El Adviento, preparación para la Navidad

“Tiempo para prepararse y estar en gracia

para vivir correctamente la Navidad” 
T. Vallés. Catholic.net

La palabra latina “adventus” significa “venida” (advenimiento). 

En el lenguaje cristiano se refiere a la venida de Jesucristo. La liturgia de la Iglesia católica da el nombre de Adviento a las cuatro semanas que preceden a la Navidad, como una oportunidad para prepararse en la esperanza y en el arrepentimiento para la llegada del Señor. Además se encuentra en el comienzo del Año Litúrgico católico. Este año 2014, comenzará este domingo 30 de noviembre y finalizará el 21 de diciembre (último domingo de Adviento). 

El color litúrgico de este tiempo es el morado, que significa penitencia (en correspondencia con el arrepentimiento al que se invita llegar). 

El tiempo de Adviento es un período privilegiado para los cristianos ya que invita a recordar el pasado e impulsa a vivir el presente y a preparar el futuro. 

Esta es su triple finalidad: 

– Recordar el pasado: celebrar y contemplar el nacimiento de Jesús en Belén. El Señor ya vino y nació en un pesebre. Esta fue su venida en la carne, lleno de humildad y pobreza. Vino como cualquier otro ser humano, hombre entre los hombres. Esta fue su primera venida. 

– Vivir el presente: se trata de vivir en el presente de la vida diaria la “presencia de Jesucristo” en las personas (¡en cada una!) y, por su existencia en ellas, en el mundo. Vivir siempre vigilantes, caminando por los senderos del Señor, en la justicia y en el amor. 

– Preparar el futuro: se trata de prepararse para la parusía o segunda venida de Jesucristo en la “majestad de su gloria” al final de los tiempos. Entonces, vendrá como Señor y como Juez de todas las naciones y premiará con el Cielo a los que han creído en Él, vivido como hijos fieles del Padre, y hermanos buenos de los demás. Esperando su venida gloriosa que traerá la salvación y la vida eterna sin sufrimientos. 

En el Evangelio, varias veces habla Jesucristo de la parusía y dice que nadie sabe el día ni la hora en que sucederá. Por esta razón, la Iglesia invita en el Adviento a prepararse para este momento a través de la revisión y la proyección. 

Aprovechando este tiempo para pensar en qué tan buenas han sido las personas hasta ahora y lo que deben de hacer para ser mejores que antes. Es importante saber hacer un alto en la vida para reflexionar acerca de la vida espiritual y la relación con Dios y con el prójimo. Todos los días se puede y se debe ser mejores personas. 

En Adviento se debe hacer un plan para que no solo las personas sean buenas en este tiempo, sino siempre. Analizar qué es lo que más trabajo cuesta y hacer propósitos para evitar caer de nuevo en lo mismo. 

Es un tiempo en el que se puede revisar cómo ha sido la vida espiritual personal, la relación con Dios y tratar de convertirse de nuevo. 

Esta es una época del año en la que se va a estar “bombardeado” por la publicidad para comprar todo tipo de cosas, estar invitados a muchas fiestas. Todo esto puede llegar a hacer que se olvide el verdadero sentido del Adviento. Se debe esforzar por vivir este tiempo litúrgico con profundidad, con el sentido cristiano. De esta forma se vivirá la Navidad del Señor plenados por El Señor de la Navidad. 

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