El MERCOSUR ante la crisis financiera

“Estamos frente a una crisis de mucho mayor magnitud de lo esperado”
y el entorno exterior “es bastante peor de lo que esperábamos”.

Agustín Carstens

Todo estudioso de Comercio Internacional, así como los programas de postgrados comprometidos con esta disciplina, entre ellos, el que nos concierne, el de Gerencia de la Calidad y Productividad del Área de postgrado de la Universidad de Carabobo, no puede estar ausente de la realidad mundial, lo que actualmente el mundo económico afronta, más ante una realidad que compete seriamente a Venezuela, sobre todo, con la baja de los precios del petróleo, su principal entrada de ingreso, puesto es su único producto exportador más fuerte.

Lo cierto es, que no sorprende al programa ni a sus participantes, que eran de esperarse las consecuencias que se iban a originar, con la crisis financiera de los Estados Unidos, como ya se ha manifestado en algunas Bolsas de Valores en el mundo.

Latinoamérica, especialmente el MERCOSUR, no se iba a quedar tranquila y de hecho, todo ello ha conllevado a la realización de la Cumbre de Cancilleres, ministros de Hacienda y titulares de los bancos centrales en Brasilia. Las asimetrías comerciales con Brasil, uno de los temas en la agenda.

Ante una realidad en donde se sienten serios efectos en algunas economías, los gobiernos del MERCOSUR buscarán en Brasilia coordinar acciones ante la crisis financiera mundial, en la que se pondrá a prueba la unidad del bloque.

La VII Reunión Extraordinaria del Consejo del Mercado Común fue convocada por Brasil, que ostenta la presidencia pro témpore del bloque regional, y tendrá como único punto en el orden del día, la definición de mecanismos para dar respuestas ante la crisis global.

Tal como lo señala, observatorioglobal.blogspot.com, la reunión se concretará en un escenario peculiar para las relaciones entre los países miembros del bloque. En el caso de la Argentina, será justo en momentos en que la Casa Rosada dispuso la puesta en marcha de fuertes controles, que en los hechos, constituyen una medida proteccionista de la industria argentina, para cubrirse del impacto comercial de la devaluación del Real. Concretamente, mediante mecanismos administrativos que operarán como filtros, el Gobierno podrá restringir el ingreso en el país de mercaderías consideradas «sensibles».

Los productos brasileños, en rubros como textiles y calzados, son seguidos con lupa desde los despachos oficiales, pues una saturación de estos, a bajo costo, repercutiría drásticamente en la actividad industrial local.

Lo cierto es, que más allá de estas prevenciones, la estrategia del Gobierno es aferrarse a Brasil para afrontar la crisis. Por ello, en los hechos, el Gobierno pretende demorar, lo máximo posible, la aplicación de medidas para restringir el ingreso de productos de ese origen, a pesar de que existen mecanismos automáticos que lo habilitan para hacerlo y que está todo listo para comenzar.

Se señala que, además de las diferentes posiciones con relación a ese tipo de medidas que tienen los dos mayores socios del Mercosur que están en proceso de adhesión, el encuentro será celebrado bajo la sombra de la reciente controversia entre la Argentina y Uruguay, originada después de que el Gobierno uruguayo objetara la candidatura del expresidente Néstor Kirchner a la presidencia de la Unión Sudamericana de Naciones, (UNASUR).

La negativa uruguaya, calificada como «agravio» por el gobierno de Cristina Kirchner, perjudicó aún más la ya deteriorada relación entre los países rioplatenses, que mantienen una dura disputa, debido al bloqueo del puente San Martín, en la frontera, que llevan adelante los asambleístas entrerrianos contra la pastera Botnia.

Hay que tener presente, que Uruguay no vislumbra que los países miembros del Mercado Común del Sur, (MERCOSUR), estructuren un frente para encarar la actual crisis financiera internacional, durante una reunión del Consejo del bloque próximamente en Brasilia. Hablar de unión es difícil, porque cada país tiene características propias y políticas económicas diferenciadas, dijo a la prensa el ministro de Economía y Finanzas, Álvaro García, quien encabeza la delegación uruguaya a la reunión.

García, empero, convino en que es “muy importante” conocer cómo los gobiernos de la región ven no sólo la situación global, sino la de sus propias naciones.

Agrega prensalatina, que además de los ministros de Economía y los presidentes de los bancos centrales de esos países y de Paraguay, (el cuarto miembro pleno del bloque), estarán presentes los de Venezuela, (en proceso de adhesión), Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú, (asociados).

Según García, resulta difícil determinar en qué periodo está la crisis, aunque acotó que ya los países directamente envueltos en ésta, han tomado las principales medidas que podían.

Definitivamente, esta reunión ante un hecho muy delicado, pondrá a prueba la integridad, la unión del MERCOSUR. Hoy más que nunca, se requieren de planes y acciones bien integradas, considerando las asimetrías geográficas y económicas de los países que integran el MERCOSUR. No pueden darse divergencias ni prioridad a los aspectos políticos, cuando la amenaza es seria; sobre todo, cuando hay países que manifiestan índices de pobreza y de desempleo significativo. Se deben discutir las asimetrías en la complejidad de esta situación internacional, revalorizar el Rol del Estado, no sólo como generador de políticas públicas, sino vertebrador de estas nuevas realidades latinoamericanas; de nuestras potencialidades en alimentos, energía, industrias, recursos naturales, como alguien manifiesta.

No hay que olvidar, que el Gobierno argentino insistirá en la Cumbre de Brasilia, en la idea de que el Mercosur debe adoptar medidas proteccionistas, ante la crisis financiera internacional. En concreto, pedirá que se aumente el arancel externo extrazona para los productos más afectados por las importaciones.

El planteo se hará, aprovechando la reunión de ministros de MERCOSUR. Argentina tendrá que dar una fuerte batalla para lograr que su propuesta sea aceptada, debido a que el anfitrión y principal socio comercial, ya anticipó que no comparte esta idea.

Confiamos que las diferencias, fricciones que algunos miembros del MERCOSUR mantienen se limen y se lleguen a acuerdos, que resguarden la seguridad económica de esta Alianza, más en un momento difícil para sus economías.

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