EL mercosur: pasado, presente y futuro.

En sus inicios, lo que hoy es el MERCOSUR estuvo conformado sólo por Brasil y por Argentina, quienes decidieron dar origen a un proceso de integración y de liberación comercial en forma bilateral. Uruguay se incorporó también prontamente a esa iniciativa, toda vez que los sustantivos flujos comerciales entre este país y sus dos grandes vecinos hacía imperativo el participar en un proyecto de esa naturaleza, so riesgo de perder parte importante de su mercado externo. En un conTEXTo de liberación comercial entre Brasil y Argentina, la eventual no participación de Uruguay implicaría una importante desviación de comercio en perjuicio de este último país, toda vez que los argentinos pasarían a comprar en Brasil, y los brasileños pasarían a comprar en Argentina, una parte importante de las compras que antes realizaran en Uruguay. La única forma, para Uruguay, de mantener y eventualmente aumentar sus ventas a sus vecinos era participar como socio de pleno derecho en el naciente MERCOSUR. La misma consideración es válida en relación a Paraguay, país pequeño cuyas exportaciones están en alta medida dirigidas a Brasil y Argentina, con el agravante de que este país no fue invitado a participar en el MERCOSUR sino tras la caída del dictador Strossner, pues se consideró en ese entonces que la existencia de un régimen democrático es condición ineludible para participar en estos proyectos integracionistas en América Latina, criterio que ha sido ratificado posteriormente por la vía de varios acuerdos que conforman ya una legislación internacional al respecto.

En el transcurso de la década de los 90 el MERCOSUR entró en negociaciones con Chile, Perú y Bolivia, los cuales pasaron a tener la categoría de países asociados. Esta categoría implica una plenitud e igualdad de derechos y obligaciones en materia de liberación comercial con los países integrantes del MERCOSUR, pero con la particularidad de que los países asociados no se obligan en materia de arancel externo común, es decir, mantienen frente a las mercancías provenientes de terceros países, por ejemplo, de Estados Unidos y de Europa, la libertad de gravarlas con aranceles tan altos o tan bajos como autónomamente cada país estime conveniente, lo cual no sucede con los países que son socios de pleno derecho del MERCOSUR, los cuales se obligan a poner en vigencia un arancel frente a terceros que ha sido definido colectivamente.

En el transcurso del año 2005 Venezuela fue aceptada como el quinto país socio de pleno derecho del MERCOSUR, lo cual implica que debe en el transcurso del 2006 definir un cronograma o un calendario que conduzca a unificar su arancel externo actual al arancel externo común del MERCOSUR, así como debe también iniciar un proceso conducente a la reducción a cero de los aranceles vigentes en el comercio con los cuatro socios originarios de dicho proyecto de integración regional.

En el breve tiempo que lleva corriendo el año 2006 hay dos noticias en el plano internacional que son relevante en lo relativo a este bloque regional. Por un lado México anunció formalmente su deseo de pasar a ser socio de pleno derecho del Mercosur, para lo cual ha iniciado ya las negociaciones correspondientes. Por otro lado Bolivia, después de la elección de Evo Morales como nuevo presidente, ha sido invitada por los presidente de los países miembros del Mercosur a que se integre como socio pleno, lo cual ha sido en principio aceptado por el nuevo mandatario.

Si todas estas negociaciones llegan a feliz término, el Mercosur terminará el año 2006 con siete países con la categoría de socios de pleno derecho, y al menos con dos países asociados, todo lo cual lo convierte de hecho y de derecho en el foco principal de los esfuerzos integracionistas de América Latina.