hospitalizadas con síntomas leves por el uso de este producto, que en fuertes cantidades puede provocar problemas graves de hígado o riñón, especialmente en niños.

En un comunicado, la compañía Colgate-Palmolive recuerda a los consumidores que tan solo se han encontrado unos pocos tubos falsos y únicamente en tiendas pequeñas de artículos de descuento, aunque promete «no escatimar esfuerzos para ayudar a los consumidores a evitar los productos fraudulentos», dice el presidente de la empresa, Reuben Mark.

El problema mayor es el de la distribución legal de marcas chinas que escondían en su etiqueta la presencia de esa sustancia tóxica. La FDA no ha explicado cómo semejante error ha podido pasar inadvertido. Sólo investigó el contenido de la pasta de dientes tras la alerta surgida en Panamá, donde se encontraron tubos de crema dental contaminados con dietilenglicol. Allí no era la primera vez que se encontraba esta sustancia, meses antes se había hecho tristemente famosa por la muerte de más de cien personas que ingirieron un jarabe que la contenía. La FDA investiga ahora también los documentos de importación de algunas de las distribuidoras que actuaron como intermediarias en EE UU.

Además, la FDA parece haberse equivocado también en su estimación inicial al pensar que la mayoría de los tubos de marcas chinas habían sido adquiridos para la venta directa en supermercados. No es así: los mayores consumidores de ese producto contaminado han sido instituciones públicas que compraron la mercancía para ahorrar costes en el mantenimiento de cárceles, hospitales y centros de todo tipo. Se han recogido ya 900.000 tubos de pasta de dientes tóxica, principalmente en Georgia, Carolina del Norte, Carolina del Sur y Florida. El distribuidor del producto en Estados Unidos, American Amenities, confirmó que su empresa tiene hasta 20 clientes institucionales en Estados Unidos.

La FDA mantiene la alerta sobre el consumo de cualquier producto dentífrico en cuya etiqueta puedan leerse las palabras «Made in China». Esta recomendación se suma a la retirada de otros productos fabricados en ese país, desde comida para animales domésticos contaminada con elementos químicos hasta trenes de madera para niños cubiertos con una pintura que contiene plomo.

La autoridad encargada de la regulación de alimentos y medicamentos en Estados Unidos, la Food and Drug Administration (FDA), ha asegurado que las pruebas médicas demuestran que el límite permisible de dietilenglicol en un producto para uso humano no debe superar en ningún caso el 0,1%. Los tubos de pasta de dientes fabricados en China contienen hasta un 5% de esa sustancia contaminante.

El dietilenglicol es una sustancia empleada en la fabricación de anticongelantes y disolventes, pero también puede actuar como sustituto barato de la glicerina, empleado como espesante en tubos de dentífrico. La FDA no detectó la presencia de ese componente hasta que otros países alertaron sobre el peligro de que estuviera en productos fabricados en China. Los tubos de pasta de dientes retirados del mercado no incluyen en la etiqueta el contenido de dietilenglicol.