El Frente

“Replantear los partidos, modernizar sus métodos de captación y transformar su organización y sus actividades puede reforzar su atractivo y hacer que sean más dignos de las sociedades que desean gobernar. “Moisés Naim”

Es preocupante la situación que vivimos en el país desde cualquier punto de vista que se analice, sea económica, social, cultural, política o moral. Desde el punto de vista económico es innecesario repetir los diagnósticos y propuestas que han sido hechas por instituciones y personalidades lúcidas de la nación. El deterioro social se expresa  con mayor evidencia en los sectores de salud, educación, y en cualquiera de las manifestaciones culturales que quieran desarrollarse dentro del país. Moralmente hablando, gráficamente se ilustra con la frase que caracteriza la gestión pública del régimen: por donde quiera que se apriete con el dedo sale pus.

La situación política es muy  compleja. Se observa mucha decepción en el chavismo-madurismo militante y el enchufado. Es obvio, el modelaje de sus dirigentes, a la vista está, no es constructivo, no es edificante; es inmoral y pervertido. Por eso es imperativo un cambio de rumbo y para ello se requiere un cambio de gobierno y del modelo humillante, obsoleto, degradante y antihumano que se ha querido imponer.

Desde la perspectiva de la oposición democrática, es cierto que se han cometido errores, pero, no es menos cierto que los partidos políticos están conscientes de ellos y están tratando de enmendarlos, obligados por las circunstancias quizás, pero la MUD se ha transformado en un gran Frente amplio nacional con ramificaciones locales que incorpora la exigencia de muchas asociaciones civiles organizadas que reclaman, con razón, su participación en los debates y acciones políticas fundamentales para lograr el gran objetivo de tener una Venezuela libre.

Sin embargo, hay que tener cuidado. Se nota en el ambiente querer demonizar nuevamente a los partidos políticos y tratar a sus dirigentes como unos ¨leprosos¨ a quienes hay que aislar. Cuidado con los nuevos náufragos de aquí y de allá. Esas actitudes del pasado reciente desembocaron en esta locura, en esta tragedia llamada Revolución del siglo XXI.

Moisés Naim, venezolano acucioso, estudioso e inteligente, conocido y respetado mundialmente, en su libro ¨El fin del poder¨, señala que ¨hay que despertar y encauzar la energía política latente en todas las sociedades para lograr los cambios necesarios. La mejor forma de hacerlo es, por supuesto, con una democracia que funcione y con partidos políticos capaces de atraer y retener a los militantes idealistas y comprometidos que ahora canalizan sus ganar de cambiar el mundo a través de ONG con objetivos loables pero muy específicos.¨ Esa es una gran enseñanza que debemos atender no sólo en Venezuela sino en todas las sociedades modernas.