El libre comercio entre Centro América, República Dominicana y Estados Unidos

Uno de los hitos más recientes e importantes en el campo de las relaciones económicas hemisféricas ha sido la ratificación por parte del Senado norteamericano del Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Honduras, Costa Rica, Guatemala, El Salvador, Nicaragua y República Dominicana. Aun cuando falta todavía la ratificación por parte del Parlamento de Costa Rica, todo indica que este tratado comenzará efectivamente a funcionar a partir del 01 de Enero del 2006. Con esto, ya son ocho los países latinoamericanos que tienen tratados de libre comercio con Estados Unidos, pues a los seis del CAFTA se suma México, que es socio del NAFTA, y Chile, que tiene en vigencia un tratado bilateral de libre comercio con Estados Unidos. Colombia, Ecuador y Perú, por su parte, se encuentran en negociaciones directas con Estados Unidos para avanzar en la misma senda. Toda esta situación lleva a postular que las negociaciones a nivel del ALCA, es decir una negociación colectiva que abarque a todos los países desde Alaska a Tierra del Fuego, tras un objetivo de liberación comercial, ha sido de hecho sustituida por negociaciones bilaterales o multilaterales, pero de carácter parcial, entre los países que están dispuestos a dar ese paso. Cabe destacar que Brasil, Argentina y Venezuela, han sido hasta ahora los países que sin romper con las negociaciones del ALCA, han manifestado menos interés en su avance y/o han puesto en el tapete de la discusión más puntos de difícil consenso con Estados Unidos.

El CAFTA tiene una estructura que no incorpora elementos diferentes a los que son ya comunes en este tipo de acuerdos. Quizás la única novedad sea el hecho de que los plazos para desgravar totalmente los productos mas sensibles para los países centroamericanos y República Dominicana, que son básicamente los productos agrícolas, sean plazos más largos que los considerados en otros tratados de la misma especie, pues se consideran en algunos productos plazos superiores a los 15 años para llegar al arancel cero.

Los firmantes del CAFTA son países cuyas exportaciones hacia el resto del mundo están constituidas fundamentalmente por algunos pocos productos de carácter agropecuario, por un lado, y por una gran variedad de productos manufacturados bajo el régimen de maquila, por otro. Es dable suponer que el tratado recientemente ratificado implicará, en una primera etapa, la ampliación de las exportaciones de ambos tipos de productos hacia el mercado norteamericano. En una segunda etapa, es posible pensar en que los productos maquilados empleen crecientemente productos, servicios y mano de obra calificada proveniente de los propios países sede, con lo cual se amplíen los beneficios que este tipo de comercio tiene hoy en día para los países en desarrollo.