El desarrollo administrativo y el liderazgo

Descubrir la diferencia en ser gerentes o ser líderes, es descubrir la fuerza con la cual podemos manejar la eficiencia colectiva de nuestras organizaciones.

Los principios de las Ciencias Administrativas están ligados a un proceso y, como tal, en constante evolución, lo cual conduce a tomar una serie de acciones con el fin de alcanzar objetivos. En el amplio espectro de la acción administrativa se utilizan recursos materiales, financieros, humanos y tiempo. Todos son recursos limitados y por ello, se busca la maximización del esfuerzo por utilizar el mínimo de estos recursos y alcanzar ampliamente los objetivos trazados. En esta relación se basa la EFICIENCIA.

Para hacer eficiente el esfuerzo, es necesario advertir que los humanos, debido a su naturaleza gregaria, se unen para el logro de objetivos. Esa unión es científicamente armonizada por la Administración, mediante el ciclo compuesto por cuatro etapas: Planificación, Organización, Dirección y Control del Proceso Administrativo. Como característica distintiva del proceso, destaca que la Administración busca un fin determinado, que impacta la vida de las personas involucradas. Como grupo distintivo, al unirse esas personas establecen una serie de principios sobre cómo van a realizar sus esfuerzos y he aquí que, debido a las diferencias fundamentales que norman la naturaleza humana en cada persona, es necesario establecer tareas distintivas para cada integrante del grupo, fortaleciendo así la capacidad individual con la colectiva, diferente a la original, y esto se convierte en una actividad del EQUIPO DE TRABAJO.

La meta que fijan los integrantes del equipo se refiere al Objeto Administrativo y requiere un campo de acción definido y, al mismo tiempo, obliga a una orientación distintiva de los esfuerzos que tienen que realizar.
La administración utiliza criterios gerenciales para maximizar la eficacia, con la cual se deben alcanzar los objetivos; pero requiere también, a todos los niveles, el esfuerzo de personas que identifiquen, más allá de las técnicas gerenciales, las necesidades individuales y colectivas de los integrantes de los equipos de trabajo y, más allá de éstos, las necesidades de las organizaciones, cualesquiera que sea su naturaleza e indicar vías adecuadas, enaltecedoras y posibles para que, alcanzando la satisfacción personal y profesional de sus integrantes, se logren las metas por las cuales se habían unido. Sea un grupo de acción social, gubernamental, empresarial o de cualquier naturaleza, las técnicas gerenciales que se utilizan, son necesarias para, efectivamente, alcanzar los objetivos; pero sin el impulso moral, de quienes ostentan la influencia entre el colectivo; la eficacia es minimizada por una imposición de factores técnicos, que obedecen a consideraciones alejadas de los múltiples factores que afectan el comportamiento humano. El LIDERAZGO, es un comportamiento que permite inducir, entre los integrantes de una sociedad, la noción sobre el hecho que las normas son también de ellos, producto de sus esfuerzos, y que la comprensión de sus necesidades activa la forma de lograr el objeto administrativo. Por ello, la formación de un líder sin conocimiento de las ciencias administrativas, perdería el sentido racional con el cual debe intervenirse en las comunidades y aplicar las herramientas gerenciales, sin conocer como moldear la conducta para influir en la gente, es desperdiciar la forma de alcanzar eficiencia. Por ello, tantos fracasos de gobernantes que, considerándose líderes, son un fracaso en su acción administrativa de gerenciar el Estado y viceversa y directores de empresas que considerándose gerentes, son incapaces de producir, incentivar o motivar acciones colectivas en beneficio de las metas de una organización.

En todo trance, es necesario mantener un clima de unión entre los integrantes de una organización, para que permita fluir el esfuerzo colectivo, y no sólo el de individualidades. En el diario ejecutar de acciones, colocar intereses particulares o grupales por encima de los intereses colectivos, pervierte la intención del logro, que es el alcance del objeto administrativo, claramente definido en los procesos de planificación de cualquier organización o estructura social avanzada. Si se administra una empresa que produce pan, no podemos colocar los intereses personales, o de mi equipo de béisbol, entre las variables a considerar por ser la mejor panadería de mi barrio; igualmente, si se administra el Gobierno, nunca se alcanzarán las metas del bienestar general, si se introducen variables de sus partidos políticos, o de sus problemas económicos de sus amigos.

Todo proceso administrativo debe contar con la suficiente información, que cohesione el esfuerzo administrativo y no produzca dispersión del esfuerzo de individualidades, para que no haya distorsión de las formas de lograr lo que queremos alcanzar. En el análisis del ciclo administrativo, se visualiza un proceso, y estará en la gerencia media, asumir las responsabilidades administrativas para que todo esfuerzo converja en el logro del objeto administrativo. En cada uno de estos niveles, también existirá voluntad para que el proceso administrativo no se detenga y, en su constante perfeccionamiento, se señalan las formas diferentes de alcanzar el fruto, que a la vez permita la evolución de las necesidades planteadas por cada integrante de la organización. Es con LIDERAZGO que, aplicando las técnicas gerenciales y estructurando EQUIPOS DE TRABAJO, como podemos alcanzar la EFICIENCIA. Invito a todos los amigos que leen esta columna de Entorno Empresarial, a profundizar en el LIDERAZGO para alcanzar las metas de vuestras organizaciones públicas o privadas. La Venezuela de hoy lo necesita.