El éxito personal es un estado mental

 “Vive como si fueses a morir mañana, y aprende
 como si fueses a vivir para siempre”
M. Gandhi

Toda persona tiene la habilidad de ser exitosa y hasta puede afirmarse que… ¡la tiene! 

Sin importar la experiencia previa, inteligencia o educación, todo el mundo tiene la habilidad de convertirse en alguien exitoso. Usualmente, lo que detiene a alguien son los obstáculos y los límites, ambos emocionales y físicos, y una vez que muchos se encuentran con ellos, generalmente no siguen adelante. 

La definición de éxito es lograr algo, alcanzar el objetivo deseado en forma intencional. Para muchos, esto se refiere a conquista (de tangibles e intangibles: salud, familia, crecimiento personal, tiempo de ocio, labor social, dinero, etc.) y status. 

Para otros, puede significar el contraer matrimonio o tener hijos. Mucha gente no experimenta su propia versión de éxito, porque tiene miedo al fracaso. Por ejemplo, comenzar un negocio implica aceptar un gran riesgo, que amilana a muchas personas y les entorpece alcanzar su potencial personal completo. Como resultado, el negocio nunca se comienza: se queda como idea y… deviene la frustración. 

Además de estas tres capacidades, una persona exitosa sabe como priorizar. Saber qué es importante y qué no lo es, asegura que se mantendrá en el camino y que busca lo que es más importante desde el punto de vista personal y del proyecto. Si la idea de éxito es formar una familia, entonces se deberá trabajar duro para comprar una casa o ahorrar algo de dinero, tendente a contraer matrimonio y poder avanzar. 

Pero, junto a toda la dedicación y el trabajo duro, se necesita saber cuándo “recargar las baterías”, y cuándo divertirse y suavizarse (tiempos: productivo, recuperativo y libre). Luchar por ser exitoso puede ser extremadamente agotador y estresante (exigente), y la manera en que se sea capaz de manejar ese estrés, será la manera como se enfrente a esos momentos abrumadores. Esto se refiere nuevamente al tema de saber qué es importante y qué no lo es. 

Para tener éxito en lo que se emprenda -prosperidad- es necesario llevar a cabo las siguientes actividades:

1.- Focalizar la atención en uno o dos objetivos: que se deben tener presentes hasta que se hayan logrado;

2.- No dejar porciones del proyecto pendientes (crean zanjas o brechas): ya que la actividad cerebral funciona también a nivel inconsciente, sobrecargando el sistema neuronal, si no se le da un corte mediante la culminación debida, pues… aun cuando no se haya alcanzado el objetivo sigue acumulándose como un tema pendiente, con el consiguiente aumento del agotamiento y del estrés;

3.- Establecer prioridades: el trabajo es importante para la movilidad social, pero la familia y amistades también son parte del entorno personal, y brindan prosperidad a la vida personal. El equilibrio en estos escenarios es fundamental;

4.- Saber muy bien lo que se desea: objetivos difusos solo conducen al logro de metas indefinidas. Si no se logra lo que realmente se quiere obtener, habrá un desgaste en el proceso, y -al final- no se termina siendo todo lo exitoso que se anhela; y

5.- No sentir culpa por ganar dinero: en algunas sociedades, no se ve con muy buenos ojos el éxito asociado al dinero. Sin embargo, como es del conocimiento general, el dinero -como “medio”- es una forma rápida de alcanzar prosperidad en la vida. 

Direcciones-E:

[email protected]
www.gerenciaenaccion.com.ve
@genaccion