El gerente y la competencia de liderazgo

Realizando una revisión conceptual de la competencia de liderazgo, encontramos que “es la habilidad para fijar objetivos y para realizar seguimiento a dichos objetivos, y la capacidad de dar feedback, integrando las opiniones de los otros, tener energía y transmitirla a otros”.

Alles (2004) la define como “la capacidad de dirigir a un grupo o equipo de trabajo del que dependen otros equipos. Es líder de líderes. Esto implica el deseo de guiar a los demás, tanto desde una posición formal como desde una informal de autoridad. En un sentido amplio, el “equipo”debe considerarse como cualquier grupo en el que la persona asume el papel de líder”.

Tiempo atrás, se creía que el gerente de una empresa era quien tenia las respuestas para todos los problemas, que no cometía errores, que su autoridad no podía ser cuestionada al igual que sus ideas, que solo la opinión de él importaba, es decir, un estilo gerencial autocrático por no decir militar, pero esto ya pertenece al pasado, ahora la tendencia es a una gerencia participativa, y a disponer de buenos gerentes lideres.

Así las cosas, encontramos que el papel del gerente ha adquirido una nueva dimensión, es más dinámico, toda vez que a parte de ser un “Generador de Recursos” (para la organización), es un “Estratega” (forjando el porvenir de su empresa), es un “Organizador” (de toda la estructura de la empresa), y finalmente es un “ Líder” (de su equipo de trabajo).

Como líder, el gerente influye en el comportamiento de sus colaboradores con miras a lograr los objetivos de la organización en una forma más eficaz. Así, el “liderazgo organizacional” es una cualidad proveniente de una doble sensibilidad.

 Sensibilidad a las personas: La cualidad principal de un líder es comprender a los individuos, entender sus aspiraciones, sus fortalezas y sus debilidades y la manera de canalizarlas.

 Sensibilidad a los objetivos de la organización: El líder tiene una visión clara de las metas de la organización. Sabe subordinar los objetivos individuales a los objetivos organizacionales. Sabe también acomodarse a las situaciones, es decir, tolerar momentáneamente ciertos comportamientos individuales negativos desde el punto de vista de la organización, si le parece que puede modificarlos con el tiempo o que es mejor tolerarlos que sumir a la organización en una crisis.

Esta sensibilidad de la que hablamos, hace que el gerente líder se preocupe más por sus colaboradores, por apoyarlos, por entenderlos, por aceptarlos con sus debilidades sabiendo que la mejora es posible y que con la ayuda de ellos se llega al cumplimiento de las metas trazadas.

El gerente líder, es un motivador por excelencia de todo su equipo de trabajo, situación ésta que le permitirá a la empresa alcanzar una visión compartida y a obtener colaboradores que comprometidos con su tarea, con la organización, aportando todo su potencial de trabajo al igual que su creatividad e innovación.

También el gerente líder, debe enfocarse hacia el liderazgo del empowerment, propiciando en todos sus colaboradores un arraigado sentido de responsabilidad, compromiso y autonomía personal, de tal suerte que se generen buenas contribuciones al interior de la organización.

Este liderazgo basado en el powerment, debe partir del respeto por sus colaboradores así como de la confianza en su buena labor, apreciando sus habilidades, propendiendo por un mayor compromiso organizacional, rompiendo el viejo paradigma de controlar a la gente, y dando paso a una organización más participativa.

Atrás quedó el liderazgo basado en la intimidación, porque de lo que se trata es de obtener lo mejor de los colaboradores pero a través del reconocimiento, la aceptación y el respeto a los demás, estimulando ideas, propiciando el crecimiento personal y grupal.

Con lo anotado anteriormente, es preciso recalcar que ésta competencia de liderazgo no es sólo del gerente general, sino que también incumbe a todos los gerentes quienes en el marco de la globalización de las economías, se enfrentan a la tarea de construir organizaciones flexibles, con visión de futuro, con un amplio conocimiento de su entorno comercial, con capacidad para fusionarse con rapidez, de competir y de responder al mercado.

Finalmente, si consideramos la competencia de liderazgo como la capacidad para dirigir a un grupo o equipo de trabajo brindando feedback, en un momento en el cual las organizaciones se enfrentan a muchos cambios que implican ajustes en cuanto a sus estrategias, al tamaño y a su estructura orgánica, considero que al gerente líder se le presenta un gran desafío y es el de impulsar la competencia de liderazgo a todos los niveles de la organización, buscando con ello empresas sólidas, dinámicas y competitivas.

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Referencias
Alles M. A (2004). Diccionario de Comportamientos. Gestión por Competencias. Buenos Aires:Granica S.A.

Lynne J. McFarland y Larry E. Se. O. R. Liderazgo para el siglo XXI. Bogotá. Interamericana.

Scarpetta (1995), El perfil del gerente del próximo milenio.

Siliceo. A. (1997). Lideres para el siglo XX. México :McGraw – Hill