El correo electrónico, carta de presentación laboral

Una dirección muy rara, demasiado coloquial o que no refleje los apellidos puede denotar aptitudes poco recomendables para un trabajo y eliminar al candidato

JOSÉ IGNACIO RECIO – Uno de los datos imprescindibles que debe figurar en cualquier currículum vítae es el correo electrónico del candidato. No puede faltar, ya que la mayoría de empresas o compañías de selección de personal lo demandan para después ponerse en contacto con los aspirantes al puesto de trabajo. De ahí que quien busque empleo deba tener una cuenta de correo, pero no cualquiera. El correo electrónico que dé a la empresa será una forma más de mostrar su personalidad, por lo que no pueden usarse nombres divertidos, apodos o similares, que puedan dar una imagen distorsionada de quien opta a un trabajo. En este reportaje se indica cómo elegir el mejor nombre para tener más opciones y evitar ser eliminado por esta cuestión.

Un correo electrónico serio, aliado para encontrar empleo

Carácter infantil, inmadurez o poca seriedad son algunos de los signos que se pueden detectar en un correo electrónico

Un correo electrónico estrambótico, demasiado coloquial o que no refleje los verdaderos apellidos puede denotar aptitudes poco recomendables para desempeñar un puesto de trabajo, e incluso servir como excusa para eliminar a un buen número de demandantes del empleo.

Carácter infantil, inmadurez o poca seriedad son algunos de los signos que pueden detectar los encargados de desarrollar el proceso de selección, solo con visualizar el correo electrónico incluido en el currículum vítae del candidato al puesto.

¿Cómo elegir el nombre del correo electrónico?

Tanto si no se tiene un correo como si su nombre es poco recomendable, la primera labor que hay que hacer es crear uno en el que se reflejen fielmente las señas de identidad a través de sus nombres o apellidos. Se puede desarrollar a través de los muchos servidores que cuentan con este servicio, gratuito, a cambio de rellenar un sencillo cuestionario en el que se aportarán los datos más básicos y personales: nombre, domicilio, edad, población… Formalizarlo llevará solo unos minutos.

Conviene seleccionar un nombre en el que se incluya el nombre y el apellido, o dos apellidos. Bajo ninguna circunstancia deberán usarse denominaciones curiosas como "spiderman", "usainbolt", "merkel" o similares, ya que pueden alejar al candidato del puesto de trabajo, si esa es su presentación ante la empresa.

Hay que buscar un nombre de correo neutro en el que se combinen los nombres y apellidos a gusto del usuario.

Hay que buscar un nombre de correo neutro, en el que pueden combinarse nombre y apellidos, a gusto del usuario, y que puede estar potenciado por guiones bajos, puntos o caracteres numéricos, pero en ningún caso con apodos, motes o nombres fantasiosos o malsonantes. En este sentido, son idóneos los que se asemejen a estos: "garcialopez", "josemartinez", "alejandro_soto", "jaime.gutierrez"…

Pueden hacerse muchas variaciones, tantas como quieran sus titulares, incluso alfanuméricas, sobre todo recomendadas para los casos en que el nombre esté ya registrado (bastante habitual) o por motivos de seguridad. "Ricardofernandez06", "javier_gonzalez15R" u otros similares podrán servir para estas finalidades.

Potenciarlo con blogs o webs

Como es bastante frecuente que los usuarios tengan varios correos, son aquellos en los que se reflejen sus nombres y apellidos los que deben incluirse en el historial académico. Los más coloquiales se deben utilizar para otro tipo de relaciones.

Por otra parte, si guarda estrecha relación con el puesto de trabajo que demanda la empresa, es muy aconsejable incorporar los blogs o webs que tengan vigentes los candidatos. Puede constituirse como una importante fuente de análisis para la selección de los trabajadores, y hacer que mejore la opinión que se tenga del aspirante, en función de sus contenidos y aportaciones. Redacción, lenguaje, diseño informático o nivel de idiomas son las aportaciones que pueden darse a conocer a través de estas herramientas tecnológicas.

Son, por tanto, unos datos que no pueden obviarse a la hora de elaborar la presentación académica y laboral, pues brindan una información adicional a la compañia sobre los conocimientos de los candidatos.

Fuente: http://www.consumer.es/web/es/economia_domestica/trabajo/2014/04/02/219658.php