El gobierno y representantes del grupo propietario del Banco de Venezuela están negociando.

El anuncio de la nacionalización del Banco de Venezuela, filial del grupo español Santander, no ha provocado reacciones traumáticas en el sector financiero venezolano y, según las autoridades, nada hace prever que cambie esa situación de calma.

Tanto el Gobierno, a través de la vicepresidencia, como representantes del grupo Santander han confirmado que se han reunido para negociar las condiciones de la operación en un clima de cordialidad y con voluntad de llegar a un acuerdo a corto plazo.

Los medios de comunicación venezolanos no recogen en sus ediciones de hoy reseñas sobre casos de migración de cuentas del banco de Venezuela a otras entidades ni de retiradas anormales de fondos.

De acuerdo con lo indicado por portavoces de los principales bancos, la jornada del viernes, última de la semana con actividad financiera, que además coincidió con el fin de mes y el pago de nóminas, se desarrolló con normalidad.

Los diarios se limitan a confirmar que las negociaciones están en marcha y que, aparentemente, hay buena disposición de ambas partes de alcanzar un acuerdo satisfactorio.

Sólo algunos incluyen interpretaciones de algunos economistas cuya orientación está determinada por su color políticos.

También constatan que con la compra del banco de Venezuela el sector bancario estatal mejorará notablemente su infraestructura y será mucho más accesible al público.

La decisión de comprar el banco de Venezuela, el tercero más grande del país, fue anunciada por Chávez el pasado jueves, 31 de julio.

El Santander se hizo con el control del Banco de Venezuela, el más antiguo de este país suramericano, en diciembre de 1996 al comprar el 80 por ciento de las acciones de la entidad en una subasta por 301,1 millones de dólares estadounidenses.

Posteriormente adquirió otro 13 por ciento de las acciones, mientras el restante se distribuyó entre personas privadas.

A 30 de junio pasado, la filial contaba con 285 oficinas y tres millones de clientes y, según datos de los sindicatos del Santander en España, trabajan en ella 4.565 empleados.

Asimismo, obtuvo un beneficio neto atribuido de 109 millones de euros (171 millones de dólares al cambio actual) hasta junio, el 29 por ciento más que en el mismo periodo de 2007.