El cinismo y la irresponsabilidad en el liderazgo

Hoy en día, el liderazgo es un tema crucial en donde las fronteras se han abierto al comercio y a la interacción global; donde las naciones, organizaciones y empresas permanentemente se encuentran en una constante lucha por ser cada vez más competitivas, lo que ha generado que las personas que las conforman sean eficientes y capaces de dar mucho de sí para el bienestar de la nación, organización o empresa, pero eso sí: sabiendo que deben responder cuando se presentan consecuencias adversas. Es decir: deben ser capaces de responder por lo hecho o dejado de hacer; expresado de otro modo: tener responsabilidad (ser hábiles para responder, pues el resultado de su accionar es algo que les compete); o sea, no estar incapacitados para responder… no tener inmunidad.

Al hablar de organizaciones y personas es indispensable mencionar a los conductores, los líderes, aquéllos que han de lograr el éxito de sus naciones, instituciones u organizaciones y que -por ende- han de motivar y orientar a sus seguidores para conseguirlo, debiendo prever -por ello- las probables y posibles consecuencias de cada acción y/u omisión.

El líder, como toda persona, posee muchos defectos y virtudes que debe conocer; esto implica mirar primero dentro de sí mismo, conocerse, para luego entender a los demás y reflejar lo que quiere lograr, lo que busca alcanzar con los demás para conseguir la conquista: la tierra prometida. Las ideas desarrolladas en este espacio contribuirán a que los líderes se autoevalúen mejor y de esta manera optimizar su desempeño como tales y el de sus seguidores, que el mismo sea para beneficio personal, así como de las naciones, instituciones y/u organizaciones.

Y como personas estudiosas que les toca ser no se pueden resistir a analizar los más evidentes fenómenos que se presentan en el difícil arte del liderazgo. En esta oportunidad se desarrollan algunas ideas del fenómeno del cinismo y de la irresponsabilidad en el liderazgo.

Así como el estudio analítico de la forma y estructura externa e interna del cuerpo humano es la anatomía, una ciencia muy desarrollada que, sin embargo, sigue encontrando objetos interesantes de estudio, esas circunstancias se presentan cuando -a través de las ciencias del comportamiento– se estudian los factores que influyen en los estilos actitudinales de las personas que ocupan posiciones de lideranza, tanto en la administración pública como en la privada.

Los especialistas en valores, ética y principios referentes al estilo actitudinal humano dicen que cinismo es cuando se tiene desvergüenza o descaro al mentir o al defender (generalmente a ultranza) y/o practicar actitudes reprochables. El cínico es aquél que miente cuando sabe que todos saben que está mintiendo o que lo hace con tal rudeza que confirma que no le importa que lo descubran en la mentira. Ser cínico no es siempre un defecto: se puede ser cínico para demostrar un punto, para hacer evidente una realidad que los demás prefieren obviar. En la mayoría de los casos, sin embargo, un cínico está simplemente despreciando a sus oyentes.

La responsabilidad es la virtud o disposición habitual de asumir las consecuencias de las propias decisiones, respondiendo de ellas ante la sociedad y ante sus seguidores. El tratar de buscar un responsable de los fracasos repetitivos en la gestión de liderazgo es una locura del tamaño de una catedral (entrañando culpabilidad por la cual habrá que responder). ¡Buscar o señalar a un culpable de los fracasos conseguidos -cuando realmente son por un mal proceder del líder- es una gran irresponsabilidad en el liderazgo!

Podría decirse que la irresponsabilidad es la incapacidad de dar respuesta por los propios actos. Una persona responsable concibe y adopta decisiones conscientemente y acepta las consecuencias de sus actos, dispuesto a rendir cuenta de ellos. ¡No escurre el bulto!

Condiciones para que exista irresponsabilidad: el caudillaje. Las acciones no son realizadas libremente. Debe existir una norma desde la que se puedan juzgar los hechos realizados. La irresponsabilidad implica actuar impunemente, con inmunidad; es decir, sin tener que rendir cuenta de los propios actos ante alguien que ha regulado un comportamiento. El hombre responde de sus actos ante quien es capaz de dictarle y exigirle acatar ciertas leyes, reglas y normas (sociedad, seguidores, supervisores inmediatos) como por ejemplo: responsabilidad moral, juicio de conciencia, principios éticos, etc.

La responsabilidad ante los demás puede ser de varios tipos: jurídica (ante las autoridades civiles), familiar-doméstica (ante la familia), laboral (ante los superiores), etc. La ignorancia, la violencia y el miedo son acciones que hacen crecer la irresponsabilidad. Para evitar responsabilidades ante los demás es frecuente echar las culpas a otro, o bien decir: «Soy el jefe y hago lo que me da la gana», queriendo expresar que no rinde cuentas de su comportamiento ante nadie.

Los líderes democráticos formulan ideales y metas elevadas (siendo «motivos» que han de empujar a sus seguidores a lograr lo ideado), se responsabilizan enseguida de sus decisiones y de sus resultados.

En los actuales momentos Venezuela se encuentra ante un liderazgo (privado y público, incluyendo en este último el «político») que -en muchos casos- carece de autoridad moral, siendo así medularmente irresponsable, que en aras de sus particulares intereses no le importa comprometer, como lo hace, el presente y futuro del país. Para todo venezolano/a sensato/a es clara la necesidad de un nuevo liderazgo, con compromiso social, unificado en una propuesta de país y dispuesto a impulsar una estrategia de desarrollo nacional sustentable.

Un líder cínico e irresponsable… no funciona. Un líder cínico e irresponsable… pierde autoridad. Un líder cínico e irresponsable… pierde poder. Un líder cínico e irresponsable… en esta aldea planetaria pierde su proyección personal y hasta puede ser sacado de la posición que ocupa: por ahí hay mucha gente que ha dejado de ser aceptada como líder como consecuencia de su irresponsabilidad, de su egoísmo, de su falta de compromiso con su país, institución u organización y con todo lo que esto ha de significar.

¡SI LA SOCIEDAD VENEZOLANA PERMITE LA CONTINUACION DE UN LIDERAZGO CINICO E IRRESPONSABLE, SOLO SE LOGRARA QUE MAS PERSONAS COPIEN ESTE ESTILO!

¡LA SITUACION EXIGE DAR LA CARA POR EL PAIS. NO SE PUEDE PERDER MAS TIEMPO!

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