El nuevo reto empresarial es: gestionar de manera integrada la Seguridad y Salud Laboral con la Protección y el Control de Pérdidas

Las organizaciones modernas exigen del recurso humano eficiencia en el desarrollo de su gestión, los tiempos aquellos en que la burocracia hacia vida -no sólo en los organismos públicos oficiales, sino también en el sector privado- sin lugar a duda forma parte del pasado.

En la década de los ochenta y como resultado de la aparición de la Ley Orgánica de Prevención, Condición y Medio Ambiente en el Trabajo, (LOPCIMAT), -cuyo origen fue impulsado por la memorable “tragedia de Tacoa”- se comenzó a ver la incorporación del recurso humano destinado a la aplicación de la novel regulación de seguridad industrial dentro de las empresas: la ausencia de cultura en la materia, la inexistencia de un órgano rector de la Ley, que ya se contemplaba en dicho código desde el año 1986, pero no se erigió en funciones hasta años después, impedía que se lograran los objetivos en materia de seguridad y salud para los trabajadores.

Mientras esto sucedía, ex-funcionarios policiales y militares, en situación de retiro, se encargaban de llevar los departamentos de Prevención y Control de Pérdidas, (PCP), fundamentados en dos vertientes:

“Uno: vigilancia y control perimetral; y dos: inteligencia industrial”

El área de PCP industrial era una caja sellada, con autoridad para hacer lo que consideraba necesario, reportando al más alto nivel; pero sin posibilidades de simbiosis, porque “la seguridad es primero”.

Esta actitud repercutía en los índices de accidentes laborales y enfermedades, siendo producto de la fatiga profesional de inspectores y vigilantes; de aquí que los protocolos de actuación de dicho departamentos, eran autónomos e irrefutables. Esto ha conllevado hacia la lucha entre dos áreas hermanas, PCP y Seguridad Industrial, lo cual ha repercutido en una gestión de seguridad integral más cara y realmente poco eficiente.

La realidad de hoy día es que, pese al principio de que la seguridad total no existe, sí se da la gestión integral de la seguridad. Ahora, cuando se ha sabido balancear y darle la importancia a la producción dentro de la industria, se ha aprendido que es imposible mantener dividida en dos planos diferentes a la seguridad.

La era empresarial moderna exige la aplicación de una gestión conjunta, efectiva y eficiente que permita -bajo los mismos principios y lineamientos- la aplicación de políticas de protección y control de pérdidas, a medida que se resguarda la salud y seguridad de quienes laboran en una organización; hoy, se comprende que la pérdida de cada bolívar por motivo de robo, estafa o pagados en extorsión, son igual a cada bolívar cancelado en multas, demandas o indemnización rescindidos, como resultados de un accidente o una enfermedad ocupacional, la pérdida de imagen producto del secuestro de un ejecutivo, el robo en las instalaciones, etc., siendo equivalentes al que genera un incendio, una inundación o un accidente con saldo masivo de víctimas.

Los planteamientos anteriores no son más que el panorama del reto moderno al que nos enfrentamos, quienes atendemos el mercado de la seguridad integral empresarial, quienes ofertamos a este exigente mercado, ya sea de manera individual o como empresa de servicio, y consecuentemente, debemos fortalecer cada flanco de interés para los potenciales clientes, a fin de darles, con un mismo costo, la atención integral que su nicho requiere.

Los empresarios conocen sus necesidades y entienden lo suficiente como para exigir los mejores resultados con los costos adecuados, quieren la rentabilidad de sus negocios -manejando los riesgos lógicos y transfiriendo aquéllos que no puedan tolerar- pero invertirán sólo lo justo en eliminar los riesgos excesivos: la época de pagar el doble por la mitad de los resultados quedó atrás; más aún, en medio de una crisis económica que -sin dudas- exige enfocar el catalejo y eliminar o reducir los costos redundantes, es entonces cuando los que hemos hecho de la seguridad nuestro negocio, debemos ver desde la talanquera de la formación y la preparación, permitiendo la selección natural de las especies: solamente los más aptos sobrevivirán en este competitivo mercado, AQUÉLLOS QUE OFREZCAN SEGURIDAD INTEGRAL… son quienes seguirán resistiendo.

(*)Director Ejecutivo de HSS de Venezuela C.A.

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