El rol del docente en su aquí y ahora

Para que las universidades en los actuales escenarios cumplan con su responsabilidad social, deben no solamente saber interpretar las necesidades que estos demandan, sino que propicias cambios a fin de dar paso a las transformaciones que el país requiere, para asegurar un rol exitoso en este mundo globalizante.

Para ello, es necesario, contar con un plantel de docentes que estén plenamente identificados con las exigencias del aquí y del ahora y propiciar los conocimientos, herramientas que generen en los profesionales que capacitan los conocimientos necesarios para colaborar con el desarrollo del país y que beneficie a todos.

No cabe la menor duda, como citan Ismael y Marcos Hernández (gestiopolis.com), las transformaciones que está viviendo el mundo en materia económica, educativa, social, política y cultural, aunado a los grandes avances de la ciencia, la tecnología y la información en estos tiempos, ha producido un nuevo contexto socio histórico, donde la sociedad humana cada día debe asumir los cambios y retos que le impone la sociedad de la información y el conocimiento.

Todos estos cambios han impactado al sistema educativo universitario en el mundo, estableciendo una nueva concepción filosófica en los docentes y en las instituciones de educación superior. Esta realidad conlleva, al surgimiento de nuevos requerimientos y prácticas de gestión para el docente, para responder de forma eficiente y efectiva a los cambios que experimentamos hoy en día en este sector.

Lo cierto es, que deben las universidades a través de sus distintas especializaciones, carreras que ofrecen, deben estar atentas en mantenerse actualizadas y exigir eso mismo a sus docentes y considerar por ejemplo, lo que manifiesta Ana María Pérez, de que es importante recalcar que hoy en día, no podemos limitarnos a trabajar con un paradigma de manera ortodoxa, ya que más bien se trata, de rescatar experiencias válidas del conocimiento científico, utilizando diferentes postulados y principios que nos permitan lograr un mejor desenvolvimiento y, sobre todo, un proceso de enseñanza-aprendizaje con mayores ventajas y posibilidades para el educando, quien ocupa el lugar de mayor importancia dentro de esta temática.

Indudablemente esta es la posibilidad de reflexionar sobre cuáles son los roles y el lugar que ocupamos dentro de la educación.

Por su parte Ysmael Hernández L. y Marcos Hernández L. nos indican, que es necesario, que el docente asuma una actitud crítica desde su propia formación epistemológica y su cultura investigativa.
Muy asertivo lo que indican, que la universidad tiene retos futuros, pero lo primero por atender es y será su presente; la universidad ha cambiado a través de la historia, motivado a que no puede permanecer inmutable, ya que esta es signo de muerte; lo inerte permanece y permanecerá siempre indiferente. Lo que tiene vida, necesariamente necesita alinearse a los constantes movimientos que se van generando, por la dinámica social y educativa de cada país, y en particular el caso venezolano, donde vivimos una etapa de transición paradigmática en la concepción teórica – práctica en el modo de vida.

Es un hecho cierto agregan, que de acuerdo a la realidad actual de Venezuela, nuestro caso, hay la intencionalidad de revolucionar una nueva cultura universitaria basada en nuevas prácticas docentes, gerenciales y tecnológicas, que busca estimular al talento humano, sus capacidades cognitivas, fortalecimiento de las habilidades y la parte creativa, teniendo siempre presente el humanismo y la democracia como motor de cambio y transformación social.

No cabe la menor duda se señala, que, la formación de los futuros profesionales hoy en día, constituye uno de los aspectos más importante y de mayor interés que debe tener presente el docente y las universidades, para así lograr la excelencia educativa; porque el profesional del mañana no debe ser igual al del presente , todo este proceso no recae solamente en la universidad, sino que el docente también tiene responsabilidad en el desarrollo integral de los profesionales universitarios.

Tómese en cuenta, que es un hecho cierto, que el mundo está experimentando cambios constantes, cambios que se suscitan presenciando día a día y dan paso a diversos procesos sociales, políticos, tecnológicos y económicos, incidiendo en el mercado laboral internacional, nacional y local con nuevas competencia profesionales, donde los nuevos docentes universitarios del presente deben reunir una serie de características, habilidades y experiencias para lograr un espacio oportuno en esta sociedad de la información, el conocimiento y del talento humano.

Estos cambios se dan en una Venezuela que presenta un escenario muy turbulento, incierto, con serios problemas en lo económico, político, social y desde luego, en lo educativo. Por eso es muy válido cuando se dice, que ante esta realidad, no cabe la menor duda, que el mundo laboral educativo ha cambiado su esquema, cada día se hace más complejo y explosivo, porque las demandas y los estándares en la calidad educativa universitaria necesitan contar con equipo de gestión en lo interno de su estructura de organización, ha profesionales proactivos, eficientes, creativos que acepten los cambios y los retos de las nuevas prácticas y las exigencias del mercado laboral global.

Comparto con la opinión de los citados, que hoy el docente moderno requiere de nuevas competencias, habilidades, destrezas, conocimientos que involucren:
• Creatividad, iniciativa, hermeneuta, autodidacta, autocrítico, comunicación, liderazgo, visión sistémica, trabajo en equipo, empatía-sinergia, aprendizaje, motivación, aprendizaje continuo y situacional, humanista, facilitador y no dificultador de conocimiento, orientador hacia las transformaciones, acompañante del estudiante a través de todo el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Sugieren además, agregar las denominadas competencias especializadas propuesta por De los Rios, D.; Herrera, J.; M.Letelier y otros (2000) Paradigmas y competencias profesionales pag.113.

Competencias Especializadas
– Revisar, criticar, formular o modificar objetivos del aprendizaje.
– Explorar las necesidades e intereses de sus estudiantes.
– Definir y describir los contenidos de una actividad docente para su especialidad y fijar prerrequisitos para asignaturas.
– Seleccionar y preparar material didáctico para la actividad docente y diseñar un sistema de evaluación del aprendizaje.
– Adecuar la relación entre actividades prácticas y teóricas.
– Involucrar a los estudiantes en la configuración de las unidades de aprendizaje y analizar los resultados de las evaluaciones en el aprendizaje de sus estudiantes.
– Evaluar el proceso docente en su globalidad.
– Promover hábitos de estudio adecuados a la profesión de sus estudiantes.

Definitivamente, los docentes, ante las demandas del mundo actual y del futuro deben desarrollar un conjunto de habilidades y actitudes para conseguir el aprendizaje significativo

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