El inevitable crash bursátil mundial que se avecina

La burbuja actual sería hija de la euforia de Wall Strett (y por extrapolación del resto de bolsas mundiales) tras los resultados de los llamados «test de estrés» de las entidades financieras llevadas a cabo por la Administración USA; de la llegada de pequeños y medianos inversores tras el estallido de la burbuja inmobiliaria y de la bajada espectacular de los rendimientos de Fondos de Inversión y Renta fija y en especial del regreso a los parqués de los brokers especulativos a la caza de gangas virtuales tras el hundimiento del precio del petróleo y las commodities agrícolas en el Bieno 2008-2010.

Génesis de la burbuja

Racionalidad limitada: La desconexión con la realidad por parte de los inversores les llevaría a justificar la exuberancia irracional de los mercados ( creándose un mundo virtual de especulación financiera que nada tendría que ver con la economía real) y a extrapolar las rentabilidades actuales como un derecho vitalicio lo que unido a la pérdida de credibilidad de las agencias de calificación como Moody’s (al no haber predicho la actual crisis), coadyuva a que el mercado permanezca insensible al recorte de rating de las compañías que cotizan en la bolsa.

Especulación: El proceso especulativo impulsa a comprar con la esperanza de sustanciosas ganancias en el futuro, lo que provoca una espiral alcista alejada de toda base factual,Así, el precio del activo llega así a alcanzar niveles estratosféricos hasta que la burbuja acaba estallando (crash) debido a la venta masiva de activos y la ausencia de compradores, lo que provoca una caída repentina y brusca de los precios,( hasta límites inferiores a su nivel natural) dejando tras de sí un reguero de deudas ( crack bursátil)

Incertidumbre sobre el nivel suelo de los valores bursátiles: Un inversor está dispuesto a pagar un precio por una acción si le reporta dinero en el futuro, por lo que el valor de dicha acción es el total de flujos esperados. El nivel suelo de las Bolsas mundiales, (nivel en el que confluyen beneficios y multiplicadores mínimos), se situaría en la horquilla de los 8000 y 9000 puntos en Mercados Bursátiles como el Dow Jones , Nikkei o el Ibex 35, debido a la mayor virulencia y profundidad que presenta la crisis económica y muy lejos de los estratosféricos techos actuales ,rememorando valores de octubre del 2008.

Repunte de las commodities: El repunte generalizado en los precios de los commodities podría reflejar un cambio en la tendencia de las condiciones económicas dentro del escenario mundial. y en la nueva senda alcista de los productos agrícolas no sólo influye la recuperación del petróleo, sino que también juegan algunos factores coyunturales, como las malas condiciones climáticas (sequías, falta de humedad y bajas temperaturas) que se registraron en las principales zonas productoras del mundo y el regreso de la especulación de la mano de los fondos de inversión.

La OPEP ha revisado al alza su previsión de demanda mundial de petróleo para el 2011 hasta 1,2 millones de barriles al día (mb/d), lo que representa un aumento de 50.000 barriles por día (tb/d) y la previsión de crecimiento económico ha sido elevado desde el 3,8% al 3,9%. convirtiendo a China en el segundo consumidor mundial .

Sin embargo, el estancamiento del precio del crudo en el bienio 2008-2010 (a pesar de los sucesivos recortes de producción por parte de la OPEP) debido a la severa contracción de la demanda mundial y a la huida de los brokers especulativos, ha imposibilitado a los países productores conseguir precios competitivos (rondando los 90 $) y que permitirían la necesaria inversión en infraestructuras energéticas y búsqueda de nuevas explotaciones.

Por tanto, no sería descartable un posible estrangulamiento de la producción mundial del crudo en el horizonte del 2.014, al concatenarse la recuperación económica de EEUU y la UE con factores geopolíticos desequilibrantes , como la inestabilidad social en Egipto (y por extensión en los países árabes productores de gas y petróleo), que podrían desembocar en una acusada reducción de la producción de crudo en dichos países (recordemos que Arabia Saudí es el mayor productor del mundo con alrededor de 9.5 millones de barriles día) ,lo que aunado con el incremento de tensiones en el Canal de Suez podría terminar por provocar la interrupción del suministro de alrededor de 2,6 millones de barriles diarios, de los 86,6 millones de barriles que se demandan al día en el mundo .

Todo ello, originará presumiblemente una psicosis de desabastecimiento y el incremento espectacular del precio del crudo hasta niveles del 2008 (rondando los 150 US$) que tendrá su reflejo en un salvaje encarecimiento de los fletes de transporte y de los fertilizantes agrícolas, lo que aunado con la aplicación de restricciones a la exportación de commodities de los principales productores mundiales para asegurar su autoabastecimiento terminará por producir el desabastecimiento de los mercados mundiales, el incremento de los precios hasta niveles estratosféricos y la consecuente crisis alimentaria mundial , pues la carestía de productos agrícolas básicos para la alimentación (trigo, maíz, arroz, sorgo y mijo) y el incremento bestial de dichos productos en los mercados mundiales que tuvo su punta de iceberg en el 2007, irá presumiblemente “in crescendo” a lo largo de la próxima década hasta alcanzar su cenit en el horizonte del 2014.

Recalentamiento de la economía china: Los bancos chinos, además de los cuatro billones de yuanes (580.000 millones de dólares) del programa estatal de gasto, concedieron otros 7,73 billones de yuanes (1,13 billones de dólares) en créditos durante los primeros siete meses de 2009 en un espectacular estímulo financiero para apoyar una economía afectada por la caída de las exportaciones.

Así, los bancos han emitido más de un billón de yuanes en nuevos préstamos en las primeras dos semanas del 2010 (más del doble del promedio mensual de 400.000 millones de yuanes en la segunda mitad del año pasado), pero la agencia internacional de calificación Fitch ya ha advertido a China que “su crédito es insostenible y que los gastos de estímulo en respuesta a la crisis financiera global corren el riesgo de generar problemas serios. Parte de ese dinero fue a parar al mercado bursátil y al inmobiliario proporcionando un auge inesperado en tiempos de crisis, pero la burbuja podría estallar pronto pues muchos inversores son conscientes de que la inyección de dinero no podrá mantenerse a largo plazo (la concesión de nuevos créditos cayó en julio desde los 1,52 billones de yuanes hasta los 355.000 millones.)

Tampoco sería descartable el estallido de la burbuja inmobiliaria, pues la inversión en bienes inmuebles aumentó en China un 75% en el 2009 hasta los 455.000 millones de euros y los expertos estiman que de producirse dicho crash causaría un impacto a nivel global 10 veces superior al que provocó el colapso del emirato petrolero de Dubai.

Final del rally alcista: Los inversores han empezado a sentir el vértigo de la altura y a cuestionarse el estado de solvencia de las compañías, (dado el elevado endeudamiento de las mismas que superan en algunos casos el 200% en relación a su valor añadido). Así, las sociedades cotizadas en las Bolsas españolas tendrían unos compromisos financieros de 276.532 millones de euros, (lo que supone 3,1 veces el beneficio bruto que van a obtener este ejercicio) y se espera que bajará el porcentaje de los resultados empresariales que se destinarán a dividendos así como el número de empresas que repartirán el mismo y en China. Las previsiones ya no son tan seguras, después de que la cotización cayera un 23 por ciento desde el 4 de agosto y la inseguridad generalizada crece con los anuncios de nuevas emisiones de acciones. Así, desde finales de junio, más de cien compañías han puesto a la venta nuevos paquetes de acciones por valor de 277.000 millones de yuanes, según las estimaciones y a eso se suma la entrada en Bolsa de otras empresas, lo que se traduce en 41.000 millones de yuanes más.

Posible crash bursátil: La euforia de Wall Street (y por extrapolación del resto de bolsas mundiales) tras los resultados de los llamados «test de estrés» de las entidades financieras llevadas a cabo por la Administración USA y el goteo de datos económicos negativos inferiores a las más pesimistas previsiones, habrían ayudado a la sobreponderación de los brotes verdes de la economía (aumento del 3% del PIB de EE.UU. para 2010 y notable mejora de resultados de la Banca y Wall Street).

Sin embargo, el seísmo y posterior tsunami y explosión nuclear sufrido por Japón y los efectos colaterales en forma de incontables pérdidas humanas y materiales, (cerca de 10.000 personas y unos 100.000 millones de US$), provocó el crash del Nikkei que se desplmó un 10,55%, obligando al Banco de Japón a realizar una gigantesca inyección de capital cercana a los 200.000 millones de dólares en el mercado para evitar los ataques especulativos que sin duda sufrirá el yen y que obligará a una inevitable subida de tipos y los costes de reconstrucción provocarán que el Gobierno nipón tenga cada vez más dificultades para presentar un plan de recuperación presupuestaria creíble , con el riesgo evidente de una doble recesión en la economía nipona y posterior estancamiento económico, reeditando la Década perdida de los 90.

Ello, unido al incesante aumento de la Deuda externa, contribuirá a que la prima de riesgo aumente y el crédito siga sin fluir con normalidad a unos tipos de interés reales, lo que aunado con el hecho de que los diferenciales de rentabilidad entre las emisiones de deuda pública entre los diversos países del primer mundo han aumentado en los últimos meses, (lo que conlleva un encarecimiento y mayores dificultades para obtener financiación exterior), la adopción de medidas extraordinarias como implementar medidas cuantitativas (Quantitative Easing) para incrementar la base monetaria y la devaluación del dólar para estimular las exportaciones podría agudizar el riesgo evidente de estancamiento de la crisis económica .

Además, la previsible subida de tipos de interés por parte de Japón, China, de la FED (probablemente dará por terminados sus esfuerzos para estimular la economía en junio), y del BCE (debido al riesgo de un escenario inflacionista (2,3 % en los países de la Eurozona), para el segundo trimestre del 2011 (entre 0.5 y 1 punto), tendrá un inmediato impacto en hipotecas y préstamos bancarios, consiguiente asfixia económica de amplias capas sociales y un dramático aumento de la morosidad y los embargos de viviendas y locales comerciales.

Ello, aunado con la inevitable depreciación del euro frente al dólar debido a los problemas de Deuda soberana de los países fleco de la Eurozona (PIGS y emergentes) y el alza galopante del precio de los alimentos y del crudo (rondando el Brent los 113 US$) debido a factos geopolíticos desestabilizantes, podría dar lugar al Double Dip y a episodios de estanflación para el 2012 en la mayor parte de las economías del Primer Mundo y confabulado con el elevado endeudamiento de las empresas, podría producir un nuevo crash bursátil mundial.

Dicho estallido bursátil tendría como efectos benéficos, el obligar a las compañías a redefinir estrategias, ajustar estructuras, restaurar sus finanzas y restablecer su crédito ante el mercado (como ocurrió en la crisis bursátil del 2000-2002) y como daños colaterales la ruina de millones de pequeños inversores todavía deslumbrados por las luces de la estratosfera, la inanición financiera de las empresas y el consecuente efecto dominó en la declaración de quiebras frecuentes, estallidos de conflictividad laboral e incrementos de la tasa de paro hasta niveles desconocidos desde la época de la II Guerra Mundial, aunado con incrementos espectaculares del déficit Público y de la Deuda Externa y estancamiento de la crisis económica global.

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