El Desastre del PIB

Los recientes datos dados a conocer por el Banco Central de Venezuela sobre el desempeño de la economía nacional en el primer trimestre del año 2010, constituyen un alarmante reconocimiento del desastre que está en curso.

El dato más publicitado es el retroceso del Producto Interno Bruto en un 5,8 % con respecto al nivel que este indicador presentó en el primer trimestre del 2009. Sin embargo, un análisis más detallado, nos muestra que el nivel del PIB durante este trimestre recién pasado, fue también más bajo que el presentado por la economía venezolana en el primer trimestre del 2008 y del 2007. El nivel alcanzado por el Producto Interno Bruto en el 2010, sólo es comparable al existente a mediados del 2006. Es decir, que no estamos en presencia sólo de un retroceso con respecto al año anterior, sino que tenemos un salto atrás equivalente a cuatro años, en materia de producción interna.

En el transcurso de estos últimos cuatro años, el precio del petróleo ha aumentado, y han aumentado los ingresos que el país y el Gobierno reciben por concepto de estas exportaciones. No ha habido, por lo tanto, en principio, limitación en el sector externo de la economía. Sin embargo, las empresas han tenido cada vez más dificultades para acceder a las divisas, y por lo tanto, han estado enfrentadas a la limitación en la dotación de insumos y de repuestos. No por ausencia de divisas, repetimos, sino por que estas se destinan a otros usos bastante poco transparentes. A ello se suman, en el 2010, las limitaciones en el uso de la energía, todo lo cual no podía menos que traducirse en una manifiesta reducción de la producción.

TODO SE DERRUMBÓ

En materia de importaciones, estas retrocedieron en el primer trimestre en un 39,7 % con respecto al mismo periodo del año anterior. Es decir, que en materia de bienes disponibles en el mercado nacional, hay un retroceso tanto en materia de bienes de origen nacional como en los de origen importado, lo cual arroja que la oferta global disminuyó en un 16,7 %. Las menores importaciones están ligadas, a su vez, a los menores ingresos de la población, a la baja en el consumo privado, que disminuyó en un 5,9 % con respecto al año 2009, y que había presentado ya una caída con respecto al 2008.

Las exportaciones, a su vez, medidas a precios constantes, han retrocedido en un 8,1 % con respecto al primer trimestre del año pasado, cifra en la cual se combinan las caídas de las exportaciones petroleras y lo poco que queda de las exportaciones no petroleras.

Finalmente, un dato escalofriante: la inversión ha retrocedido en este primer trimestre del 2010 en un 27,9 % con respecto al mismo periodo del año anterior.
En el año 2009, sin embargo, la inversión bajó con respecto al año 2008 y en ese año bajó también con respecto al 2007. Si en algo están de acuerdo todos los economistas de todos los siglos y de todas las corrientes de pensamiento, es que si una economía no invierte, no crece. Como en los tres últimos años la inversión ha venido en franco decrecimiento, y en el 2010 esa tendencia se mantiene, es dable suponer que el crecimiento de la economía venezolana, para el futuro cercano, está bastante comprometido.

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