El espíritu de estos tiempos

La responsabilidad está en los Estados Unidos en donde prevaleció a raíz de la crisis de los 70 el concepto del “Estado Mínimo”, en el cual la actuación Estadal quedó reducida a la mínima expresión. En el marco de este modelo económico es la mano invisible (Adam Smith) del mercado la que actúa y el Estado sólo lo hace en caso de fallos a efectos reguladores, este modelo “colapso”. El concepto del “Estado Mínimo” se hizo insuficiente frente a esta burbuja financiera creada irresponsablemente por las grandes corporaciones económicas del mundo. Ahora, las grandes potencias (Alemania, Francia, Inglaterra, EEUU…) están asumiendo su rol regulador del sistema financiero.

Los países de Latinoamérica deben: ¿Enfrentar la crisis? ¿Cómo?: dentro de un diseño de políticas públicas, que tiendan: a) fortalecer las estructuras administrativas haciéndolas eficaces y eficientes; b) política del gasto para impulsar infraestructura: generación de empresas (incentivos), creación de empleos; c) desarrollo de un modelo energético que enfrente el cambio climático y d) formación del capital humano: salud, educación, vivienda, desarrollo humano… (González Felipe: Retos ante la Crisis, Iberoámerica 2020)

La situación en Venezuela es preocupante. En razón a que el Gobierno desdeña cualquier perjuicio en nuestro país, por nuestra condición de país productor de petróleo, como justificante.

Mientras la gente ve: – los anaqueles de los supermercados vacíos; – los productos aumentan hasta diez veces su valor; – no hay divisas ni para los enfermos en fase terminal; – la nueva modalidad de secuestro de alta línea gerencial; – niños recogiendo desperdicios de la basura; – el costo de una vivienda; empresas cerrando; desempleo… y, sienten la crisis.

Pero la preocupación de este gobierno se centra en imponer su control hegemónico, a través, de un modelo político “Socialismo del siglo XXI”, a la vieja usanza de los partidos comunistas y totalitarios: control de los poderes públicos, control de la maquinaria electoral, chantaje permanente a la ciudadanía: becas, subsidios, ayudas, casas, por la militancia partidista, o, por asistir a marchas y vitoreen sus consignas (humillados por la necesidad).

Hasta se han sentido victoriosos por el fracaso del capitalismo. Se puede decir, que, se alegraron por lo ocurrido. Pero se les congeló la sonrisa cuando: “viendo la paja en el ojo ajeno…”: ¡bajo estrepitosamente el precio del barril!

Este Gobierno está obnubilado con su socialismo, no ve mas allá, piensa que Venezuela se quedó hace 10 años cuando gritaba por un líder que los sacara del bipartidismo corrupto de esos tiempos (ahora uni…) y creen que nos quedamos allí. No se ha puesto a pensar “en el espíritu de estos tiempos”.

¿Estamos en momentos de ideologías o de economía? ¿Hasta dónde puede sostenerse un gobierno con la pura “ideología”, que no satisfaga las necesidades de los ciudadanos? ¿Qué será más importante para el venezolano en estos tiempos? ¿Estabilidad económica? o ¿socialismo?

El espíritu de estos tiempos reclama un cambio en la forma de hacer política. Reclama: “políticos”. Reclama: “Políticas Públicas” “diversificación de la economía”. No reclama: “ideología” “confrontación” y menos aún “imposición”.

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