El panorama venezolano está muy cargado de incertidumbre en los años por venir

Los profesionales conocedores de las políticas económicas de las que se ha valido el Poder Ejecutivo para conducir al país coinciden que -a pesar de  los cuantiosos esfuerzos realizados en términos de estímulo fiscal y monetario- los indicadores resultantes no evidencian mejoras, lo que indicaría un agotamiento del modelo económico aplicado.

No cabe duda acerca del desmejoramiento del PIB durante los primeros nueve meses del año, en comparación con el 2012 (cifras del BCV). Es decir, que se estaría pasando de 5,6% a apenas un 1%. Si a eso le agregamos la alta inflación que se ha desatado, no es exagerado afirmar que este país no anda por buen camino. Lo que es evidente no se puede ocultar.

Lo más lamentable de todo, es que esos resultados se obtienen en un contexto donde la expansión monetaria se ha incrementado en nueve meses en 65%, con relación a los mismos meses del 2012.

Esos resultados hacen pensar que el volumen de liquidez inyectado a la economía y los controles de precios instrumentados por el Gobierno, no han tenido los efectos deseados, ya que en lo que se ha traducido es, en una elevada inflación y presiones cambiarias, en particular  sobre las reservas internacionales, el tipo de cambio paralelo y, lo que es peor aún, un pronunciado desestìmulo a la producción.

Un análisis de los datos proporcionados por el BCV en relación al tercer trimestre, reflejan la pronunciada desaceleración de la economía, los elevados niveles de importación que ocasionan una cuantiosa e insostenible pérdida de reservas internacionales y la creciente desvalorización del bolívar en el mercado paralelo, configurándose un cuadro que pareciera intensificarse el próximo año, todo como consecuencia de la política económica equivocada y un modelo que no funciona y que ha traído como consecuencia, el incremento desmedido de la usura, el acaparamiento, el contrabando, la desviación de divisas y una descomposición general que hace que la gente solo piense en obtener dólares.

Esa situación comentada, pareciera ilustrar que los dólares están escaseando en Venezuela, limitando el suministro de productos que van desde medicinas a papel higiénico, en un país que importa alrededor de tres cuartas partes de los bienes que consume y donde la producción manufacturera y la construcción evidencian retroceso.

Para complementar, mis comentarios he considerado conveniente ilustrar las opiniones de algunos especialistas:

Según Robert Abad, quien ayuda a supervisar US$ 53.000 millones en deuda de mercados emergentes en Western Asset Management Co., en una conversación telefónica el martes 26/11  desde Pasadena, California, señaló que las reservas internacionales venezolanas cayeron 28 por ciento este año, llegando en noviembre a US$ 20.700 millones, su nivel más bajo en nueve años, en gran parte debido a que 70 por ciento de sus activos están en oro. El precio del metal cayó 26 por ciento en ese mismo período.

“El hecho de tener escasez de dólares es sintomático de una economía que está completamente quebrada”, dijo. “Esto es algo que es increíblemente innecesario, muy desafortunado, y la víctima de todo esto es la economía real, personas de verdad”.

Según Asdrúbal Oliveros, director de la firma consultora Ecoanalítica: ¨Cadivi se ha estado retrasando en los pagos a las compañías y todavía tiene por distribuir alrededor de US$ 8.200 millones que ya han sido autorizados¨.

El presidente Nicolás Maduro, utilizó este mes a los militares para ordenar a las tiendas que redujeran los precios, después de que la inflación anual se aceleró al 54 por ciento en octubre, la tasa más alta en 16 años y la de crecimiento más rápido en el mundo. Para empoderar al mandatario, el 19 de noviembre el  Congreso lo autorizó para emitir leyes en materia económica mediante decretos ejecutivos.

Comentarios Políticos

Ofrecer electrodomésticos  con un 60% de "descuento",  ha  desplazado de los titulares de los periódicos las verdaderas carencias de los venezolanos: alimentos, medicinas, materiales de construcción, entre tantos otros.

Ahora bien, pensar que la estrategia se basó simplemente en forzar a los comerciantes a bajar los precios, sería pasar o por muy ingenuo o por muy tonto. Lo cierto es que mucho antes de que los rojos anunciaran las inspecciones en los locales y en consecuencia se produjeran las "caídas" de precios, estos ya tenían una masiva importación negociada.

Las medidas en contra de los comerciantes se dieron a conocer, hace menos de 2 semanas y ya el Gobierno anunció que vienen en camino más de un millón de electrodomésticos de la marca china Haier, más de 400 mil equipos Samsung y hasta la creación de una empresa mixta con Mabe para la fabricación de miles de neveras, lavadoras y cocinas. Es decir, el régimen jugó posición adelantada con la opinión pública venezolana. Si bien la medida de los precios es entendida por una parte racional de la población como una cortina de humo para ocultar las necesidades del país, otra gran parte celebra en las colas la posibilidad de poder comprar algo que le alcance con unos bolívares devaluados.

Todavía es muy reciente para saber el impacto real que tendrá esta medida en las elecciones del 8 de diciembre. A primera vista el impacto es muy positivo para los rojos; pero ojo, una persona feliz en una cola porque va a comprar un plasma a mitad de precio, no se traduce necesariamente en un voto para el Psuv.

La gestión de Maduro se ha criticado, porque él como figura, no ha tomado las medidas que requiere la economía venezolana para evitar caer en un foso más profundo. Hoy, a más de 7 meses de su elección, sigue sin tomar correcciones y por ello pagaremos las consecuencias todos, toditos, en el 2014.

Maduro está disfrutando ahorita de una ilusión autoritaria, en la cual hasta Diosdado Cabello le está cantando villancicos navideños en la televisión. Vamos a ver entonces cómo se termina materializando esta ofensiva roja en las elecciones.

Como conclusión, podríamos afirmar que los hechos económicos y políticos que actualmente se suscitan en el país, tiene muy preocupada a la gente, porque el panorama no está nada claro. Existe una creencia generalizada, que las medidas adoptadas por el presidente Maduro, no atacan las causas de los problemas de la economía del país y generarán más estancamiento, escasez e inflación. Y los organismos anunciados para el control cambiario, solo agregarán discrecionalidad en el otorgamiento o utilización de las divisas, que ya la historia ha demostrado que son fuentes de corrupción.