El Salario Mínimo Urbano y la Tasa de Inflación

Muchas conjeturas se esgrimen acerca del poder de compra del salario de los trabajadores, es decir, cuál es la cantidad de bienes y servicios que compra el salario mínimo mensual de un trabajador de la ciudad en agosto de 2006 y cuanto compraba ese mismo salario en 1974. A través de una comparación como esa se puede determinar, si los Bs. 512.325 de salario mínimo de agosto de 2006 (recién decretado), tienen el mismo poder de compra de los Bs. 450 decretados en 1974, por el presidente Carlos Andrés Pérez.

Cualquier persona pudiera establecer la siguiente relación: Los Bs. 450 de 1974 para llegar a Bs. 512.325 de 2006 han crecido a una tasa (a una velocidad de) 1.132%. A partir de este cálculo uno pudiera preguntarse, ¿Cuál será la velocidad a la cual han crecido los precios? Para que, a partir de esa comparación, se pueda establecer razonadamente si los Bs. de 1974 compran más que los Bs. de 2006. ¿Cuál es el mecanismo que la sociedad utiliza para medir la acumulación de los precios de los bienes y servicios que más frecuentemente consumen las familias de un país?. En el nombre de la sociedad (no sólo venezolana, sino la de cualquier país del mundo) los Bancos Centrales utilizan el Índice de Precios al Consumidor (IPC). Existen distintos índices de precios que pudieran emplearse, pero el Banco Central de Venezuela utiliza el Índice de Laspeyres, el cual es el más utilizado por instituciones similares en el mundo. Para poder comenzar la medición de las variaciones de precios, el BCV establece un período de referencia, el cual se estableció a finales de julio de 1997; es decir, cualquier comparación que en lo sucesivo se efectúe, se hará con respecto a los precios de julio de 1997 (año base), ¿Cuáles son esos precios?, se pregunta un consumidor cualquiera. No son precios establecidos de manera caprichosa, sino producto de un estudio que duró meses, en los cuales los técnicos del BCV hacían mediciones periódicas, acerca de cuáles eran los bienes y servicios que más frecuentemente compraban los venezolanos y, es por eso, que dejaron de incluirse en el IPC. de su momento: el Kerosén, como combustible de nuestras cocinas, los discos de acetato negro (Long Play), los pañales de tela, etc., para dar paso al gas doméstico, al disco compacto (CD), los pañales desechables, el teléfono celular, la televisión por cable, etc. que antes no estaban incluidos dentro del cálculo del IPC. Otro elemento de suma importancia es, que todas las familias a las cuales se les hace el estudio de variación de precios, no compran a los mismos precios, ni en las mismas cantidades, por lo cual deben establecerse precios promedios y cantidades promedios; en el caso de estas últimas, cuánto representan del total del presupuesto familiar. Por lo tanto, es conveniente diferenciar que aquellas familias que devenguen (ganen) 1 o 2 salarios mínimos mensuales, destinarán un porcentaje mayor de su presupuesto al consumo de alimentos y bebidas no alcohólicas, que aquellas que ganen 3, 4 o más salarios mínimos mensuales por familia.

En el cuadro, que a continuación se presenta, veremos la evolución tanto del salario mínimo como del índice de precios al consumidor:

Fuente: BCV – Decretos presidenciales publicados en Gaceta Oficial.

De este cuadro se desprenden las siguientes conclusiones:
1. Lo que en diciembre de 1997 se podía comprar con Bs. 116,46, en diciembre de 1974 se compraba con Bs. 0,38 y en agosto de 2006 se compró con Bs. 580,6
2. Los sueldos mínimos desde diciembre de 1974 hasta agosto de 2006, han crecido a una tasa de 1.132%; el sistema de precios ha crecido a una tasa de 1.246%, es decir, los precios han crecido en dicho período un 114 % más que el salario mínimo.
3. En estudios previos realizados por el autor, se ha determinado que hay otras escalas de salarios en las cuales la brecha, entre el crecimiento en sueldos y salarios y el sistema de precios, es mayor al registrado en el salario mínimo.

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