El conocimiento, un buen negocio para la empresa y el profesional

Daniel Piorun – Varias disciplinas se han profundizado en la última década para fortalecer la tarea del management y el logro de los objetivos empresariales. La “Gestión del conocimiento” o “Knowledge Management” es sin dudas, un pilar para agregar valor a las soluciones que las empresas requieren. Se trata, “simplemente” de capitalizar las experiencias pasadas, sistematizándolas y reutilizarlas como base para diseñar y resolver situaciones presentes y futuras. Nada más simple de contar, pero difícil de lograr para muchas empresas. Quien logra esto, reduce costos, tiempos, aumenta productividad, eficiencia y logra consolidar un activo intangible en forma explicita. Recordemos que en las empresas modernas, la valuación de los activos intangibles, tiene una relación de 10 a 1 con los activos tangibles.

Tomando la frase de Lew Platt: (ex presidente de HP) “Si HP supiera lo que HP sabe, seríamos tres veces más rentables”. La mayoría de los empleados de una compañía, no saben quién es el que sabe sobre algo que ellos no saben. No es un juego de palabras, es una realidad incuestionable, que hace a las organizaciones sumamente ineficientes y que, para aquella organización que sea capaz de conseguir una solución, más o menos completa, para gestionar el conocimiento, minimizando el pernicioso efecto del desconocimiento descrito, supone una ventaja competitiva de primer orden.

La “gestión del conocimiento” es una capa de mayor alcance y complejidad que abarca a la “gestión de la información” (y está última abarca a la “gestión de datos”). Dicha evolución cualitativa se encuentra en un estado actual de experimentación, en relación a los mejores instrumentos para su aplicación y el nivel requerido de madurez, en las organizaciones que decidan implementar este concepto.

Bill Gates definió: “la gestión del conocimiento tal como yo la entiendo aquí no es un producto de software, ni tampoco una categoría de software. No es ni siquiera una cuestión de técnica. Es algo que empieza con los objetivos y los procesos de la empresa y con el reconocimiento de la necesidad de compartir información. La gestión del conocimiento no es más que gestionar los flujos de la información y llevar la correcta a las personas que la necesitan, de manera que sea posible hacer algo con prontitud”.

El conocimiento es una mezcla fluida de experiencias, valores, información contextual y apreciaciones expertas, que proporcionan un marco para su evaluación e incorporación de nuevas experiencias e información. Se origina y aplica en las mentes de los conocedores. En las organizaciones está, a menudo, embebido no sólo en los documentos y bases de datos, sino también en las rutinas organizacionales, en los procesos, prácticas y normas.

La clasificación del conocimiento se compone de dos tipos. Conocimiento tácito: es el conocimiento personal, almacenado en las mentes de los individuos, difícil de formalizar, registrar y articular (en su totalidad). Conocimiento explícito: es el conocimiento almacenado en medios físicos, en cualquiera de las formas.

Una empresa no es una máquina, sino un organismo vivo. Tiene un sentido colectivo de identidad y propósito fundamental. Crear nuevo conocimiento NO es una actividad especializada del departamento de I+D, marketing o planificación estratégica. Es una manera de comportarse, una forma de ser en la que todos somos ‘knowledge workers´.

En consecuencia, la gestión del conocimiento es administrar los flujos de conocimiento dentro de la organización, a efectos de lograr que las personas puedan acceder al mismo, en tiempo y forma para reutilizarlo. Existen diversas técnicas para transformar los tipos de conocimiento y luego su administración.

Como observamos, la gestión del conocimiento está íntimamente ligada al capital intelectual de una organización, y este, al desarrollo de los talentos de los recursos humanos. Es fundamental tener claro que los recursos humanos son los que hacen posible la gestión del conocimiento y el desarrollo de una organización que aprende y crece, pero también es igual en el sentido inverso, desarrollarse en una organización de estas características, alimenta de manera exponencial a los recursos humanos que siempre se llevarán consigo las vivencias profesionales y los nuevos conocimientos aprendidos a partir de esta interrelación.

De todo lo mencionado, surge que se abre un nuevo panorama, en el cual, todo profesional debe estar involucrado.

El conocimiento es el atajo que permite, o bien escalar una montaña, piedra por piedra, o que lo lleven en helicóptero directamente a la cima. Cada empresa decide si el hobby de escalar es lo que más prioriza, o necesita resultados con mayor rapidez y certidumbre.

Fuente: http://www.degerencia.com/articulo/el-conocimiento-un-buen-negocio-para-la-empresa-y-el-profesional