El reloj biológico no se detiene

“No es infertilidad, sino una reducción de la capacidad reproductiva por envejecimiento”

La relación inversa entre la edad y la fertilidad femenina afecta a las tasas de natalidad; existe una influencia cultural en los países desarrollados donde hay un deseo creciente entre las mujeres jóvenes de dejar para más adelante la maternidad y poder ejercer una profesión.

Varios estudios han mostrado que las tasas de fertilidad empiezan a bajar en cuanto una mujer tiene un poco más de 30 años, disminuyendo paulatinamente a mediados de los 30, antes de descender finalmente, de manera drástica, tras los 40 años. Este escenario de descenso de la fertilidad no se relaciona con el método de la concepción. El efecto es igual de patente, tanto en la reproducción asistida, como en la concepción natural.

¿Por qué la edad de la mujer se traduce en una fertilidad más baja? Por factores que incluyen la reducción de receptividad del endometrio y la calidad más baja de los ovocitos. Esta reducción de la calidad, se debe a que los óvulos han estado en una fase de detención del desarrollo durante décadas, ya desde que la propia mujer era feto.

Al inicio de la menarquia, se recluta el primer lote de folículos ováricos, reanudando su desarrollo cuando el óvulo del folículo es liberado durante la ovulación.

En los hombres, el proceso es muy diferente, con una producción continuada de espermatozoides en ciclos de 72 días.

Se estima que por cada año que una mujer demora la maternidad, la posibilidad de quedar embarazada se reduce un 5 por ciento, así pues, cuando una pareja decide postergarla, el hombre y la mujer deben tener en cuenta que tendrán un 25% menos de posibilidad de lograrla por cada cinco años.

Parece ser que las mujeres conocen poco sobre su biología y desconocen que pierden la fertilidad 10 años antes de dejar de menstruar.

Es importante concienciar a las parejas de que es mucho más difícil que una mujer conciba cuando tenga 30 años largos y llega a ser extremadamente difícil cuando se aproxima a los 50.

La maternidad es óptima cuando tiene 20 y un poco más, entonces está en el mejor momento para la fecundación, sus óvulos están sanos y viables; además el riesgo de aborto y complicaciones relacionadas con el parto es menor. Este sería un buen momento para plantearse cuándo formar una familia y así ir desapareciendo el problema cultural de “el esperar un poco” que se ha instalado en casi todo el mundo.

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