El marco de la oportunidad

El mundo es del tamaño del que lo vemos con nuestros ojos. Con la anterior reflexión resumo la angustia de la mayoría de empresarios, gerentes y empleados del sector privado, cuando intento concluir su sentir. La mayor recomendación que doy a los que están finalizando sus estudios universitarios es, que viajen a una país desarrollado por un tiempo, no necesariamente muy largo, con la finalidad de abrir, en primer orden, el pensamiento, comprender cómo funcionan diferentes culturas y precisar nuevas oportunidades; pero, sobre todo y a nuestro interés, comprender que el mundo no acaba en la frontera limítrofe de nuestra ciudad o país, y mucho menos, en las oratorias retóricas que escuchamos a diario en distintos medios y escenarios.

Sin duda, la legislación ha cambiado en la última década y seguirá cambiando, algunos le llaman crisis y proyectan los peores escenarios. Para el emprendedor, esto no es una barrera es una oportunidad como le escuché al presidente de Ron Santa Teresa Alberto Vollmer en reciente entrevista radial, el cual recientemente recibió el reconocimiento internacional del organismo encargado del Foro Económico de Davos por su gestión social en el Estado Aragua a través del proyecto Alcatraz.

No quiero, con lo anterior, justificar malas políticas y es totalmente sabido que la confianza es sinónimo de desarrollo y crecimiento, la cual está en curva descendente desde hace varios años. Aunque no soy abogado, tengo al igual que muchos trabajadores, la necesidad de estar al día con las nuevas leyes por obvias razones, y también me angustian los cambios radicales y gritados a los cuatro vientos en tono peroyativo, por demás agresivo. Pero, a la vez, es de reconocer que reformas como la practicada a la ley de Protección del Consumidor y al Usuario (01 de abril de 2004), ha generado cambios positivos en cuanto a innovación y creatividad en el área publicitaria, por ejemplo; aunque no creo que esta haya sido la intención original por parte de sus propulsores. Tal vez este sea un punto de luz muy pequeño en un mapa negro; pero tampoco soy de los que me voy a poner a esperar que el sentimiento me cubra y todo acabe.

La Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión, Ley Resorte o Mordaza, según sea el caso, (31 de enero de 2005), ha generado de igual manera cambios importantes en las estrategias y acciones gerenciales. La ley ha impuesto la producción nacional en gran medida y ha impulsado la publicidad no tradicional o BTL (Below The Line), negocio que en el 2004 generó más de Bs. 1.400 millones y ha ido en aumento continuo y proporcional, según cifras de la revista Producto.
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Así mismo, el decreto por el cual se establece la Solvencia Laboral (30 de enero de 2006), documento administrativo exigido por el Ministerio del Trabajo a las empresas del sector privado y cooperativas que contraten los servicios de no asociados, ha generado algunos retrasos e incomodidades a la hora de contratar con el Estado, errores que cuestan caros en una economía que quiere montarse en le camino del desarrollo.

Si observamos en conjunto estas leyes y decretos, sumadas a otras como las de Control Cambiario, las providencias de otorgamiento de divisas de Cadivi, la Reforma a la Ley del IVA, el Control de Precios de la Cesta Básica, y acciones como el Plan Evasión Cero, entre otros, han generado un clima de desconfianza tanto en su formulación y promulgación, como en su aplicación discrecional en muchos casos. En términos de mercado, todo esto traduce en que cada vez se importa más y se produce menos localmente, lo cual, como repetidamente se ha expresado, ha incrementado el nivel de dependencia del petróleo y sus precios, teniendo que desembolsar diariamente el BCV más de USD 120 mill diarios para suplir la insaciable demanda. Esta situación coyuntural de alta demanda, una vez el ciclo histórico de precios del petróleo vuelva una vez más al principio, o solamente no alcancen los actuales ingresos para cubrir las necesidades del país, descubrirá un secreto a voces que se traducirá en escasez y en la inestabilidad de los agregados macroeconómicos del país.

Lo anterior, dispara el mensaje de la oportunidad y de anticiparse. Para algunos, la política precede a la economía, particularmente me aferro a la tesis contraria de Thomas Friedman donde, en un mundo plano y globalizado, las sociedades se deben preparar en la era de la información, no para competir con el vecino local o regional, deben reñir con indios, chinos, taiwaneses, por nombrar sólo algunas de las economías que marcan el pulso del camino del desarrollo mundial sostenido, y que han demostrado que es la forma más efectiva de elevar el nivel de vida de su población, a través la inserción planificada de su economía al mercado mundial, a través de reformas estructurales de libre mercado donde la empresa privada asume el papel principal

Las empresas venezolanas tendrán que acomodarse a estos nuevos escenarios y aprovechar estos años, de consumismo desacelerado, para fortalecerse; pero sin duda, nuevas oportunidades saldrán; lo que si tenemos que estar claros es que no será fácil, ya que condicionará a cambios en la forma de proceder y poner en marcha planes de mercadeo que lleguen en forma efectiva a cada segmento, estando muy atentos a los cambios políticos y legales.

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