El Clima Organizacional Depende de la Calidad de las Interacciones Personales.

“Los valores y principios condicionan el comportamiento humano en la sociedad, así como también en el entorno organizacional y, las relaciones entre jefe y subalternos está directamente relacionado con la credibilidad del primero, lo cual contribuye a establecer transacciones de calidad entre los miembros de la estructura formal de las organizaciones”, son afirmaciones suministradas por el Ing. Juan Carlos Caramés.

Caramés, es un conocido consultor empresarial, quien luego de haber trabajado dentro de la empresa privada y en los últimos tiempos como asesor, además de docente a nivel de pregrado y postgrado, tiene una perspectiva bastante amplia y, en función de algunos estudios hechos nos da a conocer situaciones de gran relevancia dentro del mundo industrial.

Nuestro entrevistado, considera que, los conceptos de los empleados sobres sus jefes no son las más alentadores, lejos de ser posturas de respeto son ideas fundamentadas en el mal carácter y poca disposición de trabajo en equipo además de las continuas faltas de respecto de los directores hacia sus subordinados.

El Consultor nos dijo lo siguiente: “¿Qué hacer, entonces, dado este panorama? “La respuesta es tan sencilla o complicada, como la quieras ver, tan costosa o barata según como decidas abordarla. Lo que es cierto, es que todos, debemos hacer algo al respecto”.

De acuerdo con su experiencia profesional como Consultor ha desarrollado las siguientes ideas, las cuales contribuyen a mejorar el clima organizacional:

1. “No eres responsable de la cara que tienes, pero si de la cara que pones. Es una actitud, elegir, como quiero relacionarme con los demás, qué postura emocional deseo trasmitir. Cuando tengo apertura con la gente, recibo información. Cuando me cierro, nadie quiere nada con nadie”.

2. “La gente siempre está esperando algo bueno de otra persona. A veces, no tienes una segunda oportunidad de impactar, de regalar unos segundos de consideración, aprecio o respeto por los demás”.

3. “Use términos de inclusión más que de separación, palabras de aceptación más que de rechazo y de tolerancia más que de prejuicio”.

4. “Las palabras tienen una cierta energía o un cierto mensaje que crea reacción en los demás, una reacción que, por lo general, se nos devuelve multiplicada. Siempre estamos creando algo, ya sea positivo o negativo, con lo que digamos”.

5. “Es bueno preguntarse siempre “¿Lo qué estoy apunto de decir servirá para impulsar mi causa?, ¿Servirá para elevar el espíritu del que escucha?, ¿Inspirará, motivará y creará progreso?, ¿Disipará los temores y creará seguridad y confianza?, ¿Incrementará la autoestima, y la voluntad de actuar?”.

6. “Esfuércese por encontrar algo que admirar en cada persona con quien interactúe”.

7. “Propóngase que cada interacción con los demás sirva para darles ánimo y entusiasmo, aunque sea de forma imperceptible”.

8. “Cada alteración elevada en el temperamento de carácter, produce y acumula excesos negativos de sustancias que endurecen las arterias por la cual transita nuestra sangre. Esto eleva las probabilidades de enfermedades o muerte repentina”.

9. “Necesitamos cómplices que faciliten el entendimiento, que contribuyan a la creación de ambientes emocionales productivos y donde la socialización permita una sana convivencia”.

10. “Es imperante que yo, tu, nosotros, ellos, iniciemos la puesta en marcha de algunas de éstas recomendaciones. Somos las piezas del efecto dominó”.